Con X de Felipe

Alternatiba tacha de «execrables» las palabras de Felipe González y advierte de que «no se puede salvaguardar la democracia con sangre preventiva»

BILBAO, 21 DE DICIEMBRE DE 2010 – Alternatiba ha considerado hoy «execrables» las declaraciones en las que Felipe González admite que habría «volado» el coche de los miembros de ETA que atentaron contra Hipercor, al tiempo que ha recordado al ex presidente del Gobierno del Reino de España que «no se puede salvaguardar la democracia con sangre preventiva».

El portavoz de Alternatiba, Oskar Matute, ha lamentado que, «mientras en este país algunos y algunas trabajamos para poner fin a la violencia política reivindicando derechos humanos, civiles y políticos para todos y todas, el ex presidente del Gobierno español se dedique a hacer alarde de una guerra sucia nauseabunda». Por ello, el dirigente de izquierdas ha cuestionado si las de González no serán «declaraciones intencionadas que buscan perturbar el proceso de paz abierto en Euskal Herria».

Matute, además, se ha preguntado: «¿Cómo pueden partidos e instituciones estar callados mientras un ex presidente del Gobierno legitima la pena de muerte sin juicio previo?». En este sentido, ha subrayado que «Felipe González no puede continuar presumiendo de haber estado enfangado en uno de los capítulos más negros de nuestra historia reciente, como lo fue el terrorismo de Estado. Sus compañeros y compañeras socialistas, como cualquier defensor de los derechos humanos, tienen la obligación moral de reprobar sus palabras, que dan buena cuenta de su catadura moral, y recordarle que la sangre preventiva no es el camino para salvaguardar la democracia».

Parcheando a Calatrava

Alternatiba considera una “chapuza” que el Ayuntamiento de Bilbao siga gastando dinero público en “parcheos improvisados para remendar el puente de Calatrava”

BILBO, 21 DE DICIEMBRE DE 2010 – Alternatiba ha considerado hoy que la actuación del Gobierno municipal de Bilbao con el puente de Calatrava “parece de chiste, sólo que no tiene gracia que despilfarren el dinero de todos y todas las bilbaínas en una infraestructura fallida que tratan de remendar con continuos parcheos a golpe de improvisación”.

La representante de Alternatiba Carmen García ha señalado que, sin entrar a valorar el plus artístico para Bilbao de una autor que despacha puentes de serie en todos los pueblos y ciudades que una se puede imaginar, “es importante subrayar la responsabilidad de quienes desde el equipo de gobierno aprobaron el proyecto sin reparar en forma alguna en las condiciones climatológicas y la idoneidad de los materiales empleados en la obra”.

A juicio de García, “lo de la moqueta de quita y pon tiene pinta de ser un chiste, sólo que no tiene gracia que tengamos que costear nuevamente con dinero público semejante disparate”. Además, ha tachado de “chapuza” la gestión del gobierno municipal en esta materia y ha exigido “un mayor control sobre las infraestructuras pagadas con dinero público, especialmente con la que nos está cayendo económicamente a todos los trabajadores y trabajadoras”.

La representante de Alternatiba, además, ha interpelado al Gobierno municipal: “¿Se ha pactado con el arquitecto la colocación de la alfombra o vamos a vernos nuevamente envueltos en una polémica ridícula?”.

Nacionalización del sistema financiero en Euskal Herria: Una medida audaz contra la crisis

Oskar Matute (Alternatiba), Iosu Murgia (Aralar), Santi Merino (EA) y Aitor Bezares (Ezker Abertzalea)

La misión específica del sistema financiero debería ser la de de vincular el ahorro, por un lado,    con la inversión y con el consumo, por el otro, el corto con el largo plazo, garantizando de esta manera el acceso a crédito para la economía productiva y generadora de empleo, así como posibilitando el consumo de los particulares para la satisfacción de sus necesidades básicas. Esta función social de las finanzas debería a su vez insertarse en una lógica de regulación pública, que estableciera las condiciones ecológicas, laborales y sociales oportunas para las prioridades sociales de préstamo, inversión y consumo.

Desgraciadamente, la realidad actual de la banca –y del modelo económico vigente- se encuentra en las antípodas de la función que debería cumplir. Así, frente a ese rol natural de facilitador, el sistema financiero se ha convertido en el máximo exponente de la búsqueda incesante de la maximización del beneficio a corto plazo, llevando al extremo la lógica de desregulación, privatización, mercantilización y descontrol público y social de la economía. El resultado es la primacía de la economía no productiva, a través de un ingente mercado de capitales completamente flexible –en un día dichos mercados mueven seis veces lo mismo que genera la economía productiva mundial en todo un año-, que se rige con lógicas cortoplacistas y de ganancia rápida, y que genera una vulnerabilidad extrema a nivel planetario, con efectos devastadores, como hemos podido comprobar.

Así, no hay más que analizar nuestra historia reciente para constatar esta espiral suicida, para darse cuenta de que se ha tropezado en la misma piedra una y otra vez: crack del Nikkei a causa de la burbuja inmobiliaria de Japón en 1990; la crisis del Sistema Monetario Europeo en el 92; efecto Tequila en el 94; la caída de los dragones asiáticos en el 97; el efecto Vodka en el 98; el efecto Samba en el 99; pinchazo de las punto com; Enron y el corralito Argentino en 2001, y finalmente el crack de las hipotecas basura en 2007, cuya crisis aún estamos sufriendo.

Por supuesto, a esta realidad de crisis permanente, con graves efectos sobre los derechos de las personas y pueblos, ha contribuido específicamente la colusión de intereses de mercados especulativos y gobiernos neoliberales. De esta manera, el tamaño global del mercado, junto al peso específico de este sector especulativo, genera una creciente presión sobre los gobiernos, que definen sus políticas en función de las supuestas necesidades de los mercados, en detrimento de las prioridades para la población.

Ante ello, es necesario que la banca asuma la función de promoción del empleo, de la inversión productiva y del consumo responsable, y para ello debemos apartarnos radicalmente del camino capitalista y neoliberal. Por ello, abogamos por un modelo socioeconómico alternativo, que ponga los derechos de las personas y pueblos en el centro de su actuación. En este nuevo modelo, la banca tomaría la consideración de servicio público, con lo que evitaríamos la autorregulación del sector –que es lo que le confiere poder y capacidad destructiva-, a la vez que se constataría la insuficiencia de los controles establecidos en la actualidad, que no son más que puro maquillaje.

Por ello, abogamos por un sistema financiero regulado y bajo fuerte control social y público – empezando por los Bancos Centrales, superando la falacia de su supuesta asepsia y autonomía-. De esta manera, y en el contexto actual, sólo un sistema financiero completamente público y bajo estricto control democrático, puede servir a los objetivos formulados por la sociedad, en términos de empleo, ecología, cuidado, etc.

Por lo tanto, abogamos por la  completa nacionalización del sector financiero en Euskal Herria  y, como primer paso en esta estrategia,  defendemos el mantenimiento y amejoramiento del estatus público de las cajas de ahorro vascas -BBK, Vital Kutxa, Kutxa y Caja Navarra-, bajo dos premisas fundamentales: una, la de definir una regulación interna específica que normativice su misión, de manera que los parámetros sociales del préstamo y de la inversión se adecuen a las prioridades de una economía del cuidado, de la generación de empleo de calidad, de la lucha contra el cambio climático, de transformación de la matriz energética, del apoyo a los circuitos cortos económicos, del    apoyo al consumo de los sectores más vulnerables, y, en definitiva, de la justicia social; dos, la de establecer sistemas de control social que garanticen precisamente su alineación con los objetivos sociales marcados previamente.

Así, sólo cambiaremos la caótica realidad actual obligando a las Cajas a concretar el marco de su función social –evitando a su vez la actividad especulativa, los elevados tipos de interés, las estafas, las inversiones en paraísos fiscales, en el sector armamentístico, etc.- y estableciendo sistemas transparentes de rendición de cuentas, además de un control directo por parte de los movimientos sociales ligados a la pobreza o a la precariedad, los movimientos ecologistas, sindicatos y partidos políticos.

Se trataría, por tanto, de avanzar en la lógica contraria    a lo legislado por el Gobierno del Reino de España en la reciente Ley de las Cajas de Ahorro. Esta Ley sirve para que las Cajas de Ahorro sean cada vez más una copia zafia de los bancos, imitando sus lógicas perversas -buen ejemplo de ello es la recién creada BBK Bank-. Así, convertir las cajas de ahorros en bancos, es el mejor camino para que estos últimos eliminen la competencia y puedan absorber a las primeras. De esta manera, frente a una banca privada, destructiva, todopoderosa, salvada y ayudada por toda la sociedad, que, a pesar de ello, se atreve, cual Vito Corleone, a señalar con el temible  dedo de los mercados  a los gobiernos que no se sometan a sus pretensiones, oponemos, de manera radical, una banca pública alternativa.

En estos momentos en Euskal Herria solo tenemos un ejemplo de banca que funcione con esos criterios, y es el caso de FIARE. No obstante, por mucho que este ejemplo sea recomendable para todas las personas que creemos en estas lógicas alternativas, nuestra labor política es exigir que esa función sea pública, y no quedar exclusivamente en el ámbito asociativo y cooperativo de los ciudadanos. Así, nuestros impuestos, junto con    toda la capacidad de control de las instituciones, se deberían destinar a crear un sistema de finanzas al servicio de los ciudadanos y ciudadanas.

Por ello, apostamos por un modelo económico socialista, por una banca pública que asuma una función social, y exigimos la toma de cuantas medidas sean necesarias para que las cajas de ahorro vascas mantengan su estatus público, en los términos antes referidos.

Sinde, la ley del silencio

Alternatiba: “La Ley Sinde es la antesala de una Ley de Censura, la creación de la policía cultural de Internet”

* OSKAR MATUTE: “EL PSOE HA DEMOSTRADO QUE ESTÁ AL SERVICIO DE LAS EMPRESAS Y NO AL SERVICIO DE LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN”

BILBO, 20 DE DICIEMBRE DE 2010 – Alternatiba ha denunciado hoy “el atropello de derechos y el recorte de libertades” que supone la Ley Sinde, que el Gobierno del Reino de España pretende aprobar sin debate ni enmiendas, «escondida» dentro de la Ley de Economía Sostenible. La formación de izquierdas ha considerado “un despropósito que un partido que se autodenomina socialista pretenda favorecer a la empresa privada legislando para convertir en delito el hecho de que la ciudadanía comparta contenidos sin ánimo de lucro”.

El portavoz de Alternatiba, Oskar Matute, ha advertido de que una ley como ésta es la antesala de una Ley de Censura: “Es la continuación de la caza de brujas de McCarthy y la creación de la policía cultural en Internet. Es vergonzoso. El PSOE se cree que Internet es suyo y ya votaron en Europa a favor de un cártel de operadoras telefónicas que está ejerciendo la censura en la Red».

El dirigente de izquierdas ha recordado que las revelaciones de Wikileaks han sacado a la luz que, en realidad, la ley fue escrita y diseñada por presiones de Gobierno estadounidense. El CES, además, ha criticado la heterogeneidad de la Ley de Economía Sostenible porque puede producir «confusión», al tiempo que la Fiscalía ha tachado de “dudoso” que la protección de la propiedad intelectual “deba ponerse a la misma altura” que la del resto de los bienes jurídicos protegidos (salud pública, la dignidad de la persona y la protección de la juventud y de la infancia…).

En palabras de Matute, el Partido Socialista ya ha pactado con PNV y CC una Ley que deja claro cuál es el rumbo del Gobierno del Reino de España: “En materia económica, menos derechos sociales y más libertad para las empresas, y en materia social, más restricciones a la libertad de expresión”.

Para Oskar Matute, «lo que ha quedado evidenciado con el apoyo a esta ley, al estado de alarma, a la reforma de las pensiones y a los presupuestos del Estado es que la alianza entre el PSOE y el PNV es algo más que un rollo de una noche, como nos han intentado vender. Es ya un matrimonio de conveniencia muy sólido”.

El que no trabaje, que no coma > Ander Rodríguez (Alternatiba)

POCO o nada hemos avanzado. Dos mil años después, el Gobierno Vasco repite las mismas palabras escritas por Pablo de Tarso: «El que no trabaje, que no coma». Quien rechace una oferta laboral perderá la Renta de Garantía de Ingresos y podría ver afectada su prestación por desempleo. Este y otros subsidios tienen por finalidad asegurar un sueldo mínimo que permita a la ciudadanía el acceso a los bienes necesarios para subsistir. Se lanza, de este modo, un claro mensaje: a quien no acepte un empleo remunerado no tenemos por qué garantizarle la supervivencia.

Un paréntesis. Utilizo el término «empleo remunerado» porque considero restrictivo y excluyente identificar «trabajo» con «contrato laboral». El Gobierno Vasco no reconoce que puedan desarrollarse otras modalidades de trabajo al margen del remunerado, como pueden ser el voluntario o el doméstico. Pero, como se preguntaba el sociólogo Claus Offe: «¿Por qué razón deberían enhebrase todas las actividades útiles que los seres humanos son capaces de hacer a través del agujero de un contrato laboral?».

Volviendo sobre mis pasos, parece que la consejera Gemma Zabaleta entiende que la garantía de existencia debe tener una contrapartida, por lo que una persona debe estar dispuesta a aceptar cualquier tipo de contrato, por precarias que sean sus condiciones, si es que quiere comer. Al parecer, es un problema para la Administración vasca que un pobre pueda alimentarse si decide no desarrollar un empleo remunerado. Sin embargo, esta disyuntiva no se plantea con otras clases sociales, ya que hay quien no trabaja y sí come, porque dispone de tierras o de capital. El problema, una vez más, son los pobres.

Para que la gente acepte con normalidad que se retiren las ayudas públicas que protegen la existencia de quienes menos tienen, se ha desarrollado durante los últimos meses una brutal campaña política y mediática que ha hecho énfasis en una supuesta estafa masiva en estas prestaciones. No resulta complicado desmontar la falacia. El fraude en la Renta de Garantía de Ingresos no alcanza el 2%. Todos los perceptores pasan al menos una revisión anual, mientras que la inspección de las rentas que provienen del capital sólo alcanza el 1,2%. ¿Dónde creen que debería centrar sus esfuerzos fiscalizadores la Administración?

Volvemos a caer en la llamada trampa de la pobreza: se desincentiva la búsqueda de una ocupación asalariada que no compense lo que se percibe en concepto de subsidio condicionado. Pero tratar de superar esta trampa obligando a las trabajadoras y trabajadores a aceptar labores especialmente penosas y mal pagadas resulta una rendición ideológica ante la clase empresarial. Ya lo dijo sin complejos la patronal vasca Confebask: «Hay que ser conscientes de que el nivel asistencial marca en muchos casos el listón para trabajar o no». Es triste que el Gobierno Vasco no muestre inquietud alguna por la firma de contratos basura que se sitúan cerca o incluso por debajo del umbral de la pobreza, sino por una ayuda social que podría llevar a que un grupo de población se negara a aceptar contratos precarios.

Esto nos conduce al único y terrible efecto de la medida anunciada: la pérdida de libertad. Si una persona no tiene cubiertos unos mínimos para vivir, no dispone de libertad real, ya que su libertad de elección se ve coartada por sus necesidades. Condicionar un ingreso mínimo a la aceptación de cualquier oferta de empleo conlleva reforzar el dominio del empresario en la relación laboral y debilitará aún más la posición de las trabajadoras y trabajadores a la hora de negociar.

Si lo que se pretende es superar la trampa de la pobreza y el desincentivo que hipotéticamente pueden suponer las ayudas condicionadas, bien podría apostar el Gobierno Vasco por una Renta Básica de Ciudadanía. Definida por el Basic Income Earth Network como «una forma de renta mínima garantizada que difiere de las que existen actualmente en varios Estados europeos en tres importantes sentidos: primero, es pagada a los individuos y no a los hogares; segundo, es pagada independientemente de otras fuentes de rentas; finalmente, es pagada sin requerir el desempeño de ningún trabajo o de la voluntad de aceptar un empleo ofrecido».

Esta fórmula garantiza las condiciones materiales de la libertad, establece una cobertura del 100%; elimina humillantes controles; erradica la estigmatización de la pobreza; garantiza mejor reparto de la riqueza; ahorra costes a la Administración; incentiva el autoempleo, el trabajo a tiempo parcial y el gusto por el riesgo; reconoce el trabajo voluntario y el doméstico; hace desaparecer el fraude y supera la trampa de la pobreza. Una Renta Básica de Ciudadanía que no conoce obstáculos técnicos, pero conoce obstáculos políticos. Simplemente, no es aceptable para quienes están mejor.

Algo huele a podrido en Karrantza

Alternatiba pide responsabilidades políticas ante la chapuza de la planta de purines en Karrantza

Jonathan Martinez: «Algo huele mal y no es el excremento animal, por lo que pediremos la comparecencia de la Diputada foral de Agricultura»

Bilbao, 14 diciembre 2010. El grupo de Alternatiba en las Juntas de Bizkaia ha calificado de «muy grave» la situación en la que se encuentra la futura «supuesta» planta de purines en Karrantza.

El portavoz de Alternatiba, Jonathan Martínez, ha señalado que, «algo huele mal en esta operación y no es el excremento animal para el que supuestamente se estaba construyendo esta planta» En este sentido, Martínez ha recordado que «desde el año 2004 se ha invertido 14.5 millones de euros de dinero público para una instalación que sólo se ha ejecutado el 30% y está paralizada la obra.»

A juicio del dirigente de izquierdas, «una vez más las instituciones lideradas por el PNV nos meten en una aventura con un final incierto en la que juegan con el dinero público.» El juntero de Alternatiba ha solicitado la comparecencia urgente de la Diputada de Agricultura, Irene Pardo, para que explique «las razones por las que la Diputación de Bizkaia ha invertido dos millones de euros y qué actuaciones piensa realizar ante la paralización de las obras.»

Finalmente, Jonathan Martínez ha querido destacar «la desfachatez que supone que el dinero público se derroche sin control en muchos proyectos de amigos del PNV y todo lo que sea gasto social se contenga.»

Entrevista a Alberto Garzón, miembro del Consejo Científico de ATTAC

Entrevista realizada por Jorge Segoviano y publicada en Astekari Digitala

¿Que es ATTAC?

Es un movimiento social que nació para reivindicar la puesta en marcha de un impuesto que gravara las transacciones financieras, y en el transcurso de los años ha ido desarrollándose en distintos países, sobre todo en Francia y en España, y evolucionando en sus reivindicaciones. Hoy en día vamos mucho más allá en nuestras reivindicaciones y en esa línea la última acción en la que estamos volcados es la reivindicación de la nacionalización de las Cajas de Ahorros.

¿Qué papel ha tenido la banca privada en la crisis que estamos sufriendo actualmente?

Ha tenido un papel clave, porque es la columna vertebral del sistema financiero, el cual ha quebrado en esta crisis. Fundamentalmente el desencadenante hay que buscarlo en las prácticas de los bancos estadounidenses que, con sus “hipotecas basura” y sus prácticas especulativas inmobiliarias contribuyeron enormemente a la burbuja financiera del país. Y son estos mismos bancos los que se encargaron de distribuir estos activos tóxicos por el mundo para minimizar sus daños, con la colaboración interesada de la banca privada mundial.

¿Y en España?

En España ha sido distinto: los bancos españoles no se  han visto demasiado afectados por la crisis “sub prime” porque no tenían que irse fuera a hacer negocio. Su negocio ha sido fundamentalmente la especulación inmobiliaria. En unas condiciones además más ventajosas para ellos que en Estados Unidos: allí si una persona no paga la hipoteca el banco se queda con la propiedad, pero aquí si la propiedad vale menos que la hipoteca te embargan todo hasta que se cubra la deuda.

¿Por qué se ha cortado el grifo de la financiación a las empresas y familias?

A los bancos les sale mucho más rentable especular, porque consiguen un beneficio mayor y más inmediato, que hacer negocio con los préstamos, donde el beneficio retorna al cabo de un tiempo. Esto afecta a toda la sociedad que no tiene los fondos que necesita para producir y/ consumir.

¿Están a punto de perder su función primaria, entonces?

Están totalmente desvirtuados, todas las des reglamentaciones que se hicieron desde los años 80 posibilitaron que la banca y el sistema financiero en general se desplazara desde las actividades productivas hacia las actividades especulativas, porque le era más rentable, cómo ya hemos dicho.

¿Y las Cajas de Ahorros no han cumplido esa función que parece perdida en los bancos?

No, porque han venido funcionando en la misma línea, han competido contra los bancos y se han visto afectadas de la misma forma. Sobre todo las grandes Cajas, que se han volcado en el negocio de la construcción, por lo tanto sus problemas para seguir financiando han sido los mismos, y probablemente ese sea uno de los motivos por los que se rescatan las Cajas de Ahorro, porque son los más débiles en ese momento.

¿Y cómo afecta la nueva ley de Cajas de Ahorro a esta situación?

Fundamentalmente es un intento de vender ese mercado, el mercado de las Cajas de Ahorro y sus clientes, a los bancos. En la práctica eran casi lo mismo pero con esta reforma se van a asemejar incluso en términos legales. Se trata de una ayuda a los bancos, ya que van a poder absorber todo el negocio de las Cajas para poder reflotar su propio negocio.

En ATTAC reivindicáis la nacionalización de las Cajas de Ahorros. ¿Cómo se nacionaliza una Caja de Ahorros, o un banco?

En el caso de los bancos, si cotizan en bolsa se puede comprar sus acciones, quedándose el Estado con la propiedad del banco, lo que significa quedarse con los beneficios, las pérdidas, la infraestructura, el personal, etc. Esto ha sido una práctica habitual en países cómo Inglaterra o Estados Unidos. En el caso de las Cajas de Ahorros hay que seguir otro procedimiento ya que no tienen acciones, pero en definitiva viene a ser lo mismo: hacerse con la propiedad de toda la entidad, de sus derechos y de sus obligaciones. Porque la práctica habitual en este sentido ha sido la de nacionalizar cuando las deudas eran mayores que los beneficios, que es en realidad una socialización de las pérdidas. Es decir que hay que dirigir dinero público para pagar las deudas de una entidad que en tiempos de bonanza distribuyo sus beneficios únicamente entre sus accionistas.

¿Qué beneficios sociales tendría la creación de una banca pública?

Muchos. Primero a nivel productivo: en el caso de España que está buscando escapar de un modelo productivo cómo el de la especulación inmobiliaria, necesita definir cuales van a ser los sectores que van a ser la punta de lanza de la economía y proporcionar incentivos a los capitales para que acudan a estos sectores. En este sentido la banca pública podría tener un papel fundamental creando líneas de crédito especiales, con menor tipo de interés, para las empresas o inversores que operaran en ese ámbito. Y a nivel de consumo también tendría una gran aportación, ya que en los últimos años la banca ha cambiado su línea de negocio con las familias e individuos, obteniendo beneficios a través de las comisiones, e incluso con prácticas depredatorias, cómo se ha visto en Estados Unidos donde engañaban a los clientes de las hipotecas “sub prime”. La banca pública tendría que tener prohibidas todo este tipo de prácticas depredatorias y sería una herramienta para fomentar el consumo hacia el ámbito más adecuado. Y por supuesto la banca pública debería tener restringidas las operaciones especulativas, ya que se guiaría por criterios sociales, no tendría necesidad de competir con la banca privada y por lo tanto no tendría que guiarse por criterios de rentabilidad.

¿A nivel práctico, se propone la coexistencia de banca privada y banca pública?

ATTAC, en su último manifiesto así lo propone. Si la banca pública naciera del germen de las Cajas de Ahorros estaría más enfocada hacia los trabajadores y las PYMES, ya que en general se han especializado en este segmento del mercado, los bancos están más enfocados a las grandes empresas. Esto a efectos prácticos podría dar bastantes problemas, porque en el fondo estarían compitiendo, por lo que sería vital marcar sus límites: qué puede hacer la banca privada y qué la banca pública.  

¿No es posible que toda la banca sea pública?

Todo en economía es posible, pero sería muy complicado nacionalizar los bancos ya que tienen un gran poder no solo a nivel económico sino a nivel de relación con los partidos políticos. Además sería muy costoso a nivel económico, por eso se propone nacionalizar parte de la banca, las Cajas de Ahorros, cuyo coste sería más asumible.

¿No acusarían al Estado de hacer competencia desleal?

Sí, efectivamente, y muchos economistas dirían que eso distorsiona la economía. En el fondo es un debate viejo, porque la existencia de bancos públicos no es nada nuevo. En los años del neoliberalismo, tanto en España como en el resto del mundo se tuvo ese debate y se privatizaron los entes públicos, y estas son las consecuencias. Se trata de recuperar una herramienta para el Estado. Todos los estados tienen ciertas herramientas económicas para organizar la sociedad: la política monetaria, la política fiscal, y por supuesto la política financiera. En los últimos años la política monetaria se ha regalado directamente al Banco Central Europeo, y la banca pública que existía se privatizó en los 80. La poca capacidad que tienen los estados para responder a la crisis hoy en día es debida a que han regalado sus herramientas de reacción. 

¿Cómo afecta la pérdida de capacidad en política monetaria a los gobiernos europeos?

Perder la política monetaria significa perder un instrumento clave, es lo que determina los tipos de interés. La decisión o no de subirlos la toman ahora gente que se supone aséptica, pero muy alejada de los problemas de la gente y que no han sido elegidos democráticamente, y sus decisiones afectan al bolsillo de los trabajadores y las PYMES.

Si a eso le unimos cual es la línea que se ha venido siguiendo en política económica a nivel europeo, hay muy poco margen, por ejemplo al prohibir la superación de un 3% de déficit, cosa que luego cuando les interesa no se cumple. Otro ejemplo: el tratado de Lisboa impide a los estados prohibir las transacciones con paraísos fiscales. Si además cuentas con instituciones como el Banco Central Europeo que son profundamente neoliberales… de hecho es más neoliberal que la Reserva Federal que es su equivalente en Estados Unidos: la Reserva Federal tiene cómo objetivo preocuparse por la inflación y el empleo, pero el Banco Central solo se preocupa de la inflación, y la inflación preocupa fundamentalmente a quienes tienen mucho dinero, al resto le afecta pero para ellos el empleo es una variable más importante.

¿Y que puede hacer el gobierno español y los autonómicos?

Tienen capacidad tanto para revertir este proceso cómo para realizar acciones en otros ámbitos. Sin embargo la política fiscal de Zapatero en estos años ha sido totalmente regresiva, en el sentido de que ha subido los impuestos a las clases populares y los ha bajado a los más ricos, y eso no se puede justificar por que no tiene capacidad. Aunque luego se escuden siempre en la cuestión europea, cosa que hacen muy a menudo los gobernantes de estados europeos. De hecho cuando hemos trabajado el tema de las pensiones nos hemos encontrado que muchos analistas neoliberales recomiendan que la privatización de las pensiones se haga desde el ámbito supranacional, porque así los estados no tienen que dar cuentas, ellos dicen que lo impone Europa y así no les penalizan políticamente.

Me da la impresión de que el modelo Europeo no es lo que nos vendieron cuando entramos.

Es la Europa del capital, no la de los trabajadores, aunque haya tenido ideas sociales en su inicio, su desarrollo ha hecho que se configure cómo un elemento de poder político dirigido por las grandes empresas. En vez de construir una Europa alternativa, una Europa que se caracterice por un Estado de Bienestar fuerte y con amplitud de políticas sociales, la Europa que se ha construido poco a poco, es una imitación del modelo anglosajón. Con dificultades, por que la gente está acostumbrada a tener ciertos derechos sociales, porque si pudieran habrían desmantelado el Estado de Bienestar mucho más rápidamente. Pero poco a poco lo van consiguiendo, y con la crisis han dado un paso más allá, reduciendo la financiación a lo público en todos los sentidos: la sanidad, la educación, etc. Cuando los servicios públicos pierden financiación, llega a menos gente y pierden calidad, por lo que la gente empieza a percibir que no son eficientes y se justifica su privatización.

¿Y la crisis no ha hecho retroceder este proceso?

Las medidas que se están tomando ahora para salir de la crisis son de corte neoliberal, a pesar de que al principio cuando comenzó la crisis Sarkozy habló de refundar el capitalismo. Son palabras fuertes pero se quedaron en nada, al final el estado ha intervenido la economía masivamente pero a favor de los culpables de la crisis. La batalla de la crisis la están ganado las fuerzas neoliberales, si los sindicatos hubieran realizado huelgas masivas hubieran demostrado su fuerza de resistencia. Los sindicatos han perdido mucho poder y han sido muy desprestigiados, por ellos mismos en muchos casos, y eso ha dado vía libre a que estas medidas se hayan podido imponer con relativa facilidad. Esto hubiera sido impensable en otros tiempos, reformas como la bajada de un 5 % al sueldo de los funcionarios, sin apenas resistencia. Y estamos observando que España es de los países menos contestatarios, lo que nos hace ser pesimistas y pensar que van a seguir ganando. Puede ocurrir que esas actuaciones hagan derivar la crisis en una recesión, lo que nos pondría en otro escenario, pero lo que está claro es que otra vuelta de tuerca neoliberal viene seguro.

Unos presupuestos nefastos para Bizkaia

Alternatiba pide al diputado general la devolución del presupuesto porque genera más crísis

Los presupuestos han sido redactados a puerta cerrada y de espaldas a la ciudadanía

Bilbao, 10 DE DICIEMBRE DE 2010 – El grupo de Alternatiba en las Juntas Generales de Bizkaia ha solicitado hoy al diputado general, José Luis Bilbao, la devolución del presupuesto de 2011, ya que el Gobierno foral ha presentado «un proyecto continuista que no responde a las verdaderas necesidades de un territorio plagado de EREs y ahonda en las mismas medidas fallidas que nos han conducido a la actual crisis».

Así se lo ha manifestado el juntero Jonathan Martinez al diputado general en la presentación de la enmienda a la totalidad a las cuentas del próximo año discutidas esta mañana, en la que le ha advertido de que el Gobierno foral vuelve a cometer los mismos errores que en el pasado: «Este modelo no favorece un reparto equitativo de la riqueza, nos conduce a una crisis ecológica global y ahonda en las desigualdades y en la pobreza. El presupuesto foral, además, margina la política social en un momento de crisis en el que peor lo están pasando las familias, no piensa en los ciudadanos y les da dinero a las empresas privadas. El modelo social que impera es el de la subcontratación y la privatización», ha señalado Martínez.

El juntero de izquierdas ha explicado que el modelo que certifica este presupuesto es el del hormigón con la idea de que «cementando el territorio se arreglan los problemas. Tenemos que destacar partidas presupuestarias como la de Azpiegitura con 112 millones de euros e Interbiak con 273 millones de euros. Mientras los servicios sociales y la asistencia domiciliaria pierden peso en las cuentas.»

El juntero de Alternatiba ha trasladado también a las Juntas Generales su preocupación por la elaboración de un presupuesto sin ningún mecanismo de participación ciudadana y por lo tanto de espaldas a la realidad bizkaitarra.

Finalmente, Jonathan Martínez ha criticado que el autodenominado partido socialista de un pase a los presupuestos por «orden de Madrid». Para el juntero de Alternatiba los socialistas «tienen una visión tan sucursalista de la política que da igual lo que proponga el PNV en los presupuestos que ellos esperan ordenes de Madrid, con la misma atención que Zapatero espera las ordenes de los mercados para dictar sus políticas.»

«Las cuentas del Gobierno foral son radicalmente distintas a las que presentaría Alternatiba, que no dejaría en la estacada a quienes más lo necesitan en este territorio y arbitraría medidas realmente eficaces contra la pobreza.», ha concluido Martínez.

Despotismo ilustrado bilbaino

Imagen: Correo

El lunes 13 de diciembre se reunirá el Consejo Cívico de Bilbo. La composición elitista y no paritaria del Consejo, así como los temas a tratar en la reunión, dan una idea del carácter meramente propagandístico que PNV e IU conceden a este órgano decorativo.

Es sumamente significativo que la ponencia principal de la reunión, “El cambio de escenario global al que se enfrenta Bilbao”, sea presentada por Pedro Luis Uriarte, exconsejero delegado del BBVA, y que nos da una idea del modelo de ciudad por el que apuesta el actual equipo de gobierno.

Un modelo de ciudad que prioriza el desarrollo especulativo y urbanístico del centro de la ciudad y el eje marcado por la ría y deja abandonado a los barrios, donde vive la mayoría de la población. Cada vez es mayor la brecha entre el centro y los barrios y hoy es el día en el que recortan prestaciones sociales para los sectores más desfavorecidos y barrios enteros carecen de servicios básicos como accesos en condiciones, transporte público, escuelas infantiles y un largo etcétera, mientras las inversiones millonarias se suceden una tras otra en el centro.

Así mismo, los grupos municipales de la izquierda abertzale, EA y Alternatiba queremos subrayar que la pluralidad y riqueza asociativa existente en la Villa para nada está representada en un Consejo constituido por obligación que no por vocación; con un fin exclusivamente mediático; y cuya composición destaca por la excesiva y casi única presencia institucional y empresarial, la marginación del tejido social y de la cuarta fuerza política de la villa – la izquierda abertzale obtuvo en las últimas elecciones municipales más apoyo electoral que la coalición IU-Aralar-, y la ausencia absoluta de paridad (únicamente 10 de las 75 personas que lo componen son mujeres, es decir, la presencia de mujeres apenas alcanza el 13,33%); y la insultante discriminación del
Euskara, tanto en sus reuniones como en las actas y comunicaciones, en una ciudad en la que vivimos 165.000 euskaldunes o cuasi euskaldunes (datos de la memoria municipal).

Frente a este modelo elitista de ciudad escaparate que se nos quiere imponer, la izquierda abertzale, EA y Alternatiba abogamos por otro modelo de ciudad construido sobre la base de las necesidades reales de la población y los barrios. En lo que se refiere a participación ciudadana ésta es una de las asignaturas pendientes de Bilbo. A pesar de las oportunidades que ofrece, la actual arquitectura institucional de la villa está diseñada para cercenar la participación ciudadana. La nutrida manifestación celebrada en junio de 2008 por las asociaciones vecinales o la reciente dinámica ciudadana contra la ampliamente contestada Ordenanza sobre Espacio Público no es sino la constatación de una ausencia considerable de cauces de participación.

La puesta en marcha del Consejo Cívico debiera haber sido una oportunidad para invertir la tendencia actual. Sin embargo, el hecho de que haya sido tramitada sin debate social alguno; que su composición esté absolutamente descompensada a favor de un determinado sector (empresarial y hotelero), deje al margen a sectores sociales completos y para nada refleje la paridad entre mujeres y hombres; es demostrativo del escaso, por no decir nulo, interés con el que PNV e IU afrontan la constitución de este órgano institucional.

En Bilbao es necesario un replanteamiento serio de los cauces de participación ciudadana. Creemos que el sistema de Consejos de Distrito, Consejos Sectoriales y Consejo Cívico del que se dota como instrumentos de participación ciudadana el Ayuntamiento no son las herramientas adecuadas tal y como se encuentran definidas
para dar cauce a la participación de la ciudadanía en los asuntos y decisiones de la política municipal. De hecho, y ejemplo de ello es que de manera reciente ha estado aprobado el proyecto de presupuesto municipal sin ninguna participación de ninguna asociación ciudadana, pese a ser el documento donde se trazan las líneas que marcarán el modelo de ciudad que se va construyendo.

Y es que en concreto el Consejo Cívico es una clara demostración de cómo el gobierno municipal de Bilbao, con el Alcalde Azkuna a la cabeza, apuestan por el alejamiento de los centros de decisión de la ciudadanía hacia élites económicas o políticas, y la tecnificación de los procesos de toma de decisión y gestión de los asuntos públicos.

Azkuna hace gala de su despotismo ilustrado y coarta la participación de la ciudadanía en los asuntos municipales, huyendo de una ciudadanía concienciada que controle la actividad de la clase política y funcionarial.

Izquierda abertzale, Ea y Alternatiba proponemos para Bilbao un modelo de democracia radical que se asiente en los siguientes pilares:

  • El control ciudadano del Ayuntamiento: para lo cual es necesario garantizar el derecho a la información de los asuntos municipales con claridad.
  • El derecho de propuesta al municipio: porque el pleno del Ayuntamiento de Bilbao se ha convertido en una reunión cerrada inaccesible a las propuestas de la ciudadanía.
  • El derecho a la participación: revisando las estructuras y reglamentos de los órganos hasta ahora existentes y facilitando así mismo la participación ciudadana en organismos autónomos y sociedades municipales.
  • El derecho a la consulta ciudadana: garantizando que la ciudadanía sea consultada en aquellos asuntos estratégicos para la ciudad o cuando así se solicite por una parte sustancial de la propia ciudadanía.

Nacionalización del sistema financiero en Euskal Herria

La misión específica del sistema financiero debería ser la de de vincular el ahorro, por un lado,  con la inversión y con el consumo, por el otro, el corto con el largo plazo, garantizando de esta manera el acceso a crédito para la economía productiva y generadora de empleo, así como posibilitando el consumo de los particulares para la satisfacción de sus necesidades básicas. Esta función social de las finanzas debería a su vez insertarse en una lógica de regulación pública, que estableciera las condiciones ecológicas, laborales y sociales oportunas para las prioridades sociales de préstamo, inversión y consumo.

Desgraciadamente, la realidad actual de la banca –y del modelo económico vigente- se encuentra en las antípodas de la función que debería cumplir. Así, frente a ese rol natural de facilitador, el sistema financiero se ha convertido en el máximo exponente de la búsqueda incesante de la maximización del beneficio a corto plazo, llevando al extremo la lógica de desregulación, privatización, mercantilización y descontrol público y social de la economía. El resultado es la primacía de la economía no productiva, a través de un ingente mercado de capitales completamente flexible –en un día dichos mercados mueven seis veces lo mismo que genera la economía productiva mundial en todo un año-, que se rige con lógicas cortoplacistas y de ganancia rápida, y que genera una vulnerabilidad extrema a nivel planetario, con efectos devastadores, como hemos podido comprobar.

Así, no hay más que analizar nuestra historia reciente para constatar esta espiral suicida, para darse cuenta de que se ha tropezado en la misma piedra una y otra vez: crack del Nikkei a causa de la burbuja inmobiliaria de Japón en 1990; la crisis del Sistema Monetario Europeo en el 92; efecto Tequila en el 94; la caída de los dragones asiáticos en el 97; el efecto Vodka en el 98; el efecto Samba en el 99; pinchazo de las punto com; Enron y el corralito Argentino en 2001, y finalmente el crack de las hipotecas basura en 2007, cuya crisis aún estamos sufriendo.

Por supuesto, a esta realidad de crisis permanente, con graves efectos sobre los derechos de las personas y pueblos, ha contribuido específicamente la colusión de intereses de mercados especulativos y gobiernos neoliberales. De esta manera, el tamaño global del mercado, junto al peso específico de este sector especulativo, genera una creciente presión sobre los gobiernos, que definen sus políticas en función de las supuestas necesidades de los mercados, en detrimento de las prioridades para la población.

Ante ello, es necesario que la banca asuma la función de promoción del empleo, de la inversión productiva y del consumo responsable, y para ello debemos apartarnos radicalmente del camino capitalista y neoliberal. Por ello, abogamos por un modelo socioeconómico alternativo, que ponga los derechos de las personas y pueblos en el centro de su actuación. En este nuevo modelo, la banca tomaría la consideración de servicio público, con lo que evitaríamos la autorregulación del sector –que es lo que le confiere poder y capacidad destructiva-, a la vez que se constataría la insuficiencia de los controles establecidos en la actualidad, que no son más que puro maquillaje.

Por ello, abogamos por un sistema financiero regulado y bajo fuerte control social y público – empezando por los Bancos Centrales, superando la falacia de su supuesta asepsia y autonomía-. De esta manera, y en el contexto actual, sólo un sistema financiero completamente público y bajo estricto control democrático, puede servir a los objetivos formulados por la sociedad, en términos de empleo, ecología, cuidado, etc.

Por lo tanto, abogamos por la completa nacionalización del sector financiero en Euskal Herria y, como primer paso en esta estrategia, defendemos el mantenimiento y amejoramiento del estatus público de las cajas de ahorro vascas -BBK, Vital Kutxa, Kutxa y Caja Navarra-, bajo dos premisas fundamentales: una, la de definir una regulación interna específica que normativice su misión, de manera que los parámetros sociales del préstamo y de la inversión se adecuen a las prioridades de una economía del cuidado, de la generación de empleo de calidad, de la lucha contra el cambio climático, de transformación de la matriz energética, del apoyo a los circuitos cortos económicos, del  apoyo al consumo de los sectores más vulnerables, y, en definitiva, de la justicia social; dos, la de establecer sistemas de control social que garanticen precisamente su alineación con los objetivos sociales marcados previamente.

Así, sólo cambiaremos la caótica realidad actual obligando a las Cajas a concretar el marco de su función social –evitando a su vez la actividad especulativa, los elevados tipos de interés, las estafas, las inversiones en paraísos fiscales, en el sector armamentístico, etc.- y estableciendo sistemas transparentes de rendición de cuentas, además de un control directo por parte de los movimientos sociales ligados a la pobreza o a la precariedad, los movimientos ecologistas, sindicatos y partidos políticos.

Se trataría, por tanto, de avanzar en la lógica contraria  a lo legislado por el Gobierno del Reino de España en la reciente Ley de las Cajas de Ahorro. Esta Ley sirve para que las Cajas de Ahorro sean cada vez más una copia zafia de los bancos, imitando sus lógicas perversas -buen ejemplo de ello es la recién creada BBK Bank-. Así, convertir las cajas de ahorros en bancos, es el mejor camino para que estos últimos eliminen la competencia y puedan absorber a las primeras. De esta manera, frente a una banca privada, destructiva, todopoderosa, salvada y ayudada por toda la sociedad, que, a pesar de ello, se atreve, cual Vito Corleone, a señalar con el temible dedo de los mercados a los gobiernos que no se sometan a sus pretensiones, oponemos, de manera radical, una banca pública alternativa.

En estos momentos en Euskal Herria solo tenemos un ejemplo de banca que funcione con esos criterios, y es el caso de FIARE. No obstante, por mucho que este ejemplo sea recomendable para todas las personas que creemos en estas lógicas alternativas, nuestra labor política es exigir que esa función sea pública, y no quedar exclusivamente en el ámbito asociativo y cooperativo de los ciudadanos. Así, nuestros impuestos, junto con  toda la capacidad de control de las instituciones, se deberían destinar a crear un sistema de finanzas al servicio de los ciudadanos y ciudadanas.

Por ello, apostamos por un modelo económico socialista, por una banca pública que asuma una función social, y exigimos la toma de cuantas medidas sean necesarias para que las cajas de ahorro vascas mantengan su estatus público, en los términos antes referidos.

 

 

 

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