Hombres y mujeres de EHBildu comparecemos hoy en un lugar emblemático de la historia de Euskal Herria para la lucha obrera, con el objetivo de apoyar de manera activa y decidida la Huelga General convocada por la mayoría sindical de Euskal Herria junto con docenas de agentes sociales de diversos ámbitos para el próximo 30 de mayo en Araba, Bizkaia, Gipuzkoa y Nafarroa. Y lo hacemos aportando, desde el respeto y la humildad, nuestro grano de arena para lograr que dicha convocatoria sea un éxito y un punto de inflexión en la historia de nuestro país.
Se trata de una jornada de reivindicación, de derechos laborales, de justicia social y, sobre todo, de democracia, pero no solo eso. Ha de ser, también, el punto de arranque de una dinámica de movilizaciones y empoderamiento ciudadano que haga frente a los ataques directos que está sufriendo la ciudadanía de Euskal Herria. Y decimos ataques directos porque los gobiernos que pretenden dirigir nuestras vidas desde Gasteiz, Iruñea y Madrid hace tiempo que decidieron darle la espalda a la ciudadanía para ejecutar los dictados de los grandes poderes financieros. Un sistema realmente democrático no desahucia; no privatiza, y no condena al paro ni la miseria a la ciudadanía para seguir manteniendo el umbral de beneficios de unos pocos.
Y para reconquistar esa democracia que nos niegan y pisotean con su sometimiento y su corrupción, exigimos la soberanía para Euskal Herria. Son las mujeres y los hombres que conforman este país quienes deben decidir y poner en pie las políticas para desarrollar un modelo diferente al actual. Y la ciudadanía vasca ya se ha expresado una y mil veces contra las políticas que dicta la Troika y nos imponen desde Madrid, contra los recortes antisociales y las reformas laborales que pretenden convertir la dignidad de las personas en un ejército de parados dispuestos a aceptar la precariedad para no verse abocados a la pobreza más absoluta.
Necesitamos soberanía para transformar un modelo caduco e incapaz de garantizar las necesidades y la dignidad de las personas, para cambiar un sistema que no solo agoniza por la crisis de los mercados financieros, porque no podemos olvidar que la mitad de la población ya estaba en crisis y ya estaba sometida mucho antes de estallar cualquier burbuja financiera. Y ahora esa clase política que no representa al pueblo porque ha decidido suplantarlo, quiere volver a condenar a las mujeres al hogar y perpetuarlas en un trabajo, no reconocido y ni remunerado. De la misma manera que condena a los y las jóvenes a un futuro incierto de precariedad y desempleo.
Nos dicen gobiernos y patronales que no es momento de movilizaciones. Desde Euskal Herria Bildu discrepamos. De lo que no es momento es de recortar, de precarizar, de privatizar y de atacar los derechos sociales. Lamentablemente, para Confebask, CEN y la Ceoe, y para sus representantes institucionales Urkullu, Barcina y Rajoy, siempre es buen momento para castigar a la ciudadanía, tal y como nos han demostrado esta semana con un proyecto fracasado de presupuestos antisociales, con el enésimo episodio de sus saqueos a las cajas públicas y con los anuncios semanales del presidente español en forma de reformas y recortes.
Podríamos nombrar más de 235.000 razones para ir a la huelga. Podemos poner también nombre y apellidos a las miles y miles de personas a las que se les ha arrebatado cualquier cobertura social, a las cientos que según Mario Fernández son deudores de mala fe y han decidido echar de sus casas por no poder pagar la usura de una banca sin escrúpulos. Pero en realidad nos basta una: El 30 de mayo saldremos a la calle para acompañar a la gran mayoría social que quiere transformar Euskal Herria desde parámetros de izquierda.
Por eso llamamos a la ciudadanía de Hego Euskal Herria a secundar una huelga que tiene que servir para sellar la alianza y el trabajo en común de los que exigimos soberanía para decidir aquí y construir entre todos y todas un modelo público que garantice los derechos sociales de la mayoría frente al actual, que defiende tan solo los de una minoría privilegiada.
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