Mañana se celebrará en Europa una jornada de protesta contra el Tratado Transatlántico de Inversión y Comercio (TTIP) entre los EEUU y la Unión Europea. Siglas que ocultan una de las mayores amenazas de las últimas décadas contra la soberanía de los pueblos, los derechos laborales, los servicios públicos, la soberanía alimentaria y la dignidad de las personas.
El TTIP es un tratado que pretende otorgar más poder a las empresas transnacionales en detrimento de la capacidad de parlamentos e instituciones para legislar y garantizar servicios y derechos a su ciudadanía. Un acuerdo fraguado a espaldas de la ciudadanía en los despachos de los lobbies en Bruselas. Un paso más en la lógica capitalista de no pensar en personas sino en consumidores y que pretende eliminar las diferentes normativas laborales, ambientales y de seguridad para, según afirma la propia Comisión Europea, «reducir costes y retrasos innecesarios para las corporaciones».
El TTIP permitiría a las multinacionales no solo expandirse por los países de la UE con las menores trabas legales posibles sino también, y esto es lo grave, asaltar los mercados sin cumplir las normativas comunitarias en materias tan sensibles como los transgénicos, el uso de hormonas o de pesticidas. La libertad comercial que les concederá el tratado les permitirá vulnerar los principios de precaución y las pocas salvaguardas que existen hoy en día.
De hecho, el TTIP concederá a las transnacionales un estatus de impunidad sin precedentes, hasta el punto de que si ven perjudicados sus intereses podrán denunciar y exigir compensaciones económicas millonarias a los gobiernos cuyas leyes supongan una merma a sus ganancias, para lo que se creará un tribunal ajeno al poder público que velará por los intereses del inversor frente a los estados.
El tratado es un ataque contra la soberanía y la capacidad de decisión de los pueblos en todos los ámbitos. En el caso de Euskal Herria, de aprobarse el TTIP, impedirán a gobiernos autonómicos y demás instituciones propias legislar para proteger los derechos e intereses de la ciudadanía y de los sectores afectados. Por ejemplo, con este acuerdo en vigor, los intentos para frenar la explotación del fracking, con un fuerte rechazo entre la ciudadanía vasca, serían en vano.
Por todo ello, desde Euskal Herria Bildu queremos sumarnos a este día de protesta contra un conjunto de normas que pretenden cercenar la soberanía de los pueblos, negar la capacidad de los pueblos para gestionar sus recursos de manera responsable y sostenible, para defender los derechos de la ciudadanía y garantizar unos servicios públicos y de calidad. Llamamos por ello a toda la sociedad vasca a unirse a las diferentes movilizaciones que se van a llevar a cabo en ciudades como Bilbao, e instamos al resto de fuerzas políticas vascas a rectificar en su actual postura de defensa de este tratado que tanto amenaza la libertad y dignidad vital de nuestra ciudadanía.
Precisamente en defensa de estos argumentos, el europarlamentario de EHBildu Josu Juaristi, que participa en el grupo de la izquierda unitaria europea, GUE-NGL que abandera la lucha contra este tratado que defienden populares y socialistas europeos, participará esta tarde en el espacio Katakrak de Iruñea, en una mesa redonda sobre las consecuencias del TTIP.