Luis Salgado – Alternatiba
Te levantas con la resaca del NO griego y la dimisión de Samaras por perder un referéndum que el no ha convocado (que todo hay que decirlo, aquí no dimitiría ni siendo su apuesta personal, ni aunque le pillasen que ha estafado millones o que su partido se financia de forma ilegal desde su fundación) y esperas que la prensa y los medios de comunicación en general traguen un poco de bilis y hagan análisis serios de lo acontecido. Sin embargo, llega Varoufakis, el Ministro estrella, y presenta su renuncia al cargo para “no obstaculizar las negociaciones del Gobierno griego con el Eurogrupo” Y claro, la prensa y los neoliberales encuentran su alivio. Que si una nueva derrota de Syriza. Que si a Varoufakis le ha perdido su prepotencia. Que si… quieren ver en una victoria pírrica una salida a una situación que desconocen, un pueblo digno en Europa.
Pero en esta partida de partidas superpuestas, con tableros de ajedrez que comparten casillas y fichas, donde los movimientos se hacen en 3D y no sobre un plano de 32 cuadrados blancos y 32 negros, nuestra visión se queda trabada en el árbol que siempre oculta al bosque, y
el avispero griego es un buen ejemplo de ello. La partida es complicada, y las visiones simplistas rara vez se acercan a intuir siquiera lo que cada movimiento significa. Por eso, quienes quieren ver en la dimisión del Ministro de Finanzas griego una suerte de claudicación de Syriza, y una muestra de debilidad del Gobierno Heleno corren el seguro riesgo de equivocarse. Igual que cuando pensaban que el pulso no se mantendría tanto tiempo. Igual que cuando creían que no se atreverían a efectuar un referéndum. Igual que cuando anhelaban una victoria del SI o en el peor de los casos un resultado ajustado. Igual que se equivocarán si siguen pronosticando una rendición sin lucha, sin prisioneros, y sin consecuencias, del pueblo griego.
La partida continúa, y continuará, incluso cuando ya se haya vendido el resultado final. Éste no será sino el punto y seguido, porque el camino ya está lanzado, y al igual que en Sudamérica, una Europa consciente está despertando. Incluso con una victoria final de la UE ( Grecia continúa en Europa, se renegocian parte de las condiciones de la deuda, y se continúa con una política de recortes algo menos agresiva) la Europa del Capital ya habrá perdido, porque al matón del patio le ha salido un respondón y el resto del colegio parece mirarle con envidia. Es cierto que se está entrando en un terreno desconocido, que nadie sabe lo que va a deparar el siguiente movimiento, y por eso aún parece más osado y menos creíble la suficiencia con la que los austericidas y sus voceros nos quieren vender su falso conocimiento. Y es que, día tras día, nos venden una derrota griega, y día tras día Grecia se empeña en demostrar que sigue en la partida. Quizás ahora haya sacrificado a su dama (Varoufakis), como Fisher contra Byrne en el 56, pero los peones (el pueblo griego) ayer se movieron con soltura y harían muy mal los amos del capital en subestimar la capacidad de los peones mientras estos se mantengan en pie.
Del blog de Luis Salgado El mundo imperfecto