Matute: «Yo siempre he pertenecido a sectores de la izquierda que defienden la autodeterminación»

Pregunta, y respuesta, en Osoigo.com al compañero de Alternatiba y diputado de EH Bildu Oskar Matute:

Es curiosa su evolución de un partido como IU, que apuesta por España como lo hace Podemos, a un partido que da por perdida esa batalla y apuesta por la independencia. ¿Cómo explicaría su evolución de IU a EHBildu?

Yo pertenecía a EB, partido federado con IU que defendía la autodeterminación (siguiendo la tradición de la izquierda que acuñó dicho termino y le dio desarrollo en experiencias históricas del siglo XX). Mi posición antes y ahora era clara, creo que Euskal Herria es un sujeto político que tiene derecho a decidir libre y democráticamente su futuro sin imposiciones ni cortapisas ajenas y atendiendo unicamente a la voluntad libre y democráticamente expresada por su ciudadanía. Cuando en IU decidieron no votar a favor de la admisión a tramite del llamado Plan Ibarretxe en el congreso empiezo a tomar conciencia de que en esta cuestión operan dos lógicas identitarias enfrentadas, la vasca y la española. Sobra decir que me siento parte de la primera de ellas desde una visión no excluyente ni dogmática y nada cerca de la segunda que opera y actúa como marco convivencial impuesto y al servicio de realidades ajenas a mi pueblo y las necesidades de este.

No creo, y de esto ya hace tiempo, que exista margen en el estado para levantar un modelo de estructura territorial basado en la libre adhesión de las partes o naciones que actualmente lo integran. Cuando eso es así, desde mi punto de vista, tiene tantos visos de ser real esa federalidad o confederalidad como esperar al unicornio azul. Y si a eso le unes que considero que la correlación de fuerzas para accionar cambios profundos en lo económico y en lo social son más favorables en Euskal Herria que en el estado no creo que quepan dudas sobre la pertinencia de fortalecer la izquierda soberanista e independentista en Euskal Herria desde una perspectiva de clase.

Osoigo.com

Cuando les duele oír la verdad

Diana Urrea – Alternatiba / EH Bildu

A principios de junio de 2013 seguíamos conmocionadas por las tres mujeres asesinadas en menos de un mes. Se sucedieron las protestas del Movimiento Feminista, los gestos y los discursos contra las múltiples expresiones de la violencia machista. También, cómo no, los discursos institucionales…

Y así, llegamos a aquel pleno de control de junio de 2013 del parlamento, finalizando ya el primer curso de legislatura, donde EH Bildu dirigió al Lehendakari una pregunta oral para conocer qué medidas tomaría para terminar con las violencias machistas.

«Necesitamos vidas libres de violencias machistas. Si la prioridad de su Gobierno es la igualdad, actúen, pero actúen ya, den un giro a sus políticas de igualdad, sean responsables con la ciudadanía. Entiendan que las políticas actuales no son suficientes para afrontar el terrorismo patriarcal que está vulnerando de manera sistemática nuestros derechos por el simple hecho de ser mujeres. Porque mientras tanto, los hijos sanos del patriarcado seguirán matando».

El Lehendakari se exaltó cuando EH Bildu puso sobre la mesa la realidad de las violencias machistas

Tras esas palabras que dirigí a Urkullu, recuerdo que el Lehendakari se exaltó sobremanera y pidió que retirara las acusaciones. Parece que le dolió una realidad: mientras las vidas de nosotras se precarizan y se privan de libertad de múltiples formas, este gobierno continúa impasible y se queda de brazos cruzados ante la violencia estructural que padecemos con sus diferentes políticas.

La lista de agravios y conculcación de derechos que nos convierten a las mujeres en ciudadanas de segunda es interminable. Sin embargo, gracias a la decidida lucha del movimiento feminista hemos avanzando y recuperado parte de nuestra dignidad.

Si la prioridad de su Gobierno es la igualdad, actúen, pero actúen ya, den un giro a sus políticas de igualdad

Porque la realidad es demasiado preocupante: Según Emakunde, la brecha salarial entre hombres y mujeres en la CAV es de más de 7.000€ anuales, el 85,3% del trabajo a tiempo parcial es desarrollado por mujeres, el 82% del total de las personas que están en riesgo real de pobreza son mujeres, etc. La lista es tan cruda y dura como interminable.

Y sin embargo, el Gobierno Vasco a lo largo de esta legislatura se ha limitado a la autocomplacencia: todo está bien hecho. Pero, las cifras reales sonrojan a cualquiera. Por ejemplo, el presupuesto que tiene Emakunde para políticas de Igualdad es de 6 millones de un presupuesto de 13.000 millones. ¡Lo mismo que cuestan los uniformes de la Ertzaintza!

EH Bildu ha contribuido a que esas reivindicaciones del movimiento feminista lleguen a la arena política e institucional. Hemos pedido insistentemente que la política feminista sea la política sobre la que pivoten todas las demás. Porque, pensamos y defendemos que mientras haya ciudadanas de segunda, esa democracia será una farsa.

EH Bildu

Aprovechamos la entrada para recordar en vídeo algunas de las intervenciones de nuestra compañera Diana Urrea en el parlamento:

Matute: “Lo que está en debate es si la ciudadanía tiene o no el derecho de decidir quién quiere que sea su lehendakari”

EH Bildu ha manifestado mediante una rueda de prensa que la decisión tomada por la Junta Electoral de Gipuzkoa sobre la causa de Arnaldo Otegi supone la vulneración de los derechos fundamentales no solo de Arnaldo Otegi, sino también de toda la ciudadanía. EH Bildu considera que debe ser la ciudadanía quien decida quién quiere que sea su lehendakari.

 

 

Según el compañero de Alternatiba y diputado de EH Bildu Oskar Matute, y Oihane Zabaleta, lo que está en juego no es Arnaldo sí o no, no es EH Bildu sí o no, lo que está en juego es la democracia misma. “Lo que está en debate es si la ciudadanía tiene o no el derecho de decidir quién quiere que sea su lehendakari”.

EH Bildu cree que hay quienes pretenden desviar el debate sobre este tema, subrayando que lo importante es el proyecto de país, el proyecto social, económico, cultural… que cada uno presenta y que deberían ser precisamente esas propuestas quienes ocuparan el centro del debate político. En ese sentido han denunciado que “todos y todas deberíamos tener el derecho a debatir nuestro proyecto político”.

EH Bildu ha aclarado que presentará las alegaciones pertinentes los próximos días y que su único candidato a lehendakari “es Arnaldo Otegi porque así lo han decidido nuestras bases”.

EH Bildu

Con la ventana en las narices

Iagoba Itxaso – Alternatiba

La política, el cómo nos organizamos los seres humanos, siempre es una cuestión en primera persona. Y es así seas consciente de ello o no, aunque paradójicamente es dicha consciencia la que forma el sujeto. El sujeto es el “yo”, el “nosotros/as». He juntado unas frases que tal vez puedan sonar rimbombantes, pero no deja de ser un hecho que la sociedad vive en una continua crisis de identidad, y nos movemos en base a sus bandazos.

Yo, como sin duda hacemos la mayoría, veo el tiempo político de forma completamente subjetiva. Soy consciente de ello y de que la mayor parte de quienes están a mi alrededor, ven el tiempo político de forma distinta, incluso quienes coinciden, por ejemplo, con mi opción de voto. Personalmente me sitúo en un ciclo que abrió “Zutik Euskal Herria”. Y no como proceso, sino como documento final trasladado al público. En dicho documento la izquierda abertzale trazaba un camino en el que el “nosotros/as” debía situarse en el punto adecuado para crecer y empujar una ventana bien cerrada, hasta romper uno de sus cristales y colarse dentro. Aquí comienza la metáfora que da título a mi artículo. Meses antes de que el Tribunal Constitucional tirara el Estatuto de Autonomía de Cataluña y más de un año antes de que surgiera el 15M, este documento de la Izquierda Abertzale hablaba de trabajar en base al agotamiento del sistema, a la crisis del régimen del 78. En el momento de hacer público el documento final, varios de quienes impulsaron este proceso de debate que deseaba poner en jaque al régimen, entre quienes destacaba públicamente Arnaldo Otegi, estaban en la cárcel debido al mismo.

La presentación del acuerdo de Gernika, de Lortu Arte y de Euskal Herria Ezkerretik rompía desde Hego Euskal Herria el enroque del Estado español. Se mostraba más claramente la cara del régimen del 78. Se creaba Bildu, que independientemente de su situación legal, golpeaba el tablero poniendo en jaque al régimen. En ese mismo momento se creó un “nosotros/as” formado en gran parte por quienes deseaban romper con el régimen, a los que se sumaban también gente que al menos deseaban abofetearlo y podía seducirles la idea de romper. El golpe en el tablero fue suficiente como para afectar a capas populares de todo el Estado, que se situaron en el debate, y mostraron ansias de cambio.

Este sujeto no se quedó mirando como las vacas al tren al 15M, como he podido leer en varios artículos, sino que era parte y uno de los orígenes del mismo. No hay más que ver los resultados electorales de Amaiur para comprobarlo. Ese “nosotros/as” era una expresión de las ansias de cambio.

Cuando tanta gente empuja una ventana y ves cómo cede, cómo las grietas en el cristal se amplían, es fácil que tengas la idea de que, cogiendo impulso, tal vez puedas abrirla con un buen golpe en el centro, en el mismo cierre. En las últimas elecciones europeas surgió entre un grupo de madrileños abanderados por Pablo Iglesias la teoría de “tomar el cielo por asalto” o “la ventana de oportunidad”. Se presentó de forma modesta, pero ya formaba parte del subconsciente de la gente. De hecho, la propia teoría jugaba con ello, con ese subconsciente e ilusión, que en la misma liga que pueda jugar el amor romántico, atrajera la suficiente masa crítica en un “nosotros/as” que rompiera el cierre de la ventana con un golpe decisivo en las elecciones generales. Todo ello culminaba, tras varias citas electorales y varios hitos, con “Unidos Podemos” presentándose en las elecciones españolas del 26J.

Para llevar adelante esa teoría, en Euskal Herria y Catalunya pedían que la gente dejara de presionar el cristal, que se fueran a golpear el cierre de la ventana. Hubo quienes pensaron, e incluso dijeron claramente, que la ventana no cedería. Incluso indicaron que era mucho más sencillo e inteligente romper un cristal. Una expresión concreta de cierto “nosotros/as” denominada EH Bildu, entre otros en boca de Arnaldo Otegi, dijo que la ventana no cedería golpeando el cierre, pero que podían contar con ellos y ellas para abrir la ventana como fuera posible. Lo dijeron por un lado muy conscientes de que un buen golpe ya era inevitable; y por el otro conscientes también de que muchos dejarían de empujar el cristal para intentar ese golpe al cierre de la ventana.

Mucha gente pensó que dejar de empujar el cristal un momento y sumarse a intentar golpear el cierre podría ser buena idea. Hubo quien lo hizo con ilusión, y quienes lo hicieron sin ella. Y finalmente pudimos ver que hubo golpe, pero sin duda no fue suficiente, como muchos y muchas adelantaron. La ventana no cede.

Ese es el momento del ciclo que yo contemplo: tras marcarse como factible el objetivo de romper el cristal desde Euskal Herria, han pasado los años y lo que ha ocurrido es que se han abierto amplias grietas desde Catalunya y se ha pegado un fuerte golpe en el cierre, que se ha demostrado totalmente insuficiente a pesar de haber retirado cierta presión en los cristales en Catalunya y Euskal Herria.

Hay una secuencia que personalmente marco como de gran importancia para la correcta lectura del momento actual: Arnaldo Otegi tendiendo la mano a la izquierda española en su bienvenida tras salir de la cárcel, el acompañamiento de EH Bildu en el gesto y la carta abierta de Oskar Matute a Pablo Iglesias situando de nuevo en un proceso constituyente en Euskal Herria la posibilidad de acabar con el régimen del 78.

La ponencia de Pablo Iglesias junto a compañeros y compañeras en la Universidad Complutense de Madrid el día 4 de Julio sin duda es una clara respuesta a esa secuencia. En su locución niegan la crisis del régimen del 78: si existió, si hubo oportunidad, no lo conseguimos. Bajan los brazos, y sitúan como posibilidad que con el tiempo “Unidos Podemos” derivando en una fuerza socialdemócrata y alejándose de su imágen y propuestas “outsiders”, que generan miedo a la sociedad española, consiga cuota de poder al mismo tiempo que consiga mantener como objetivo acabar con el régimen. Viendo la grabación (que realmente recomiendo ver al menos las dos primeras intervenciones), no hay que ser ningún psicólogo erudito para poder ver en sus caras la poca confianza que pueden tener en esa posibilidad. Sus bases comienzan a responder y recogen la negación de la crisis del régimen, aunque una parte preferiría volver a un discurso menos socialdemócrata y más “15M” que no pierda el objetivo y otra, aparentemente mayoritaria, acepta esa posibilidad de ser el recambio del PSOE. El debate continúa, pero es fácil ver el bloqueo en el que se sitúan. Hay quienes incluso se hacen trampas al solitario retorciendo algunas palabras de Iglesias: al mismo tiempo que niegan la crisis del régimen sitúan como causa de que no se abriera la ventana el millón de votos perdidos respecto a las anteriores elecciones.

Hace un par de años dije que Podemos en la CAV o terminaba convirtiéndose en una fuerza soberanista vasca o terminaría siendo poco más de lo que era por entonces el “quinto espacio”. Ahora se han sumado en “Unidos Podemos” esas fuerzas que entonces conformaban el “quinto espacio”, siendo Podemos totalmente mayoritaria. Desde Madrid «Podemos» niega hoy la crisis del régimen y el “consejo autonómico de Euskadi”, que es considerado “oficialista”, sin duda coinciden con el diagnóstico. Ahora son «Podemos» quienes dicen “no se puede”. Ante la propuesta de romper con el régimen del 78 a través de un proceso constituyente en Euskal Herria, la respuesta de «Podemos» es que no, que prefieren esperar a tiempos mejores. Tras situarse en un “nosotros” muy concreto hasta las últimas elecciones españolas (el “nosotros/as” de quienes desean romper hoy y ahora con el régimen del 78), bajan los brazos, no desean intentarlo desde la Comunidad Autónoma Vasca. Debido a ello se sitúan en las próximas elecciones como formación que no busca la soberanía social, que no desea ser una expresión popular, sino simplemente entrar en el parlamento vasco para fortalecer su proyecto como fuerza socialdemócrata española.

Hay otro importante agente que he evitado nombrar hasta ahora, el PNV. Sinceramente, no creo que sea necesario decir mucho sobre el mismo más allá de que respecto a este partido, la distancia entre apariencia hacia la sociedad y hechos es un debate más apasionante que cualquiera que tenga que ver con metáforas de ventanas. Unidos Podemos se plantearon una campaña basada en la confrontación con el PNV, pero comprendieron que se encontrarían con un frente doble e irregular. La verdad es que no sé si podría darle un nombre adecuado a eso que se encontrarían, tal vez “reacción y vasquismo” podría serlo. Y aunque esto podría llegar a afianzar su tercera posición de cara a las siguientes elecciones, el refuerzo que obtendría el PNV es previsible que se complicaría desbancarlo, y sería fácil prever que, sin cambios de calado en el proyecto, con el tiempo acabarían cayendo a su posición proyectada desde el resto del Estado, y que vendría a ser la quinta posición en la CAV, por detrás del PP y PSOE. Debido a ello, es previsible que hagan una campaña que intente otorgarles su propio espacio como fuerza socialdemócrata española, con todo el apoyo de unos medios, que aunque les están dejando de lado en muchos aspectos, continúa siendo su gran fuerte. La elección de su candidata, Pili Zabala, es en parte muestra de ello, aunque preocupa cómo pueda desenvolverse con personas como Idoia Mendia en frente, que sin duda pugnará en parte por dicho espacio.

EH Bildu se propuso escuchar a la gente y llevarlo a la práctica, y creo que lo que ha percibido son las ansias de romper con ese régimen del 78 en crisis; que lo que ha visto es que este “nosotros/as” que deseamos el fin del régimen del 78, lejos de haber disminuido, es mayor que nunca; que ha confirmado que el deseo de la gente realmente es construir un país digno, hacer presión en el cristal de la ventana hasta que se rompa, y seguir un camino en libertad. Desgraciadamente ninguna fuerza política parece un gran aliado para ello. Por ello considero que EH Bildu necesita ganar en las siguientes elecciones, sin mirar sondeos que indiquen hasta dónde se puede o no llegar; obtener los resultados que fuercen a otras formaciones a permitir que este país, con todos sus agentes sociales, avance como desea hacia la dignidad, hacia una sociedad más justa.

Termino con unas palabras de un reciente artículo de Arnaldo Otegi:

“Quiero hacerme eco de los sentimientos de decepción que he observado en nuestro pueblo por la impotencia y la frustración generada tras los resultados electorales en el Estado español. La evidencia de que el cambio no es posible se ha abierto paso y lo ha hecho, además, de manera transversal. A todos esos conciudadanos y conciudadanas me dirijo, para decirles que hay esperanza, que el cambio es posible, que el cambio es necesario y que ese cambio puede empezar a materializarse en las próximas elecciones de otoño. Porque aquí, en Euskal Herria, sí se puede, desde el soberanismo y la izquierda.”

Aquí sí se puede.

Del blog Ignominia por fascículos

Oskar Matute: «Ha llegado el momento de demostrar nuestra capacidad para confrontar su apuesta por la negación de derechos»

Gorka Castillo para CTXT

Para Xavier Domenech, la del martes fue una jornada dura. Sólo los 72 diputados de su partido apoyaron su candidatura a la presidencia del Congreso. El 80% restante decidió descartarlo para la segunda y definitiva votación. Fue una inmensa decepción. Un resultado que la cabeza de En Comú Podem no esperaba. Entre las infinitas teorías en las que políticos y avezados analistas andan enzarzados para explicar los motivos de este fracaso, hay una que cobra vida a tenor de los resultados: los nacionalistas vascos y catalanes, 24 votos decisivos, dinamitaron la estrategia de un candidato dispuesto a abrir los candados que mantienen confinado su sancta sanctorum, el “derecho a decidir”, en las mazmorras más inaccesibles del Congreso.
 
A juicio de estos diputados, al menos para los de EH Bildu y, en cierto modo, también para los de ERC, “la gestación de apoyos realizada por Podemos no fue buena. Si hace seis meses mostraron torpeza por culpa de su bisoñez, ahora no ha sido el caso. Han tenido la oportunidad de trabajarse el acuerdo de una manera más intensa pero lo hicieron a toda prisa, casi a última hora. Confiaron más en la táctica política que en la estrategia a largo plazo, en el para qué”, afirma Oskar Matute, un debutante de la izquierda abertzale en esta legislatura tras 11 años de instrucción en la Cámara autonómica vasca.
 
Pero no resulta fácil explicar semejante trastazo desde la óptica periférica, especialmente cuando el juego consistía en arrebatar al PP el tercer escalón de poder del Estado. Quizá, como escribió Guillem Martínez, el impagable corresponsal político de esta publicación, “la tensión, incluso el intríngulis, es que todo se desarrolla en una cultura política que no puede verbalizarse en voz alta desde 2011. Quizás, por eso mismo, no hubo posibilidad de Gobierno en la anterior legislatura, esa cosa a la que se accede hablando en voz alta”. Y apostilla: “Lo único cierto es que las derechas hispanas –PP, C’s, PNV, CDC– se necesitan y vuelven a trabajar juntas”.
 
Dicho de manera más vulgar: Cuando el martes las aguas del Congreso se enfurecieron de verdad, a los nacionalistas no les quedó otro remedio que escoger entre el candidato Doménech que llevaban en su brazo izquierdo y la caja de Ana Pastor que tenían en su mano derecha. Y la mano derecha triunfó. Esta sonrojante decisión ha resultado tan difícil de explicar en Euskadi que tras negar varias veces su participación activa en el trasvase de votos, el PNV se vio obligado a suspender un compromiso acordado previamente con ETB para el miércoles y declinó el resto de propuestas para lo que queda de semana. Todo un contrasentido si no tuvieran algo que ocultar ante unas elecciones autonómicas que se presentan inciertas este mismo otoño.
Para los optimistas, la elección de la presidenta de la Cámara no deja de ser una simple batalla en medio de la guerra. La hora decisiva que medirá los filos políticos de la XII legislatura llegará en la sesión de investidura de Rajoy y, a juicio del diputado de EH Bildu, ese momento exigirá a los partidos que aspiran a gobernar más pericia que nocturnidad. Al calor de las proyecciones que hoy se realizan de cara a esa jornada, Matute confía, con la voz enérgica de un litigante consumado, en que las artes de birlibirloque mostradas en la elección de la Mesa del Congreso dejen espacio al retrato nítido de los actores. “Pensar que el PNV puede facilitar la investidura de Rajoy me parece un poco aventurado. No creo que se produzca aunque si finalmente lo hace, no sería la primera vez que apoya a un gobierno del PP”, afirma este diplomado en Empresariales forjado en el movimiento insumiso al servicio militar y en Ezker Batua.  
 
El sentido del voto de los dos diputados de EH Bildu no es ningún secreto. Aseguran que apoyarán la opción que sirva para expulsar al PP de cualquier ecuación de gobierno. Aunque, en estos tiempos de límites y líneas rojas al que los políticos tanto se han aficionado, la prueba del nueve para la izquierda abertzale es evidente: “El cambio real debe garantizar el respeto al derecho del pueblo vasco a decidir su futuro”. Sin embargo, con una cámara escindida en dos bloques prácticamente equilibrados y los movimientos izquierda/derecha que se han podido ver tras las elecciones, los dos diputados abertzales desconfían de que una alternativa de cambio pueda llegar a fraguarse en las dos próximas semanas. “El único contacto que hemos tenido hasta ahora con Unidos Podemos se produjo el domingo por la noche. El propio Xavier Doménech nos llamó para informarnos de su intención de optar a la presidencia del Congreso y de que necesitaba recabar apoyos para conseguirlo. No ha habido más conversaciones entre nosotros”, asegura Oskar Matute.
 
Y si la razón produce monstruos, no digamos los deseos. Al menos los de este diputado de 44 años que el martes se estrenó con un metafórico “Zin dagit legeak behartuta eta Euskal Errepublika eta legeria propioa izan arte” (Juro cumplir las leyes hasta tener la República vasca y leyes propias) son que el posible gobierno PP-Ciudadanos que parece aguardar a la vuelta de la esquina no dure cuatro años. En su opinión, todo ese engranaje se desbaratará en cuanto el nuevo presidente doble la rodilla ante las exigencias de un mercado “estafador” y someta una política económica destinada a beneficiar sobre todo a los ricos al escrutinio de un Congreso que puede ser implacable.
 
Se refiere a si gobierna con el partidismo extremo que el PP siempre ha mostrado, a los nuevos recortes en el gasto público, una medida inadmisible para el resto de formaciones y, sobre todo, si acata sin rechistar la mastodóntica factura del Brexit que los gurús neoliberales advierten que habrá que asumir para evitar una nueva caída en el abismo de la recesión. “Hay elementos que la izquierda, sea soberanista o estatal, debería asumir. Me refiero a que el PP va a utilizar el Congreso a favor de sus intereses y para silenciar las voces disidentes. Y para ello no sólo habrá que alzar la voz de la denuncia sino también defender la existencia de alternativas de vida más justas y decentes. Creo que ha llegado el momento de demostrar nuestra capacidad para confrontar su apuesta por la negación de derechos con demandas de profundización democrática. Y ahí es donde tenemos un campo, no sé si de colaboración pero sí de concordancia, entre las diferentes fuerzas de izquierda que hay en el Congreso”, sentencia Oskar Matute, un diputado pasional pero sobre todo enérgico.

Extraído de CTXT.es

Las bases de EH Bildu podrán votar la lista de Bizkaia los próximos 28 y 29 de julio

Tal y como se ha comunicado esta misma semana, continúa abierto hasta el 27 de julio el proceso participativo de propuestas de personas, tanto para la cabeza de lista de Bizkaia cara a las próximas elecciones autonómicas, como para el resto de puestos. Ese mismo día, el 27, la mesa política de Bizkaia enviará a la militancia su propuesta, así como las aportaciones recibidas, tras realizar el contraste pertinente con las personas cuyos nombres sean propuestos.

Entre el 28 y 29 de julio, la base social de EH Bildu podrá votar entre las distintas posibilidades enviadas. Para llevar a cabo la votación utilizaremos los siguientes medios:

  • De manera presencial, tanto en el EHBilgune (Buenos Aires, 2), como en las sedes de las formaciones de la coalición, el día 28, de 10:00 a 19.00, y el día 29, de 10:00 a 15:00.
  • A través de una encuesta que recibiréis desde bizkaia@ehbildu.eus
  • Votando en el grupo «Lista de Bizkaia» en la Comunidad de EH Bildu. Para ello, es necesario registrarse previamente. http://ehbildu.eus/es/komunitatea-zabalik
  • Mediante envío de mensajes de whatsapp y telegram al 638522871

Eh Bildu Bizkaia

Matute: «Tenemos que ofrecer un proyecto de país a la gente que viven y trabaja en Euskal Herria»

El diputado electo de EH Bildu Oskar Matute ha asegurado que no ve «otra alternativa al PP que no sean elecciones nuevamente» ya que no se percibe «complicidad suficiente» en la izquierda. Asimismo, ha augurado que EH Bildu tendrá «unos resultados muy por encima» de lo que se apunta en los comicios autonómicos y ha advertido de que «muchos están vendiendo la piel del oso antes de cazarla y se están apuntando resultados que probablemente no podrán obtener».

En una entrevista concedida a Radio Popular, recogida por Europa Press, ha augurado que no habrá nuevos comicios porque «a ver quién se atreve» a asumir que se producen por tercera vez «por su responsabilidad». De este modo, ha opinado que finalmente habrá «un gobierno del PP» con la abstención del PSOE, que buscará «una justificación en unos resultados electorales que no son buenos y en la necesidad de regenerarse desde la oposición».

«No hay otra alternativa al PP que no sean elecciones nuevamente», ha considerado el diputado vizcaíno, que ha indicado que «no parece que, en el campo de la llamada nueva izquierda, exista una complicidad suficiente como para que se pongan a intentar hacer un gobierno ahora aquellos que durante seis meses fueron incapaces y que en la campaña evidenciaron sus líneas de distancia».

Matute ha reiterado la disposición de apoyar con los dos votos de EH Bildu en el Congreso opciones alternativas al PP, «a excepción de Ciudadanos, que es lo mismo que el PP». «Cualquier opción que se pudiera levantar desde parámetros de corrección hacia la izquierda de las políticas que se han llevado a cabo en Madrid contaría con nuestros dos votos para poder desalojar a Mariano Rajoy», ha insistido.

No obstante, ha reconocido que no cree que tengan «la oportunidad más allá del pequeño placer de votar en contra de Mariano Rajoy» porque, en «las izquierdas del estado», no se perciben «puntos mínimos de coincidencia» sobre «la lectura de los tiempos políticos y hacia dónde tendríamos que orientar la mirada». En este contexto, ha afirmado que no se entiende que los «problemas ineludibles» de la ciudadanía hayan quedado «relegados a una lógica del más puro tacticismo electoral».

En cualquier caso, ha apuntado la disposición de que EH Bildu de «colaborar con fuerzas de izquierdas que en el Estado español quieran contribuir a generar espacios de mayor democratización, de más de derechos y libertades, y menos pisoteo de la dignidad de las personas». «Con esa lógica vamos a seguir funcionando, y esa lógica no ha sido puesta en cuestión ni por los resultados electorales ni por la foto final del conjunto de fuerzas», ha asegurado.

De este modo, ha afirmado que a EH Bildu le «toca ofrecer un proyecto de país» a los ciudadanos de Euskadi y, «a partir de ahí, tenemos que ser capaces de aprovechar los lugares en los que tengamos voz, trasladando esa propuesta de país que está abierta a todos los demócratas de este país».

A juicio del diputado de EH Bildu, no existen en el Estado «condiciones objetivas para hacer cosas que aquí sí» porque, según ha indicado, en Euskadi «existe una mayoría, una masa crítica mayoritaria, que cree que las cosas se podrían hacer de otra manera, con una mirada más hacia lo social».

Por ello, ha indicado, su formación plantea «una propuesta de país», y no «de partido» para que «nos sitúe en un escenario de conexión con mayorías sindicales, sociales y políticas que nos permitan ir hacia otro lado porque hacia donde nos lleva España» es «un escenario de abismo».

LA PIEL DEL OSO

Tras admitir que EH Bildu ha sido «lenta a la hora de ver» el cambio de «dinámica social» que se ha concretado en que «las identidades son más permeables» que lo que eran hace unos años, se ha mostrado convencido de que la coalición soberanista va a lograr los resultados que «nos merecemos» en las elecciones autonómicas de otoño. «Creo que EH Bildu va a sacar unos resultados muy por encima de lo que mucha gente plantea ahora mismo plantea», ha augurado.

Asimismo, ha considerado que «hay mucha gente que está vendiendo la piel del oso antes de cazarla y se está apuntando unos resultados que probablemente no podrá obtener».

A su entender, Unidos Podemos está haciendo «una traslación de las elecciones generales a las autonómicas que creo que no se va a dar», mientras que PSE y PP «están señalando que su levísimo ascenso en las generales les va a situar en esos mismos términos de fortaleza en las autonómicas y no se va a dar». Del mismo modo, ha indicado que el PNV se presenta como «inalterable», pese a que la existencia de «un nuevo actor político» no le va a dejar «indemne».

Matute ve, además, «un tremendo error» que se intente situar al candidato a lehendakari de EH Bildu, Arnaldo Otegi, «como candidato con lectura de pasado».

Tras indicar que es «el día después de las elecciones es cuando se puede negociar, sabiendo lo que se tiene», ha recordado que Otegi ha reiterado la «mano tendida» para plantear «algo entre nosotros, sin vetar a nadie, que camine hacia una senda de mayor democracia, de mayor dignidad y de más derechos para todos, y que haga de las instituciones propias un dique de contención ante los ataques y de construcción hacia dentro de un nuevo modelo» en el que «la dignidad de las personas esté por encima».

Eldiarionorte

Matute: «EH Bildu tiene un proyecto para el conjunto de país, no solo para los que son soberanistas»

Entrevista al diputado del Congreso electo por Bizkaia de Euskal Herria Bildu Oskar Matute, por el periodista Javier Nukez para el diario Deia.

Enhorabuena por su elección como diputado electo, pero la cosa no está como para echar cohetes en EH Bildu. Es evidente que no es el resultado que esperábamos, pero no vamos a estar continuamente envueltos en una especie de psicodrama. Ha sido un mal resultado, pero lo que tenemos que hacer es reconectar con la sociedad para ofrecerle una propuesta de país. Hay que dejar de hacer terapias y proponer un proyecto de país. EH Bildu tiene un proyecto para el conjunto de país, no solo para los que son soberanistas y de izquierdas. Los resultados no han sido buenos, de acuerdo, pero a partir de ahí, debemos ponernos en pie y afinar con la propuesta política.

¿Qué ha fallado, la apuesta por Arnaldo Otegi, el cambio de cabezas de lista…? ¿Dónde radica el problema? El contexto del 20 de diciembre ya nos enseñó algunas cosas. Nos enseñó que la polarización nos afectaba, que, además, el contexto de unas elecciones estatales con una fuerte penetración de los medios estatales en nuestra sociedad era evidente. Ahora, sabíamos que en este contexto, con la polarización entre PP y Podemos, era complicado para nosotros. A partir de ahí, las correcciones que hemos hecho tanto con el discurso como con las personas es evidente que no han servido para revertir la tendencia. ¿Es cuestión de tiempo? No lo sé. ¿Si lo hubiéramos hecho antes hubiera servido? Tampoco lo sé. Lo que sí sé es que estos contextos electorales marcados por una agenda y lectura de Estado a nosotros no nos viene bien porque mucha de nuestra gente quiere apostar por una oportunidad de cambio en el Estado español.

¿Son extrapolables estos resultados a las autonómicas para las que apenas quedan unos pocos meses? No conozco a nadie que diga que estos resultados son extrapolables. Mi sensación es que en absoluto son extrapolables. Me he encontrado con mucha gente que me ha reiterado su convicción y apoyo a EH Bildu en procesos locales, forales y autonómicos, pero que en las generales entendía que para lograr una mayor virtualidad se iba a decantar por otra opción. Estoy convencido de que EH Bildu va a sacar un resultado potente en las autonómicas porque no creo que exista un malestar enorme entre su gente. Ahora han votado otras opciones porque se han movido en clave estatal. Pero está claro que debemos trabajar y no vale sentarse a esperar a ver qué pasa. Lo que nos toca, sí o sí, es armar una propuesta política para el conjunto del país.

¿Qué le ha sorprendido más, el aumento del PP o que Unidos Podemos haya quedado tan lejos de lo que preveían las encuestas? La posibilidad de cambio real en el Estado español tal como se planteaba, con una ruptura con lo anterior a través de un apoyo masivo a una determinada opción, siempre me ha parecido muy difícil de lograr. Me ha sorprendido la capacidad de resistencia del PSOE y me ha sorprendido o, mejor dicho, hay que lamentar la existencia de una fuerte base sociológica de derechas en el Estado español. Ha quedado en evidencia que no hay una posibilidad de cambio real tal como alguna opción aseguraba y tal como nosotros estábamos dudando.

¿Considera ya un Gobierno del PP o cree que aún puede haber otras opciones? No lo sé. EH Bildu dijo por activa y por pasiva que iba a hacer todo lo posible para desalojar a Rajoy y el PP de La Moncloa y vamos a ser coherentes. A partir de ahí, lo que hagan otras opciones habrá que verlo. Me sorprendería que muchas opciones que han denunciado la política antisocial de Rajoy, ahora se avengan a procesos de negociación con líneas verdes, amarillas o azules.

¿Ve a Pedro Sánchez intentado llegar a la presidencia del Gobierno? Han sido unas elecciones muy extrañas. Quien puede tener una alegría contenida es el PP, porque tendrá dificultades para alcanzar los 176 escaños de la mayoría. Pero, paradójicamente, el propio PSOE, no es de los que peor parado sale porque todos le auguraban un desastre. Aunque, salvar los muebles y respirar es una cosa, pero poder articular con esa realidad un alternativa de gobierno se me antoja muy difícil.

Foto: José Mari Martínez

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