Apuntes sobre ecofeminismo: las mujeres y la tierra> Marta Pascual (Decrecimiento)

Artículo de Marta Pascual (integrante de Ecologistas en acción) publicado en la web de decrecimiento

 

Ya no hay duda de que las cuentas estaban mal hechas. El crecimiento económico del norte y la promesa de desarrollo en el sur, escondían en la trastienda un proceso de deterioro social y ambiental que podría tener diferentes nombres: cambio climático, sometimiento de culturas indígenas, desertificación, pobreza ecológica, o crisis de insostenibilidad.

La aparente bonanza de los últimos treinta años en el norte rico se ha sostenido en el uso de abundante petróleo barato (un recurso no renovable y que ha empezado a disminuir), en el comercio de recursos naturales a bajo coste, en el expolio de ecosistemas y riquezas del subsuelo, en la explotación de la fuerza de trabajo de los colectivos más frágiles y en la externalización de cantidades ingentes de residuos. El planeta no da más de sí.

Sin embargo la economía y su crecimiento lleva décadas siendo objetivo prioritario de todos los gobiernos, muy por delante de las políticas de protección social. Los datos económicos al uso, sin embargo, no contabilizan la desaparición de culturas, los tóxicos abandonados en un río, la precariedad de la población de los suburbios de las ciudades o la pérdida de biodiversidad. La contabilidad económica ha llegado a computar la destrucción como riqueza. EL PIB sube, por ejemplo, cuando el espacio público se privatiza o cuando la contaminación recorta el acceso a bienes naturales antes de acceso libre.

Nuestro sistema económico se apropia hasta el agotamiento de los recursos gratuitos: bosques, agua limpia, trabajo doméstico… La naturaleza y la vida humana (la tierra y el trabajo) se convierten en simples herramientas para alimentar el crecimiento del capital.

Este reduccionismo económico que ha enfocado nuestra mirada en el dinero, ha hecho desaparecer de las grandes cuentas el puntal en el que se ha de asentar una economía centrada en la supervivencia: el cuidado de la vida. Sin éste no existirá futuro, ni existirán siquiera los economistas haciendo cuentas equívocas.

Para construir y mantener la ceguera monetaria no sólo es necesaria una estructura de poder, sino también un pensamiento que lo sustente: el pensamiento occidental, que subyace, sin que seamos muy conscientes, en nuestra forma de entender la realidad.

El pensamiento occidental ordena el mundo en parejas de opuestos entre sí: naturaleza-cultura, cuerpo-alma, razón-emoción, público-privado. hombre-mujer. Los dos valores de cada par se plantean como separados y excluyentes. Esta organización dicotómica simplifica nuestra comprensión del mundo. Pero los dos términos del par no se consideran de igual valor. Uno es considerado superior al otro. De este modo se jerarquiza la razón sobre la emoción, la cultura sobre la naturaleza y el hombre sobre la mujer. Y por último, un término llega a invisibilizar al otro y erigirse como patrón de la normalidad e incluso de la realidad. Así, el espacio público ocupa nuestro imaginario haciendo casi desaparecer el espacio privado, la cultura pretende someter e incluso desarrollarse al margen de la naturaleza, y los hombres se convierten en la norma del ser humano.

La invisibilización de la naturaleza y de las mujeres ha permitido someterlas y apropiarse de su trabajo, asuntos sin los cuales habría sido imposible el actual desarrollo del sistema económico.

Hay muchos paralelismos entre el sometimiento de ambas: puesto que sus servicios son gratuitos se usan sin contrapartida, ambas se consideran de acceso libre, apropiables, y se espera que sigan ahí a disposición, por más que se las maltrate. Como la madre que siempre atenderá al hijo pródigo, la tierra volverá a darnos sus frutos.

Pero la tierra y el trabajo de las mujeres, tienen un límite: la dignidad y la vida. La crisis ambiental y la crisis de los cuidados son manifestaciones paralelas de este límite.

No hay sostenibilidad sin acompasar la marcha del mundo con los procesos de la biosfera, y entre ellos, con los trabajos que las mujeres vienen realizando hasta el presente. El cuidado y el mantenimiento de la vida son condición de cualquier posibilidad de futuro.

Esta reflexión está en el origen del pensamiento ecofeminista. El ecofeminismo es un movimiento amplio de mujeres que nace de la conciencia de este doble sometimiento y de la creencia en que las luchas contra ambos, el ecologismo y el feminismo, contienen las claves de la dignidad humana y de la sostenibilidad en equidad.

Los movimientos de defensa de la tierra han tenido y tienen entre sus activistas a muchas mujeres. Es conocido el protagonismo de mujeres en el movimiento Chipko en defensa de los bosques, en el movimiento contra las presas del río Narmada en India, en la lucha contra los residuos tóxicos del Love Canal, origen del movimiento por la justicia ambiental en EEUU, como también lo es su presencia en movimientos locales de defensa de terrenos comunales, en las luchas por el espacio público urbano o por la salubridad de los alimentos. En el caso de muchas mujeres pobres, su ecologismo es el ecologismo de quienes dependen directamente de un ambiente protegido para poder vivir.

A mediados del siglo pasado el primer ecofeminismo discutió las jerarquías que establece el pensamiento occidental, revalorizando los términos de la dicotomía antes despreciados: mujer y naturaleza. La cultura protagonizada por los hombres ha desencadenado guerras genocidas, devastamiento y envenenamiento de territorios, gobiernos despóticos. Las primeras ecofeministas denunciaron los efectos de la tecnociencia en la salud de las mujeres y se enfrentaron al militarismo y a la degradación ambiental, comprendiendo éstos como manifestaciones de una cultura sexista. Petra Kelly es una de sus representantes.

A este primer ecofeminismo, crítico de la masculinidad, siguieron otros propuestos principalmente desde el sur. Estos consideran a las mujeres portadoras del respeto a la vida. Acusan al “mal desarrollo” occidental de provocar la pobreza de las mujeres y de las poblaciones indígenas, víctimas primeras de la destrucción de la naturaleza. Este es quizá el ecofeminsmo más conocido. En esta amplia corriente encontramos a Vandana Shiva, María Mies o a Ivone Guevara.

Superando el esencialismo de estas posiciones, otros ecofeminsmos constructivistas (Bina Agarwal, Val Plumwood) ven en la interacción con el medio ambiente el origen de esa especial conciencia ecológica de las mujeres. Es la división sexual del trabajo y la distribución del poder y la propiedad la que ha sometido a las mujeres y al medio natural del que todas y todos formamos parte. Las dicotomías reduccionistas de nuestra cultura occidental han de romperse para construir una convivencia más respetuosa y libre.

Desde parte del movimiento feminista, el ecofeminismo se ha visto como un posible riesgo, dado el mal uso histórico que el patriarcado ha hecho de los vínculos entre mujer y naturaleza. Puesto que el riesgo existe, conviene acotarlo. No se trataría de exaltar lo interiorizado como femenino, de encerrar de nuevo a las mujeres en un espacio reproductivo, negándoles el acceso a la cultura, ni de responsabilizarles, por si les faltaban ocupaciones, de la ingente tarea de rescate del planeta y la vida. Se trata de hacer visible el sometimiento, señalar las responsabilidades y corresponsabilizar a hombres y mujeres en el trabajo de la supervivencia.

Si el feminismo se dio bien pronto cuenta de cómo la naturalización de la mujer era una herramienta para legitimar el patriarcado, el ecofeminismo comprende que la alternativa no consiste en desnaturalizar a la mujer, sino en “renaturalizar” al hombre, ajustando la organización política, relacional, doméstica y económica a las condiciones de la Vida, que naturaleza y mujeres conocen bien. Una “renaturalización” que es al tiempo “reculturización” que convierte en visible la ecodependencia para mujeres y hombres.

Si situamos en el centro de nuestros cálculos, de nuestra práctica económica y política, de nuestros juicios éticos y de nuestras luchas el cuidado de vida, la tierra y las mujeres dejarán de ser esas grandes olvidadas.

Teñidos de verde los ríos denuncian al TAV (Mugitu AHT gelditzeko)

Fuente: Artículo publicado en la web Mugitu AHT gelditzeko

Hemos teñido de verde casi veinte ríos por toda la geografía vasca en una acción que ha causado gran sorpresa para denunciar el impacto que provoca el TAV en los ríos, cursos de agua y acuíferos.

La construcción del TAV ocasiona graves impactos sobre los acuíferos y los cursos de agua: afección a las aguas subterráneas y a los manantiales por la excavación de túneles, vertidos de contaminantes sobre ríos y arroyos, multiplicación de encauzamientos y desvíos de regatas cubiertas por escombreras y terraplenes.

Eso es lo que se ha hecho visible a través del color verde de los ríos

Ega, Arga, Zadorra, Aramaio,Deba, Oñati, Arantzazu, Oria, Oiartzun ibaia, Urola, Urumea, Mañaria, Elorrio, Garaitondo, Gobela, Nerbioi e Ibaizabal.

En este comunicado difundido a la prensa esta mañana por mugitu!mugimendua se mencionan varias de los daños que provoca el TAV sobre acuíferos, ríos y cursos de agua (2 pgs): ¡Ríos Vivos! ¡NO al TAV!

Informe más amplio y preciso (23 pgs. Con Anexos locales y comarcales)

Informe para denunciar los impactos del Tren de Alta Velocidad, sobre los ríos y el agua

Vía libre a los incineradores> Duñike Agirrezabalaga (Alternatiba)

El cambio de mayorías en la Mancomunidad de San Marcos ha dejado libre el terreno para que los partidos incineradores logren su objetivo, aunque se haya demostrado que existen métodos mucho más ecológicos y menos agresivos con el medio ambiente en materia de tratamiento de residuos. El ejemplo lo tenemos muy cerca y se llama recogida puerta a puerta.

Me gustaría invitar a PNV, PSE y H1! a que expliquen sus razones para que, precisamente en este momento, hayan favorecido los movimientos necesarios para que la UTE incineradora tome las riendas de la Mancomunidad de San Marcos. No quieren escollos en su camino hacia la implantación de la incineradora y se han unido para quitarlos. El cambio que se ha producido en Urnieta se podía haber realizado hace tres años y las prisas de ahora sólo obedecen a que entramos en la fase de adjudicación de la incineradora.

Además, tampoco les gusta que ayuntamientos que han invertido en mejorar sus índices de reciclaje, aquellos que han apostado por el Puerta a Puerta, ahora abonen a la Mancomunidad de San Marcos en función de las toneladas de basura que ésta gestione. Y es que son muchas menos que las que vierten los municipios que no están haciendo ese mismo esfuerzo, por lo que les sigue interesando que se pague en función del número de habitantes, alejándose del principio de que pague más el que más contamine.

La recogida puerta a puerta ha ofrecido resultados excelentes y por este motivo cada día son más los municipios que se han sumado a esta forma de recogida de basuras. Pese a todos, los partidos incineradores no quieren admitirlo y no lo admitirán, porque significaría dar su brazo a torcer. El argumento de que este sistema no es válido, como se ha tratado de sostener por representantes de otras mancomunidades, es falso porque hay ciudades europeas de más de 400.000 habitantes, Turín por poner un ejemplo, en los que el sistema de Puerta a Puerta está funcionando pese a tener grandes edificios residenciales. En estas ciudades el debate se ha superado recibiendo el apoyo unánime de todos los partidos políticos, que han estimado la necesidad de ajustar las tasas de las basuras y aplicarlas en función de que quién más genera más paga. Quién más recicla paga menos que quién no recicla.

Esta es la apuesta de futuro y no otra. Es evidente que hay soluciones a la quema de residuos, aunque también es evidente que no hay voluntad para aplicar estas soluciones. Esa falta de voluntad y el interés por defender la incineración a capa y espada son las razones que explican el apoyo de los partidos incineradores al cambio de representación de San Marcos.
 

http://www.youtube.com/watch?v=znekpQLTn1M

Es tiempo de transporte público > Jon Lasa (Alternatiba)

Pocos ámbitos de nuestra sociedad nos muestran el modelo de desarrollo capitalista con tanta precisión como el de la movilidad dominante. La plasmación de la ética calvinista del triunfo personal ante nuestro entorno se ha materializado en el coche privado frente al transporte colectivo. No es casualidad que cuando analizamos la construcción de las infraestructuras surgidas en las tres últimas décadas, las carreteras, las autovías, las autopistas y las variantes se hayan desarrollado de forma exagerada frente a los mecanismos de transporte público. Es evidente que este crecimiento ha sido planificado por la industria automovilística y avalado por las Instituciones con el dinero de todos y de todas. De hecho, la propia Diputación de Gipuzkoa presume en su publicidad de haber gastado durante los últimos años 1.000 millones de euros en carreteras.

Pero la actual crisis y los diferentes análisis que se han publicado en todos los medios de comunicación han sacado a la luz las carencias de nuestro modelo económico. Un sistema que prima una movilidad a la carta –me muevo donde quiero y cuando quiero- y que hace que «mi éxito personal» se valore en la medida en que tengo un coche cada vez más nuevo. La industria automovilística, consciente de los problemas que se avecinan, se ha subido al carro de «lo sostenible» como una vía para mantener –y si es posible aumentar- el sistema de producción.

Las instituciones públicas, en defensa no sabemos si del interés colectivo o de las grandes corporaciones, han dado señales de que no renuncian a ayudar a la industria del automóvil. Todos pondrán su granito de arena: los gobiernos Central y Vasco financiarán el vehículo, las Diputaciones serán sensibles a la compra de éste con una «política fiscal comprensiva» y los ayuntamientos atenuarán sus planes de recortar espacios al coche privado y convertirán la pregunta «¿dónde aparco?» en cuestión prioritaria de la agenda de las políticas locales.

Son demasiados años como para cambiar de la noche a la mañana un modelo que nos parece ya parte del desarrollo natural de nuestra civilización. Pero, para ser sinceros, también despuntan algunos «brotes verdes» (nunca mejor dicho). La utilización de trenes y autobuses e incluso de la bicicleta va en aumento y la presión ciudadana para abrir más espacios a los peatones se hace notar también en la agenda local. La dignificación del transporte público y la mejora de algunos servicios ha jugado un papel determinante para este pequeño giro hacia otro modelo diferente al actual. En estos tiempos de reducciones de ingresos para muchos ciudadanos, el ferrocarril y el autobús han supuesto una alternativa más razonable para muchas familias, que no han visto este cambio como un descenso en su escala social, sino como un uso más racional de sus propios recursos.

No podemos perder esta oportunidad y debemos dar un impulso a un modelo de movilidad donde prime el transporte público. Tenemos que conseguir que cuando alguien se plantee que tiene que desplazarse a algún lado, su primer instinto sea preguntarse qué línea de autobús o tren hay para ello. Esta responsabilidad de las instituciones públicas y de la ciudadanía es una labor titánica, si tenemos en cuenta que, según un informe del Observatorio de la Publicidad de la Movilidad Sostenible y la Televisión, el 58% de los anuncios –en determinadas franjas horarias- muestra un automóvil moviéndose por zonas urbanas, incluso por casos históricos de ciudades muy conocidas.

Así, el objetivo de potenciar una movilidad sostenible se convierte en casi un ejercicio de masoquismo cuando se traslada al ámbito de las políticas locales, ya que el 38% de la publicidad de automóviles muestra lo fácil que es aparcar en ciudades modernas. ¿Qué político, después de este bombardeo publicitario, no va a prometer «una ciudad moderna» donde conductores y conductoras puedan aparcar felizmente y sin problemas? Dar la vuelta a este sistema es, sin duda, todo un reto a tener en cuenta para las próximas elecciones municipales y forales.

Fotografía: Daquella manera

Nafarroa seguriá financiando el transporte privado

Alternatiba critica que el Gobierno de Navarra haga frente a la contención consumista prorrogando la barra libre de subvenciones para comprar coche

IRUÑA, 6 DE AGOSTO DE 2010 –Alternatiba ha criticado hoy que el Gobierno de Navarra mantenga hasta fin de año el Plan Renove de automóviles, ya que considera que «la derecha vuelve a errar al intentar combatir la crisis apostando por las ayudas directas en lugar de progresivas, el transporte privado en lugar del colectivo y el rescate del sector empresarial en lugar de la defensa de lo público».

La formación de izquierdas se ha referido de este modo a la decisión del Gobierno foral de mantener las aportaciones a la compra de vehículos al menos hasta el 31 de diciembre de 2010, pese a la finalización de las ayudas de Zapatero.

A juicio de Alternatiba, «es una tomadura de pelo que Navarra pretenda hacer frente a la razonable contención consumista de su ciudadanía prorrogando la barra libre de subvenciones para comprar coches». Por ello, ha reprochado al Gobierno foral que «acuda otra vez al rescate de un sector automovilístico en el que no existe control alguno sobre los millonarios sueldos de sus directivos, cuando luego dicen que no hay recursos suficientes para mejorar debidamente la sanidad, la enseñanza pública o para consolidar los derechos sociales».

Además, ha lamentado que, «al mismo tiempo que se machaca con recortes sociales a la ciudadanía de a pie con la excusa de la crisis, la Administración pública reparta dinero a gente que se quiere comprar un coche de 30.000 euros».

Por todo ello, la formación de izquierdas ha pedido a UPN que «deje de sacar conejos de la chistera y haga un ejercicio de responsabilidad fomentando el transporte público y apostando por la progresividad de las ayudas para las personas que realmente lo necesitan».

En Catalunya sí, y aquí ¿cuándo?

Alternatiba lamenta la cobardía de los políticos vascos para seguir el ejemplo de Catalunya con respecto a las corridas de toros.

DONOSTIA, 28 DE JULIO DE 2010 –Alternatiba se ha felicitado hoy por la decisión del Parlament de aprobar la Iniciativa Legislativa Popular (ILP) que prohíbe las corridas de toros en Catalunya, al tiempo que ha lamentado que la clase política vasca no haya tenido la suficiente valentía como para seguir este ejemplo y apoyar las propuestas antitaurinas presentadas por Alternatiba en las Juntas Generales.

El parlamentario foral Ander Rodríguez ha recordado que Alternatiba presentó tanto en la Cámara de Gipuzkoa como en la de Bizkaia sendas resoluciones para que ambos territorios fueran declarados «libres de maltrato animal», además de reclamar una modificación legislativa para que las corridas de toros fueran erradicadas. El rechazo de PP, PSE, PNV y H1!, sin embargo, impidió que dichas iniciativas salieran adelante, ya que los citados partidos «no permitieron la libertad de voto a sus junteros y junteras, a pesar de que algunos manifestaron en privado su apoyo a la resolución de Alternatiba y de que la socialista Rafaela Romero la secundó, lo que le valió una sanción», según ha explicado Rodríguez.

En este sentido, el juntero de Alternatiba se ha alegrado del triunfo de hoy en el Parlament y de que «la extrema presión del lobby taurino no haya conseguido los efectos deseados».

Con esta decisión, a su juicio, «Catalunya se sitúa un poco más cerca de Europa y da cumplimiento a la Declaración Universal de los Derechos del Animal, que dice en su literalidad que «ningún animal será sometido a actos de crueldad para diversión del ser humano».

«Catalunya ha sido, detrás de Canarias, la segunda Comunidad Autónoma del Reino de España en abolir las corridas de toros. Hagamos que Euskadi sea la tercera. Las tradiciones, cuando no se adecuan a los tiempos ni a las convicciones morales de una sociedad, se deben superar, y causar sufrimiento a un animal no es éticamente aceptable ni hay razón que lo justifique», ha concluido Rodríguez.

Argazkia: Ekinez Sortu

Modificaciones fiscales sobre vehículos

Alternatiba propone duplicar el Impuesto sobre Vehículos y fijar rebajas para los coches usados en pro de la movilidad sostenible

DONOSTIA, 9 DE JULIO DE 2010 – Alternatiba ha reclamado hoy a las Diputaciones que desarrollen políticas fiscales que promuevan la sostenibilidad, para lo que ha propuesto duplicar la tarifa del Impuesto sobre Vehículos de Tracción Mecánica y establecer reducciones progresivas para aquellos que tengan más de cuatro años.

El juntero guipuzcoano Ander Rodríguez ha subrayado que «no es ecológico sustituir un coche viejo por uno nuevo antes de 15 ó 20 años, en un diesel, o antes de 17 ó 22 años, en uno de gasolina (uso medio entre 15.000 y 25.000 kilómetros anuales)». Por ello, ha argumentado que «la fiscalidad debe ir orientada no a promocionar la compra de nuevos vehículos, sino a alargar la vida del automóvil o a sustituirlo por el transporte público».

En este sentido, Alternatiba ha presentado a las Juntas Generales de Gipuzkoa y Bizkaia sendas propuestas en las que insta a las Diputaciones a duplicar la tarifa del Impuesto sobre Vehículos de Tracción Mecánica. En el caso de los coches usados de más de cuatro años reclama, además, que se establezcan reducciones que irían desde el 10% anual hasta una rebaja máxima del 80%, a partir de los 11 años.

El juntero de izquierdas ha agregado que su iniciativa insta también al Gobierno Vasco a reducir a la mitad las tasas de ITV a los coches con más de una década y a eliminar de las inspecciones los aspectos ligados a la homologación de los vehículos usados.

Rodríguez ha subrayado que «quedarse en la modificación de la tarifa del impuesto en función de las emisiones es quedarse en la superficie del problema», al tiempo que ha apostado por «gravar más intensamente el mayor consumo energético y contaminación de los vehículos, que viene dado por el gasto de energía utilizado en su construcción y en la mayor agresión al medio que supone la adaptación del dominio público para su uso».

El lado negro de Iberdrola

En marzo de 2007, Greenpeace realizó una acción de protesta pacífica en la central térmica ilegal de Pasaia, propiedad de Iberdrola.

Activistas de la organización se encaramaron a la chimenea de la central para poner en evidencia la doble cara de Iberdrola, que «lucha contra el cambio climático» mientras se enriquece quemando carbón.

La acción terminó pasados tres días, con la imagen pública de «empresa verde», que la compañía pretende explotar, seriamente comprometida.

Pero Iberdrola no sólo no recapacitó acerca de la necesidad de dar coherencia a su discurso y cerrar la central, sino que denunció a Greenpeace y a diez de sus activistas a los que exige cifras «astronómicas» y ¡casi un año de cárcel!

Escribe al director de Iberdrola y presiona por un futuro realmente verde.

Las contradicciones de Iberdrola

Desde las minas de Itsasondo contra el TAV

Ayer, 1 de julio, nos hemos encerrado bajo tierra con objeto de detener las obras del TAV y la destrucción que éstas provocan, para denunciar el modelo social de que son bandera. Cuatro personas encerradas bajo tierra en las minas de Itsasondo, sin posibilidad de salir. Pero no están solas, fuera nos hemos reunido mucha gente para protegerles y darles nuestro apoyo.

Aquí cerca, en las obras de Mariaratz, hay explosiones diarias, explosiones que destrozan la tierra y todo lo que hay sobre ella. Como consecuencia las minas pueden derrumbarse, poniendo en peligro la vida de estas cuatro personas. Por lo tanto, exigimos la parada inmediata de las obras.

Sabemos que el riesgo es alto. Nos hemos metido en las profundidades, para afianzar esta tierra con nuestros cuerpos. Estamos encerradas en las minas para defender nuestras ideas y denunciar la falta de sentido de los poderosos.Nuestros cuerpos son nuestras armas, la acción directa nuestro camino.

Una vez más nos hemos reunido aquí, en Goierri, porque la situación de la zona es francamente grave. Actualmente están trabajando en 5 puntos, Mariaratz, Olaberria, San Martín, Itsasondo y Berostegi. En octubre del año pasado nos encaramamos a los árboles para detener las obras y alertar a la gente sobre la situación; hoy nos hemos tenido que meter bajo tierra. Árboles y tierra, dos elementos fundamentales y gravemente afectados por las obras del TAV.

Saben y sabemos que mucha gente está en contra del TAV. Más de 15.000 personas en la manifestación de Hendaia, resultados clarísimos en las consultas populares y demás acciones y apariciones públicas. Pero el poder hace oídos sordos y la situación se está endureciendo. La desobediencia civil y la acción directa son la única manera que tenemos de parar esta barbarie y, mientras sigan empecinándose en construir el TAV, seguiremos haciéndoles frente.

Relaciones horizontales y autoorganización, esa es la manera. Para transformar el modelo social tenemos que cambiar las bases del mismo, dando importancia a la cercanía y a las pequeñas cosas, construyendo redes locales e impulsando el modo de vida y la cultura popular.

Por todo ello, os invitamos a acercaros a Itsasondo, a participar en las convocatorias de estos días y a difundir la información y la movilización a vuestros pueblos y ciudades.

HAITZULOETAKO AURKARIAK

Todos los días concentración a las 7 de la tarde en Itsasondo
Viernes, movilizaciones en los pueblos
Domingo, manifestación a las 5 de la tarde desde la plaza de Ordizia

Indymedia

Jaizkibel Bizirik

20 ENTIDADES APOYAN UNA PROPUESTA UNITARIA Y RECOGERAN FIRMAS CONTRA EL PUERTO EXTERIOR Y POR  LA MEJORA DEL ACTUAL

Representantes de 20 entidades, comparecen ante los medios de comunicación en el muelle Hospitalillo del puerto de Pasaia para manifestar su apoyo a la propuesta inicialmente planteada por LAB y ELA, y que con la adhesión de las alcaldías de Lezo y Pasaia, fue presentada en el Consejo de la Administración de la Autoridad portuaria el pasado día 23. También quieren anunciar el inicio de una campaña de recogida de firmas para ser remitidas al Ministerio de Medio Ambiente dentro del procedimiento de evaluación ambiental.

Estas 20 entidades, entre las cuales se encuentran partidos políticos, sindicatos y grupos ecologistas, convocadas por Jaizkibel Bizirik y que en parte son componentes de esta plataforma, asumen la petición sindical a la Autoridad Portuaria de que se retire el proyecto del puerto exterior y se concentren los esfuerzos e inversiones en modernizar el puerto actual. Esta modernización comprendería mejoras necesarias en cuanto a aprovechamiento del suelo, aumento de recursos humanos y materiales, eliminación de la contaminación ambiental y optimización de los tráficos de mercancías oportunos, colaborando de esta manera en la regeneración industrial, social, ambiental y urbanística, asumiendo la relación puerto-ciudad desde una perspectiva integral.

Los suscribientes queremos completar esta propuesta con la exigencia a las instituciones de la conservación en su integridad los valores naturales de Jaizkibel y su litoral, ámbito que forma parte del corredor ecológico marino Donostia-Biarritz solicitado por el Colegio Oficial de Biólogos de Euskadi y Oceana.

Esta iniciativa social unitaria que conformamos, y que está abierta a los colectivos que lo deseen, pretende demostrar el amplio rechazo al proyecto de puerto exterior y a la vez  la existencia de una alternativa viable demandada por una amplia base social, consistente en la regeneración del puerto interior que debe abordarse de forma seria e inmediata. Los grupos que suscribimos esta propuesta nos comprometemos a difundirla y a colaborar para su consecución.

Como primera iniciativa unitaria, y además de las acciones que cada grupo pueda realizar de forma independiente, vamos a poner en marcha una recogida de firmas entre los ciudadanos de Oarsoaldea y Gipuzkoa para esta propuesta llegue al Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino y otras instituciones. Es muy importante que, además de la opinión interesada de los lobbys promotores del proyecto, el rechazo de los ciudadanos se haga patente en el procedimiento de evaluación ambiental que se está llevando a cabo, así como en todas las instancias de decisión que afectan a este absurdo y lamentable proyecto.

Convocados por Jaizkibel Bizirik apoyan la propuesta:

Sindicatos: LAB, ELA, EHNE, ESK.

Grupos políticos y sociales: izquierda abertzale, Aralar, Eusko Alkartasuna, Ezker Batua, Alternatiba, Berdeak-Los Verdes, Antikapitalistak, Zutik Oarsoaldea, Ezker Soberanista Eraikitzen.

Asociaciones Ecologistas, conservacionistas y de montaña: Ekologistak Martxan, Eguzki, Haritzalde, WWF Adena, Mutriku Natur Taldea, Club Vasco de Camping, Itsas Mendi Elkartea.

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