Alternatiba ante el golpe del gobierno de Mariano Rajoy contra el pueblo catalán y la democracia

La Coordinadora Nacional de Alternatiba ante el golpe del gobierno de Mariano Rajoy contra el pueblo catalán y la democracia.

1. Denunciamos con rotundidad el golpe fascista anunciado hoy por el gobierno de Mariano Rajoy contra la democracia, las instituciones y, sobre todo, contra el pueblo catalán, con la aplicación del artículo 155 de la Constitución española.

2. Toda nuestra solidaridad con un pueblo digno y organizado, el catalán, que ha protagonizado desde el principio un proceso escrupulosamente pacífico y democrático que culminó con la expresión mayoritaria del mismo el pasado 1 de octubre apostando, inequívocamente y a pesar de la represión estatal, por la creación de una República catalana.

3. Consideramos que el régimen del 78 y el bipartidismo que lo sustenta, han dado un paso cualitativo en la vía represiva, antidemocrática y vulneradora de derechos al suspender la autonomía de Catalunya, destituir a sus cargos electos y secuestrar su soberanía para llevarla a Madrid. En la práctica, gobernará Catalunya la quinta fuerza política del actual Parlament.

4. Señalar que el PSOE ha prestado todo su apoyo y aval para acometer un atropello contra la democracia, demostrando que la idea franquista de la unidad territorial del Reino de España está por encima de derechos y libertades democráticas. Por ello, en solidaridad con el pueblo y las instituciones catalanas, pero sobre todo en honor a los fundamentos democráticos más elementales, solicitamos al PNV que deje de apoyar al Gobierno del PP en Madrid, y que rompa los acuerdos de Gobierno con el PSE que mantiene en todas las instituciones de la CAV.

5. Lamentamos la tibieza, cuando no la complicidad, de la izquierda estatal a la hora de afrontar el proceso soberanista catalán y las medidas represivas del gobierno de Rajoy. No han sabido o no han querido ver que este supone el mayor desafío al régimen del 78 y el único que lo ha puesto en jaque, por lo que podía haber sido la ventana de oportunidad para constituir un estado más justo. Una oportunidad que han dejado pasar para alinearse con la indivisibilidad de la nación española, por encima del derecho a decidir de los pueblos que lo reivindican.

6. Llamamos a la ciudadanía vasca a mostrar activamente su solidaridad con el pueblo catalán, no solo porque en buena medida comparta su lucha sino porque con la decisión de hoy, el estado ha hecho extensivas a Catalunya prácticas como las que ya ensayó en Euskal Herria: ilegalización de partidos, persecución de ideas políticas, censura y cierre de medios de comunicación o detención arbitraria de personas. No solo están en juego los derechos y libertades del pueblo catalán, también lo están las de todas aquellas personas que viven bajo un gobierno que hoy ha resucitado sin complejos el Franquismo más recalcitrante.

7. Instamos a todas las instituciones vascas a mostrar solidaridad institucional con Catalunya y su pueblo, apoyando mociones que exhorten a las instituciones europeas e internacionales a defender los derechos y libertades de la ciudadanía catalana y sus instituciones legítimas.

Coordinadora Nacional de Alternatiba

Euskal Herria, 21 de octubre de 2017

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Fatuarte: «Las detenciones de los Jordis dejan en evidencia que el catalán es un proceso civil y popular»

Intervenciones de nuestra compañera de Alternatiba y concejala de EH Bildu en Bilbo Alba Fatuarte en la tertulia de actualidad política Euskadi Hoy (Onda Vasca) de Javier Vizcaíno, del pasado 18 de octubre. En la misma hablan de la situación de Catalunya, o del secto aniversario de la declaración de Aiete. Aquí se recoge un audio con la totalidad de intervenciones de nuestra compañera, así como un corte breve sobre Catalunya.

Matute: «El Estado español ha tratado a los refugiados como mercancía, los ha olvidado y los ha abandonado a su suerte»

En primer lugar, quiero agradecer al Grupo Socialista que haya presentado esta moción porque, más allá del contenido en el que entraré luego, nos permite volver a poner en evidencia la actitud mezquina y miserable del ministro de Interior, la actitud deleznable del conjunto del Gobierno del Estado español; una actitud que ha tratado a los refugiados como mercancía, que los ha olvidado y que los ha abandonado a su suerte.

El cupo de acogida al que se comprometió el Estado español a recibir en su territorio era de 17.331 personas; fueron 1.488 los que finalmente y durante dos años ha sido capaz de acoger, y no es porque no hubiera refugiados y refugiadas, y no es porque no hubiera voluntad de las comunidades autónomas para acoger a refugiados y refugiadas. La propia Comunidad Autónoma vasca manifestó su voluntad de acoger a más de 1.200 refugiados y refugiadas, y fue el ministro del Interior quien frenó esa posibilidad.

Pero hay una realidad paralela a esa deleznable actitud del ministro del Interior para con los refugiados y refugiadas, y es que mientras impide que los refugios y refugiadas puedan acceder al territorio del Estado español, pone vallas, pone concertinas, deja que miles de muertos sigan sucediéndose en el Mediterráneo y sigue practicando deportaciones en caliente. Eso es miserable, eso es asqueroso.

Refiriéndome a la moción, con las enmiendas que ha señalado que va a recoger nos parece que aborda buena parte del problema, pero -tómelo como una aportación, no como una crítica- creemos que olvida algunos elementos. No aborda por qué no se ha cumplido ese acuerdo, cuál ha sido la decisión política de no cumplirlo y las graves consecuencias en vulneración de derechos humanos que ha supuesto. Tampoco entra al debate que subyace sobre el modelo europeo que incumple las normas de derechos humanos pero, por ejemplo, es estricta y severa con la exigencia del cumplimiento de las normas financieras a Grecia.

Como se me acaba el tiempo termino con una cuestión. Podría haber citado, en el aniversario de la muerte del Che Guevara, al propio Che Guevara para decir eso de que la solidaridad es la ternura de los pueblos, pero por acercarlo a lo terrenal de este hemiciclo citaré al presidente del Gobierno. Ya decía él que una cosa es ser solidario y otra es serlo a cambio de nada. -Fin de la cita-.

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Las razones de Estado «son de armas tomar»

Josu Perea Letona – Alternatiba

«Así como el capital define un campo de explotación, la coerción define un campo de dominio, los medios de coerción se centran en las fuerzas armadas, pero se extienden a la capacidad de encarcelamientos, expropiación, humillación y publicación de amenazas» (Charles Tilly).

Seguramente esta cita de Tilly describe el papel del Estado español y la dominación que está estableciendo en Catalunya a través de los medios de coerción. Éstos pueden acumularse o concentrarse igual que el capital para conjugar explotación y dominio y mediante el control que tiene, moldea las estructuras mentales y designa lo que es la identidad nacional.

La sociedad que vivimos se está transformando y busca desesperadamente un espacio que responda a los importantísimos retos que demanda. El mundo camina hacia nuevas experiencias de las que será necesario aprender, y que pueden revestir incluso un carácter fundador desde el punto de vista de las estrategias transformadoras, decía Daniel Bensaid. Los valores o las visiones que tenemos del mundo, y que antes, el Estado nación regulaba, reglamentaba y daba cobijo, han caído en desuso. Hoy, el Estado-nación se ve superado en sus límites estructurales y su papel como Estado se ve debilitado.

Catalunya no escapa a este proceso y está viviendo y sintiendo en sus propias carnes todas las resistencias de un Estado debilitado en su núcleo legitimador que extrae de sus entrañas el más perverso autoritarismo. Desde el Estado surgen soflamas a tropel auspiciadas por una tropa incondicional que arenga la sinrazón desde los poderosos medios de comunicación del Estado, que ponen negro sobre blanco aquello de que «el medio es el mensaje» que era la metáfora que utilizaba Eric McLuhan, para explicar cómo la forma está por encima del contenido.

Está en el manual. Tal y como se configuran las teorías del impacto directo, la psicología de las masas tiene un papel muy relevante que incide en el comportamiento irracional de las masas y su incapacidad para responder a los estímulos de forma mínimamente crítica, allanando el camino para un público masivo que posee un rudimentario sistema comunicativo estímulo –respuesta centrado en la inmediatez, en el carácter mecánico y la enorme incidencia de los efectos.

El «a por ellos, oe» que gritaban las masas enardecidas en Huelva y otros pueblos al despedir al contingente de la guardia civil que se desplazaba a Catalunya, o el «puto vasco el que no bote es», grito con el que recibieron al Athletic de Bilbao en su visita a Valencia, acompañado y acompasado por una coral que repetía mil veces «el viva España» de Manolo Escobar, forma parte de ese comportamiento alentado e influenciado por esas soflamas políticas que inducen a actuar de esta forma, eso sí, con una policía defendiendo, en este caso, «rigurosa y democráticamente» el derecho a la libertad de expresión.

Retuercen hasta el infinito el concepto de democracia y crean una retórica en torno a ella, que no consiste en otra cosa que ordenar, disponer, mandar; cada vez más alejados de soberanías nacionales, de los espacios «normales» de representación y decisión. El chantaje es su modelo «democrático» y las ya de por sí débiles instituciones representativas las han ido neutralizando y vaciando de contenido.

Mientras tanto, contemplamos cómo esa supuesta izquierda, que se considera heredera única de la socialdemocracia, camina como un muerto viviente, como un zombi, navegando a la deriva por un mundo de ficción, sin dejar, como dice Baudrillard, el mínimo espacio para la esperanza política. Una supuesta y presunta izquierda cada vez más denostada, desde donde marcan y dirigen nuestra agenda «moral».

El Estado manifiesta sin rubor alguno, que el sometimiento a las leyes que nos hemos otorgado está en la base de cualquier democracia homologada, mientras utilizan la violencia más extrema sobre todos aquellos que quieren ejercerla a través de su derecho al voto. ¡Es ilegal! ¡Es ilegal!, esgrimen como argumento irrefutable mientras cargan cruelmente contra ancianos y contra mujeres y hombres, indefensos que reclaman algo tan antidemocrático como es manifestar lo que quiere la ciudadanía.

La violencia que ejerce el Estado, también es democrática, nos dicen, dando por hecho que está  comúnmente aceptado que la violencia ejercida por los Estados está legitimada porque parte de la premisa de que dicha violencia no es arbitraria, cuando, realmente, lo esencial y fundamental de la violencia es precisamente la arbitrariedad. El Estado la ejerce en nombre de un reconocimiento universal de la representación universalista de la dominación, presentada como legítima.

Pero ya nos recuerda Bourdieu, en relación al monopolio de la violencia, física y simbólica, cuando sostiene que «está inseparablemente unida a la construcción del campo de luchas por el monopolio, por las ventajas propias de este monopolio» siempre a costa de una sumisión que está condicionada por la prohibición de todo aquello que no pasa por el filtro.

Una gran parte de los catalanes se reafirman en la democracia  a la vez que niegan que lo que viven sea democracia. Se les niega la legitimidad para intervenir en el espacio público institucional, un espacio, como consideran muchos, secuestrado por una clase política española, profesionalizada, atenazada por los poderes económicos y mediáticos, alejados, cada vez más, de los ciudadanos.

Y como los partidos se aferran a los mecanismos que reproducen su poder, los ciudadanos no tienen otra alternativa que la resignación (producto del miedo al riesgo de la protesta) o la rebeldía extra-institucional presentada en forma escrupulosamente pacífica, como ha puesto de manifiesto ante el mundo la ciudadanía catalana de manera ejemplar y ejemplarizante.

La «razón de Estado» siempre prevalece por encima y por debajo. El Estado controla las estructuras fundamentales de pensamiento, pensamiento incuestionable y por encima de toda duda. Moldea las estructuras mentales de los ciudadanos, designa y construye lo que ha de ser la identidad nacional y lo hace inculcando e imponiendo una cultura dominante que se constituye en cultura nacional legítima. La unificación cultural y lingüística forma parte del proceso legitimador del Estado. El «hay que españolizar Cataluña» del ex ministro de Cultura José Ignacio Wert, forma parte de la concentración del poder.

El Estado tiene el monopolio de la producción de significados que transmiten, nociones, valores e ideologías arbitrarias transmitidas a través de una presunta «neutralidad». La sacrosanta «razón de Estado» consagra la sumisión al orden establecido como creencia primordial, como base del «sentido común» que solamente es cuestionada en situaciones de profundas crisis institucionales donde se pone en cuestión el status quo, como está sucediendo en Catalunya.

La historia está jalonada de múltiples evidencias y constataciones, de cómo los Estados son productores, en serie, de catástrofes y guerras  cometidas en nombre de la «Razón de Estado». El ejemplo de las Guerras (las más recientes de Libia, Irak y Siria) pone al descubierto hasta qué punto los Estados, en nombre del sagrado «interés general» arrastran a la barbarie más absoluta, pero no importa, el juicio del Estado es «el juicio final».

Mientras tanto, los subalternos del poder, agitan la coctelera con soflamas patrioteras del estilo de «los sediciosos han despertado al toro español» que clama con furia el delegado del Gobierno en Aragón, o las de un Alfonso Guerra desatado que no descarta enviar al Ejército a Catalunya si la policía no se basta para sofocar el «golpe de Estado». La verdad es que «son de armas tomar» y dan miedo.

Publicado en Naiz

Intervenciones de nuestra compañera Diana Urrea en la tertulia política En Jake de ETB2 25/9/17

Intervenciones de Diana Urrea, compañera de Alternatiba y exparlamentara de Euskal Herria Bildu, del día 25/9/17 en el programa «En Jake» de ETB 2 donde opina sobre el referéndum del próximo 1 de octubre en Catalunya y las dura represión que están sufriendo tanto el pueblo catalán como su gobierno a la hora de hacer campaña. También se habla de los presupuestos del gobierno de Madrid y de la negogiación de los mismos con el PNV. Tertulia completa en ETB a la carta.

Alternatiba llama a desobedecer la represión anti 1-O que ya ha llegado a Euskal Herria

La portavoz nacional de Alternatiba, María del Río, ha denunciado el “enésimo ataque de la maquinaria represiva del Reino de España contra el referéndum del 1 de octubre” que hoy, además “ha llegado a las calles de Euskal Herria”, en referencia a la prohibición de un juez de la charla de la diputada de la CUP Anna Gabriel en el centro cívico Aldabe de Gasteiz y que la policía municipal de la capital ha ejecutado desalojando en plena charla un salón de actos que se ha quedado pequeño. Del Río ha destacado “la gravedad” de que haya sido la policía de Gasteiz, a las órdenes del gobierno de Gorka Urtaran (PNV) la que “ha servido para cercenar, también aquí en en nuestro país, el derecho a decidir y la libertad de expresión del pueblo catalán y de sus representantes políticos legítimos”.

Por eso, desde la formación de izquierdas han pedido al lehendakari Iñigo Urkullu y a las instituciones vascas en su conjunto “que no sean garantía de la censura y el totalitarismo del gobierno español en contra del pueblo catalán”, tal y como han hecho hoy en Gasteiz; “que desobedezcan leyes injustas porque de lo contrario serán colaboracionistas de quienes niegan el derecho a decidir no solo a Catalunya sino también a la sociedad vasca”.

Ante semejante situación, desde Alternatiba han llamado a llenar las calles de Euskal Herria de solidaridad con Catalunya y el proceso democrático que quiere darles la palabra para decidir su futuro en libertad, con la “posibilidad de abandonar un régimen que roza el ridículo internacional con su persecución de urnas y papeletas, sus amenazas de cortar la electricidad en los colegios electorales y que extiende a nuestras calles la censura que deja pocas dudas sobre el carácter autoritarista del estado heredero de un franquismo cuyas formas insisten en perpetuar”. En ese sentido, ha recordado que la sociedad vasca tiene mañana “la oportunidad de secundar masivamente en Bilbao la convocatoria de Gure Esku Dago pidiendo democracia para Catalunya”, manifestación que contará con una nutrida representación de la dirección de la Coordinadora Nacional de Alternatiba.

Charlottesville

Jonathan Martínez

Los hemos visto portar antorchas de odio racial y estrellar un coche contra la multitud en Charlottesville, Virginia. En París, a pocos metros de la estación de tren de Saint-Lazare, golpearon hasta la muerte al joven Clément Méric. En una fábrica de Amiens pedían el voto obrero para las presidenciales francesas y en el barrio madrileño de Tetuán repartían víveres solo a españoles. Vapuleaban a refugiados sirios en la frontera de Hungría con Serbia. Patrullaban el Mediterráneo en busca de pateras emigrantes. Molieron a palos a Jimmy y lo arrojaron al Manzanares. A Jimi Joonas Karttunen lo mataron en la plaza Eliel de Helsinki. Estaban repartiendo octavillas contra las mezquitas en Dresde. Estaban acuchillando al rapero Pavlos Fyssas al oeste de Atenas. Estaban levantando barricadas de neumáticos en la plaza Maidán.

Los hemos visto camuflados con ropajes variopintos, bajo diferentes siglas y colores, pero todos ellos adscritos a la tradición histórica del fascismo, a la afirmación racial y al desprecio por lo ajeno. Al fin y al cabo, los fascismos adquieren formas caprichosas según el tiempo histórico y el lugar que les toca en suerte. Algunos fascismos son explícitos; otros se esfuerzan en resultar sutiles. Hay fascistas hitlerianos, falangistas trasnochados y nostálgicos del Ku Klux Klan, pero también hay fascistas pop e incluso hipsters del fascismo. Algunas veces son de porte militar, hinchados de testosterona, con camisetas reventonas, cadenas de hierro y puños americanos. Otras veces se muestran afables, venerables y televisivos, y defienden su catecismo con la elocuencia de un comercial de aspiradoras. Hubo un tiempo en que los creímos relegados a los museos y a los documentales de madrugada en blanco y negro, pero ahí están, agitando banderas en las plazas, concediendo entrevistas y prodigándose en titulares.

Si el crack bursátil del 29 generó un caldo de cultivo excepcional para los fascismos del siglo XX, la quiebra financiera de 2008 ha asfaltado la pista de aterrizaje para los fascismos de nuestros días. Todos los estandartes de la prosperidad globalizada, también aquellos que parecían incuestionables e imperecederos, han quedado en evidencia o se han ido al garete, desde Lehman Brothers hasta la Unión Europea. El boyante capitalismo tardío nos había vendido una utopía transfronteriza y cosmopolita que nunca llegó a existir, de modo que los fascismos han reaccionado ante la crisis del sistema con un repliegue en forma de exaltación nacional, una retórica antiliberal y una épica subversiva y malsonante que sabe seducir a la clase trabajadora. Y es que el discurso del pánico xenófobo se ha alimentado a partes iguales de la depresión económica y de la desconfianza en las instituciones tradicionales.

No obstante, el fascismo no solamente no supone una amenaza para el orden establecido sino que desempeña un papel crucial como fuerza de choque contra todas las demás formas de descontento: las de tradición democrática, las de genealogía marxista o libertaria, las de las minorías nacionales. Por eso los liberales son tan condescendientes con el fascismo. Por eso los periódicos oficiales recurren a toda clase de eufemismos y circunloquios para nombrarlo. Por eso Trump afea la violencia «de todas las partes» en Charlottesville. Por eso El País, plusmarquista de la manipulación, convierte una algarada nazi en «disturbios entre grupos radicales». Cada vez que sugieren una equivalencia entre fascistas y antifascistas, los liberales se elevan en un imaginario púlpito de centralidad, como árbitros justicieros de dos extremismos simétricos, como el fiel de una balanza que solamente existe en el ámbito calenturiento de sus deseos.

Hay que reconocerlo, quienes detentan el poder están sabiendo sacar partido de un nazismo que ha medrado gracias al fertilizante de su indiferencia. Mientras tanto, en Charlottesville, sumamos el nombre de Heather Heyer a la nómina de asesinados. Allí están los nombres de Clément Méric y de Jimmy y de Jimi Joonas Karttunen y de Pavlos Fyssas. Allí están Lucrecia Pérez y Guillem Agulló y Carlos Palomino y Aitor Zabaleta. Porque los extremos nos tocan.

Leer en su blog Zona especial Norte

Fatuarte: «Es intolerable el ataque al humor, a la crítica política y a la libertad de expresión en la Aste Nagusia»

Alba Fatuarte, compañera de Alterantiba y concejala de EH Bildu Bilbo, ha calificado de “grave e intolerable ataque al humor, a la crítica sociopolítica y a la libertad de expresión” la retirada esta mañana por parte de la Ertzaintza, por orden de un juez, la decoración de la txosna de Hontzak, tras las denuncias interpuestas por el obispado y los comentarios “desafortunados y moralizantes” realizados ayer por el alcalde Aburto.

Fatuarte, representante además en la Comisión Mixta de Fiestas, ha denunciado que estas actitudes de “rigorismo e integrismo católico” dañan la imagen de Aste Nagusia y de ciudad abierta y plural que las comparsas han sabido construir con trabajo y con humor desde la primera edición en 1978: “Hablamos de una semana en la que la subversión y la reivindicación han estado, están y estarán presentes en el recinto festivo; siendo algo inherente a la Aste Nagusia, pese a quien le pese”.

Por último, además de mostrar su solidaridad a Bilboko Konpartsak en general y a Hontzak en particular, la concejala ha remarcado que mientras en toda Europa los chistes sobre Mahoma de Charlie Hebdo fueron considerados como libertad de expresión, “lamentablemente aquí tenemos a jueces que actúan de modo más propio de un estado confesional que de un estado supuestamente laico”.

EH Bildu Bilbo

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