Imagen: Iñigo Arsuaga
Este domingo 24 de abril se celebra el Aberri Eguna, día en el que Alternatiba quiere reivindicar una vez más la necesidad de un derecho efectivo y real a la autodeterminación. La necesidad de construir de una Euskal Herria que supere todos los sistemas de dominación vigentes: el capitalismo insaciable, la injusticia del patriarcado, el voraz productivismo, el racismo inhumano, la democracia de apariencias y el asimilacionismo cultural.
Todas estas luchas deben estar presentes en el Aberri Eguna, así lo entienden los hombres y mujeres que formamos Alternatiba, que solo consideraremos como un país verdaderamente democrático y justo aquel que confronte y avance en todas ellas.
Este día debe trascender lo folclórico, rechazamos la visión nacional que permanece ciega y sorda ante los conflictos sociales, políticos y ambientales que existen en nuestro territorio. No queremos su nación, porque no hay nación sin igualdad y sin el firme respeto a los derechos, a todos los derechos, de todas las personas. No nos conformamos con la defensa de los símbolos, reivindicamos la ampliación de los derechos y las libertades que la construcción de una Euskal Herria más justa debe generar a la ciudadanía.
Euskal Herria vive un nuevo momento, una nuevo escenario político que atendiendo a lo que reclama la ciudadanía apuesta por el trabajo común. Alternatiba siempre ha apostado por la unidad de las fuerzas soberanistas y de izquierdas y esta vez ha sido posible dar los pasos necesarios para avanzar hacia un futuro en común. Somos conscientes de las dificultades, y no hablamos solo de las piedras que pretenden arrojar al camino de la paz y de la construcción nacional. Porque hay muchos otros obstáculos: las desigualdades, la pobreza, la conculcación de derechos de todo tipo o las lógicas imperantes de represión.
Seguramente, tal y como suele decirse, no están todos los que son, pero podemos estar seguros de lo que somos todos los que estamos. Seguros de la necesidad de garantizar todos los derechos individuales y colectivos de todas las personas de Euskal Herria, de la urgencia de dar los pasos que nos lleven a un país en paz, que deje atrás todas las formas de violencia, amenaza o represión por parte de cualquier organización, institución o agente implicado en el conflicto que muchos se empeñan en negar pero que todos los ciudadanos y ciudadanas de este país queremos superar.
Estamos igualmente convencidos de la legitimidad de las aspiraciones de soberanía existentes en Euskal Herria. Y denunciamos lo abominable de un estado que se dice de derecho mientras pretende negar esta legitimidad violando flagrantemente el derecho a la participación política de miles y miles de personas, de más de 50.000 de modo directo y de más de dos millones de modo indirecto. Ante semejante atropeyo a la democracía, no dejaremos de exigir al Estado español, con la misma firmeza que le exigíamos a ETA el cese unilateral de sus acciones violentas, el restablecimiento de todos los derechos conculcados por los sucesivos gobiernos españoles: del derecho de asociación, la libertad de expresión y manifestación y la derogación de una Ley de Partidos que secuestra el voto de la ciudadanía.
Debemos ser capaces de responder con alternativas al servilismo y seguidismo de las políticas neoliberales de los gobiernos de Iruñea y Gasteiz, de construir un país socialista, ecologista y feminista. Y debemos hacerlo confrontando politicamente con quienes deconstruyen, nacional y socialmente, Euskal Herria.
Esta es la reivindicación que desde Alternatiba hacemos en este Aberri Eguna, con el convencimiento de que los pasos en común que hemos venido dando los últimos meses pronto abrirán un escenario aún más ilusionante para la construcción de este país, un país en el que creemos, una Euskal Herria de izquierdas.
Euskal Herria, 24 de abril de 2011