Las encuestas les daban como mucho tres escaños, pero lograron cuatro. EH Bildu creció en los tres territorios –también en Navarra– y duplicó su representación en Madrid.
Entrevista de Lorena Gil Para El Correo publicada el 30 de abril de 2019
¿A qué atribuyen la subida?
La alianza con Esquerra nos situaba ante una oportunidad para ser determinantes e impulsar un polo de acción política desde el soberanismo de izquierdas, desplazando al nacionalismo pactista, que representan PNV y CiU. EH Bildu es una fuerza política con una base social muy sólida y sí que es cierto que durante la campaña veíamos a nuestra militancia más activada que en otras ocasiones.
En las pasadas generales Elkarrekin Podemos les cogió mucho voto prestado. ¿Creen que están recuperando posiciones?
En 2015 y 2016 la posibilidad de que una izquierda alcanzase posiciones de liderazgo en el Estado español e impulsara soluciones democráticas en temas como la territorialidad hizo que mucha gente les diera ese aval temporal. Pero en la medida en la que hemos demostrado que la izquierda soberanista también era útil, hemos conseguido revertir la tendencia. Para nosotros estas elecciones son el partido de ida de un ciclo electoral que termina el 26 de mayo. Era importante obtener un buen resultado en Madrid, porque el partido de vuelta lo jugamos en casa. Y el resultado es, sin duda, un trampolín excelente.
«Adiós Maroto, adiós», que dijo Arnaldo Otegi tras conocerse que el escaño alavés caía de su lado y dejaba al PP sin representación.
Todos los escaños valen lo mismo, pero el de Álava tenía un aroma especial. Hicimos lo que estuvo en nuestra mano para que Javier Maroto no fuera alcalde de Vitoria y lo que pedíamos era que la gente nos ayudara ahora para que no fuera diputado. Conseguirlo ha sido una alegría enorme. Duplicar nuestra presencia en Madrid, además, le otorga un plus de justicia poética.
EH Bildu ha estado en boca de los tres partidos de la derecha. ¿Cree que eso les ha beneficiado?
Para nosotros es un honor ser el antagonista político de la derecha española porque nos sitúa en el lugar en el que siempre hemos querido estar. Aceptamos ese guante y lo único para lo que ha servido es para espolearnos.
PP, Ciudadanos y Vox no han obtenido ningún escaño en Euskadi.
Eso nos demuestra que este país, Euskal Herria, vale mucho la pena.
Durante la campaña hablaban de dar su apoyo gratis para sacar a la derecha. ¿Le van a poner precio ahora a la investidura de Pedro Sánchez?
Somos bastante coherentes. Lo dijimos y lo mantenemos, si el PSOE opta por Ciudadanos, nos tendrá en frente. Si se decanta por generar un proyecto de país que ahonde en la plurinacionalidad, en la democratización de todas las estructuras y la devolución de derechos a la ciudadanía, podremos hablar. Somos razonables y estaremos dispuestos a ver qué nivel de desarrollo tiene esa apuesta por el fin de los recortes y por las soluciones políticas a cuestiones políticas como la territorialidad y el derecho a decidir.
Por una treintena de votos se quedaron sin el escaño de Navarra que les permitía formar grupo propio. Han anunciado que van a revisar cada mesa.
En las autonómicas de 2016 obtuvimos un escaño más en el recuento. Por eso vamos a vigilar las incidencias. También habrá que ver el voto en el extranjero.