Nacida en Madrid, pero gasteiztarra desde los 10 años, Claudia Venceslao es vecina de Alde Zaharra. Es madre de dos niños y hasta hace pocos meses, trabajaba en la Comisión Ciudadana Anti-Sida de Álava. Tras las elecciones del 26 de mayo, su futuro inmediato pasa por las Juntas Generales de Araba.
¿Cuáles fueron tus primeras experiencias militantes?
En mi juventud milité en Askapena y participé, mientras estudiaba Trabajo Social, en el grupo de personas voluntarias que entraba en la prisión en Nanclares de la Oca. Estos últimos años he estado muy implicada en la AMPA de la escuela de mis hijos y colaborando con la Plataforma a favor de la Escuela Pública Vasca. Llevo unos cuantos años trabajando en exclusión social y atención a personas presas.
Y ahora… a una institución.
Sí, en los próximos cuatro años voy a ser procuradora de las Juntas Generales por EH Bildu, llevando y empoderando los temas de políticas sociales. Espero dar guerra y denunciar las políticas de PNV. Tocará hablar de recortes, de privatizaciones, de precariedad de las trabajadoras de las residencias de 3ª edad o de las listas de espera de los CAD, por citar algunos temas. Quiero que Gasteiz y Araba tengan los Servicios Sociales que se merecen.
¿Qué esperas encontrar entre las paredes de esta institución?
De momento, me he encontrado un buen equipo de trabajo en el grupo juntero de EH Bildu, donde hay personas que llevan años trabajando en la institución y otras que comenzamos ahora. Todas tenemos ganas de aprender y trabajar. Imagino que habrá momentos buenos y otros malos. A veces da un poco de vértigo esto de la política, pero asumo el reto con muchísima responsabilidad. Además, mi acogida tanto en Alternatiba como en EH Bildu ha sido buenísima, por lo que aprovecho para agradecer el apoyo recibido.
Las Juntas Generales son territorio desconocido para la mayoría de la gente. ¿Cómo le explicas a la gente de tu entorno dónde vas a dar la pelea?
Es complicado de explicar, la verdad. La gente no sabe ni dónde está el edificio de las Juntas Generales. Simplificando, les digo que voy a dar guerra a las personas que gobiernan y hacen que tengamos unos Servicios Sociales precarios e insuficientes. Que voy a aprovechar todas las herramientas de las que disponemos para poner sobre la mesa que los recursos sociales hay que cuidarlos y dignificarlos; que deben ser servicios cercanos y adecuados a las necesidades de las personas atendidas; que deben de ser servicios donde sus profesionales tengan buenas condiciones laborales, donde la persona sea protagonista de su itinerario. Recursos que no estén saturados y que sean objeto de orgullo. Prestaciones económicas que palien situaciones de pobreza o ayuden a reforzar el acceso a personas con dependencia o diversidad funcional. Dando a conocer la importancia de las políticas de prevención en temas sociales. En fin, vigilaremos y denunciaremos todos los recortes, privatizaciones y las decisiones que desde la Diputación Foral se tomen, para defender Servicios Sociales dignos para nuestros pueblos.
¿Crees que es posible mantener aquello que defendemos de “un pie en la institución, mil en las calles”?
Por supuesto. Las personas (profesionales, personas atendidas, familiares y voluntariado) que están al pie de calle en las asociaciones son las que mejor dan voz a lo que pasa en los recursos sociales. Tengo claro que voy a reunirme con cualquier persona que quiera estar conmigo. Siempre he dicho que las decisiones que se toman en un despacho sin haber estado con las personas implicadas nunca serán buenas. ¿Quién mejor que un familiar de una usuaria de residencia para explicar cómo funcionan las cosas?, ¿quién mejor que una educadora de un piso de apoyo a personas en exclusión social para explicar las
necesidades de las personas que atiende? Dar voz a la ciudad y a los pueblos es imprescindible. La participación ciudadana en temas que le afectan directamente debería ser una prioridad para todos los gobiernos, ya sean municipales, forales o autonómicos. Las puertas del despacho del grupo juntero de EH Bildu están abiertas para cualquier persona, colectivo o asociación que quiera hablar con nosotras. Nos espera mucho trabajo, tenemos muchas ganas de dar guerra. Como dice el compañero de la CUP David Fernández, trabajaremos duro desde abajo y por la izquierda