Palabras de nuestro compañero y candidato de EH Bildu al congreso por Bizkaia Oskar Matute en la presentación de la candidatura ayer en Bilbao.
Los hombres y mujeres que hoy nos encontramos aquí somos las personas que defenderemos el programa y las ideas de EH Bildu en las próxima campaña electoral y a partir del 10 de noviembre, también lo haremos en el Congreso y en el Senado. Porque la izquierda soberanista vasca se presenta a esta nueva electoral con ilusión y la confianza que da el saber que tenemos los deberes hechos ante la ciudadanía vasca y que hemos cumplido con la palabra dada meses atrás.
El grupo de personas que hoy nos encontramos aquí y el resto de candidatos y candidatas representan a la perfección lo que es EH Bildu. Gentes distintas procedencias políticas e implicadas y comprometidas con las diferentes luchas que se dan en nuestro país. Gentes que intentamos trabajar, cada cual en su ámbito, con honestidad y compromiso hacia nuestro pueblo y sus gentes. EH Bildu representa la casa común de las y los soberanistas vascos. Una casa que no para de crecer y ampliarse.
Los vascos y las vascas estamos llamados otra vez a las urnas para decidir a quienes nos representarán en el Congreso y en el Senado. Y nos convocan a las urnas porque dos personas no han sido capaces de ponerse de acuerdo. Porque, haciendo gala de una enorme irresponsabilidad y olvidándose de los intereses y preocupaciones de la gente, han hecho prevalecer los intereses y cálculos partidistas. Los vascos y las vascas no somos merecedoras del espectáculo y frivolidad que se ha visto en Madrid los últimos meses.
La cuarta convocatoria de elecciones en cuatro años deja a las claras la situación de crisis estructural en que está inmerso el Estado español. Y los grandes partidos y los poderes fácticos del Estado ya han fijado cuál va a ser la salida para esa crisis, provocada principalmente por la nunca resuelta problemática territorial: la involución y el recorte de derechos nacionales y sociales. La reacción que están teniendo los últimos meses con el pueblo catalán es el mejor ejemplo: criminalización, amenazas para la aplicación del articulo 155 y la activación de la ley de seguridad nacional, montajes jurídico-policiales y detenciones, el país tomado por las fuerzas de seguridad, una sentencia contra los representantes políticos independentistas que ya nadie duda que va a ser dura y ejemplarizante… En definitiva, involución y represión. Nada podemos esperar de un Estado español que no tiene nada que ofrecer a una sociedad madura como la vasca que aspira a mejorar y crecer en todos los ámbitos.
Solo hay que reparar en los lemas elegidos por esos grandes partidos estatales para saber qué es lo que ofrecen. España es la palabra que se repite en todas ellas. España. Las soluciones para las naciones del Estado y sus gentes ni están ni se esperan.
Que nadie se despiste. En estas elecciones y con el clima de involución imperante, es más necesario que nunca que la izquierda soberanista vasca esté en Madrid con una representación fuerte. Porque si no estamos nosotros y nosotras, nadie va a defender a la ciudadanía vasca de los recortes nacionales, sociales y económicos que seguro van a intentar imponernos. El próximo gobierno español va a apostar por la involución, esté quien esté en ese gobierno. Y en poco probable caso de que se abriese otra opción, EH Bildu va a cumplir la palabra dada a la ciudadanía vasca y va a estar a la altura que requiere el momento.
En las elecciones del 10 de noviembre está en juego el futuro de nuestro país. Y ese futuro no puede estar en manos de los grandes partidos estatales que ni conocen ni quieren conocer la realidad de nuestro país y sus gentes. Si no saben lo que ocurre aquí, ¿qué soluciones van a aportar?
El 10 de noviembre hay que apostar por la cercanía, la honradez y el compromiso hacía este país. Y quien mejor encarna esos valores es EH Bildu. Somos de fiar, cumplimos con la palabra dada y demostramos en nuestro día a día que tenemos soluciones para los problemas que tiene este país. Por eso, el 10 de noviembre tenemos que conseguir que los soberanistas vascos tengan un grupo más grande y fuerte en Madrid. Que este grupo de personas esté trabajando en el Congreso y en el Senado por este país y sus gentes. Y no dudamos que va a ser así.