Estos días he podido seguir las charlas de Jorge Riechmann en Gasteiz, Errenteria y Bilbao. Profunda, enriquecedora y animadora su aportación.
Aquí subrayaré tres temas y una actitud.
1.- Hace falta audacia para aceptar en serio, que estamos entrando en la vía del genocidio y del ecocidio. Pero ya estamos en ello. La necropolítica está en marcha. Por ejemplo: George Floid decía “no puedo respirar” con la bota policial sobre su cuello, pero esa bota estaba protegida por el movimiento supremacista en torno a Trump. Bolsonaro está dejando sin aliento a la Amazonía, sin oxígeno y sin agua mediante la deforestación y condenando a la muerte a las naciones indígenas amazónicas. Ruanda, Afganistán, Irak, Siria, Palestina… guerras que se justifican por la apropiación de coltán, petróleo o agua; ¿Qué son los muertos en el Mediterráneo? ¿Son muertos o son asesinados? ¿Y quién es el asesino? ¿Quizá sea legítimo asesinar para proteger el modo y nivel de vida de los europeos? ¡Eso dice la Unión Europea! Más cercano aún: los millones de personas muertos con el COVID 19 ¿han muerto o han sido asesinados? Son ejemplos de pasado reciente o de actualidad, pero el porvenir cercano se nos presenta más oscuro.
2.- Desde que existe la vida en el planeta Tierra (3.800 millones de años), es en nuestros días cuando se está produciendo la sexta gran extinción de la biodiversidad planetaria, y se va presentando como la mayor de todas las extinciones. Además de las nuevas pandemias que puedan derivarse de ello, este exterminio acelerará el cambio climático y este, a su vez, profundizará la extinción de la biodiversidad. Y con ello la vida humana y otras muchas formas de vida estarán en peligro, ya están estando…. Y añado yo: la sexta gran extinción de la biodiversidad biológica se está produciendo a la par que la primera gran extinción de lenguas y culturas humanas. Así lo dice la Unesco: miles de lenguas (y entre ellas está el euskara) están en peligro de extinción, y las lenguas dominantes, con el caos de información, la manipulación de las conciencias y la opresión lingüística de lenguas minorizadas, no hacen sino degradarse a sí mismas y degradar la función del habla humana. En un congreso reciente celebrado en Ecuador sobre las lenguas milenarias de Abya Yala, Leonard Boff, pensador destacado de la teología de la liberación confirmaba que, como consecuencia de la pandemia, algunas lenguas amerindias estaban quedando sin hablantes.
3- Cuando lo necesario parece imposible, y cuando una y otra vez caemos en círculos viciosos que nos mantienen cercados en la dimensión del horror, es el momento de dar el salto a otra dimensión. Este es el momento para dar ese salto. En el capitalismo globalizado no se pueden resolver esas crisis de ecocidio y genocidio, pero se nos aparece imposible superar ese monstruo, el sistema. Es justo entonces cuando debemos colocarnos en otra dimensión. Ese nosotros es cada cual y nuestras sociedades. ¿Qué es una nueva dimensión? ¿Cuál es la dimensión que necesitamos?
Lo que sea una nueva dimensión, en esencia una nueva mirada, lo explicaré con algunos ejemplos. Recientemente, en la sala de conferencias Martin Ugalde del periódico Berria, se hizo la presentación del libro escrito por el periodista Petxarroman titulado “Ezezagunaren bidean” (En el camino hacia lo desconocido). Entre otros participantes se encontraban los geólogos Iñaki Antigüedad y Ana Zabaleta que plantearon lo siguiente: en vez de mirar al río, debemos mirar a la cuenca del río. Sin la cuenca del río (sus árboles, sus animales, sus bacterias y sus gusanos, sus pájaros…) el río no es nada. Un río rodeado de cemento es lo más triste y sucio que uno se puede imaginar. La cuenca del río es otra dimensión. Carlos de Castro en su libro “Retomando a Gaia”. A hombros de James Lovelock y Lynn Margulis) señala que una cosa es mirar al árbol y otra cosa mirar al bosque del que forma parte el árbol. Una mirada (el árbol) es reduccionista y se le escapan aspectos claves, indispensables para la vida de ese mismo árbol. Otra mirada (el bosque) descubre coordinaciones entre árboles, raíces, acciones beneficiosas para todo el bosque, la importancia de la evapotranspiración etc…Pero yendo más allá, la historia de la vida en la tierra está atravesada por repetidas situaciones límites que se resolvieron pasando a otra dimensión: de moléculas muy complejas, por simbiosis, se pasó a las primeras bacterias vivas, micro-organismos que se auto-reproducen (autopoiesis fue la nueva dimensión); de células sin núcleo se dio el salto a células con núcleo; cuando las bacterias unicelulares llegaron a un límite de auto-reproducción se formaron las bacterias pluricelulares; cuando la vida sin oxígeno (anaerobios) llegó a un límite, el salto consistió en alimentar la vida con oxígeno (aerobios); cuando organismos de poca complejidad (con células poco diferenciadas como el caso de un limaco, digamos) llegaban a un límite de desarrollo se fueron complejizando las células y sus funciones y sus especializaciones (organismos con células sexuales, neuronales, pulmonares, sanguíneas, óseas etc.). Pero en todos estos casos el salto a la nueva dimensión no destruía las antiguas dimensiones. Un humano tiene como parte imprescindible de su propia vida, virus, bacterias, unicelulares y pluricelulares, células diversas, órganos diversos y en la totalidad que somos (con nuestra capacidad de hablar, de reproducirnos y metabolizar energía y materia con la naturaleza) están presentes. La historia también nos ofrece ejemplos de saltos de dimensión. Por no alargarme: Carlos Marx abrió una nueva dimensión, una nueva mirada, a la forma de ver las relaciones económicas, políticas, culturales, de ver la sociedad en una palabra. Una nueva mirada sobre el horizonte democrático marcado por algunos pensadores de la ilustración europea: la persona sometida a la esclavitud laboral queda expulsada del horizonte democrático–señalaba. El feminismo nos ha aportado otra dimensión de la emancipación. Lo mismo podemos decir de Lynn Margulis que nos ha aportado la comprensión del papel de la simbiosis y la cooperación en el surgimiento, desarrollo y permanencia de la vida en el planeta Tierra y el papel central de la vida en el surgimiento de Gaia. Hace falta nueva mirada cuando llegamos a situación límite.
¿Y cuál es la dimensión, la mirada que necesitamos cultivar hoy día? Esa mirada se está conformando en experiencias prácticas y reflexiones intelectuales, y ese trabajo es de capital importancia para tener un después digno. Tal como lo veo, creo que es necesario colocar la mirada sobre la sociedad en el marco más amplio de Gaia. No es sólo que el sistema capitalista como irresponsable aprendiz de brujo esté degradando la naturaleza y la sociedad. No es sólo que tengamos que superar el eurocentrismo. No es sólo que tengamos que superar el androcentrismo. Es el mismo antropocentrismo el que tenemos que superar. Somos uno con toda la vida, desde las bacterias, hongos y algas, hasta hierbas y árboles, y los últimos allegados al planeta, los animales mamíferos y los más últimos los homos diversos y el ultimísimo y peligrosamente enloquecido homo sapiens. La cadena equilibrada de la vida es la nueva dimensión. A partir de ahí el decrecimiento, la descarbonización, la oleada de cuidados, poner la vida en el centro, la igualdad socioeconómica, el desarrollo creativo personal de cada cual, el rechazo del lujo de la soberbia, la humildad intelectual, las reflexiones cultivadas colaborativamente por las culturas de los pueblos del mundo, los sentimientos de amor liberadores….y por ello necesitamos aprender y convertir en nuestra praxis diaria la lengua de la vida y la vida de las lenguas.
Los sistemas de deseo basados en la dominación, en la competencia cruel, en la jerarquía humillante, en la insolidaridad que nos ahoga…, que han inoculado en nosotros, debemos desenraizarlos. Los sistemas de pensamiento forjados en el dominio sobre los humanos y la naturaleza, y la credulidad tonta y las fantasías podridas que en ellos depositamos, nos envenenan. Todo, nuestros pensamientos y sentimientos, organizaciones y estructuras sociales, muros puestos en las relaciones humanas, todo debemos ponerlo en cuestión. Y analizar si agravan el peso de la desigualdad y la dominación o aumentan la fuerza de la igualdad, del cuidado mutuo y la vida liberada. Hay que elegir: entre el silencio forzado de la muerte (y más exactamente del asesinato) o el lenguaje libre de la vida. ¿Por ejemplo? La publicidad es la manifestación obscena de deseos necróticos. Fábrica de producción de deseos miserables. Estaba viendo un anuncio simplón de Colgate cuando me extrañé de mi propia reacción. Así decía el anuncio: “¿Tiene usted la boca llena de bacterias? No se preocupe. Colgate eliminará todas las bacterias de su boca”. Oírlo y ponerme furioso fue instantáneo. Estaba en casa y mascullé: “Colgate asesino!”. Y es que sin bacterias no habría vida humana. ¿Es deseable?… ¡Repasemos nuestros deseos, nuestros sistemas de deseos! Si ser dueños de petróleo y coltán pueden justificar una guerra, si degradar la Amazonia es muestra de progreso, ¿cómo no podrá Colgate plantearse la imbecilidad de acabar con todas las bacterias de la boca?
La pérdida de la biodiversidad y la pérdida de lenguas y culturas van de la mano. La primera es el colapso de la vida biológica, la segunda es el colapso del pensar humano. Y si la biodiversidad es indispensable para la pervivencia de la vida humana y otras muchas formas de vida, la diversidad lingüístico-cultural es indispensable para la pervivencia de la capacidad humana de hablar. Naturaleza saludable y pensamiento humano saludable son dos caras de un mismo empeño.
…Y una actitud. Jorge Riechmann, escribió entre otros muchos el libro “ecosocialismo descalzo”, es anticapitalista y miembro de Ecologistas en Acción y de Extinción Rebelión. Hace meses fue detenido en una concentración de este último movimiento. Tiene sueños, pero su esfuerzo es realizarlos. Por eso, sus poemas son antídotos contra la resignación. “Es lo que hay” es el eslogan del resignado. “No hay nada que hacer”. Pues no. Quitemos el “es” y quedémonos con “lo que hay”… y sin remedio saldrá… lo que hay que hacer es…aprender y utilizar la lengua de la vida y dar lugar, animar, impulsar el mantenimiento de la diversidad lingüística y cultural. Es arma principal para derribar la Torre de los Horrores en la que estamos.
Joseba Barriola- Alternatiba