La portavoz de Alternatiba, Ana Etxarte, ha asegurado hoy que la ciudadanía “ni quiere ni necesita que se abran los comercios en días festivos, tal y como ha demostrado el estudio sobre el comercio presentado por el Gobierno Vasco hace pocas semanas, que reflejaba que casi 7 de cada 10 hogares vascos está en contra de que los comercios puedan abrir en festivos”, aun cuando la ley lo permite actualmente hasta en ocho jornadas. Etxarte respondía así al cambio de normativa proyectada desde el gobierno central gobernado por el Partido Popular, que ampliaría de 8 a 10 los festivos en los que se puede operar y eleva de 72 a 90 el máximo de horas que pueden abrir los comercios a la semana en ciudades como Bilbao.
Desde Alternatiba, han recordado que este tipo de medidas hacen imposibles la corresponsabilidad entre hombres y mujeres. Además, “en contra de lo que siempre tratan de vender, la realidad de comunidades como Madrid o algunas más cercanas como el Megapark de Barakaldo nos dice que la flexibilización de horarios precariza aún más las condiciones laborales de los y las empleadas del sector del comercio, principalmente de las mujeres”. Asimismo, aunque se empeñan en hablar de dinamización, “este tipo de medidas abocarían a la desaparición del pequeño comercio, sobre todo el de los barrios, que es el que más está siendo perjudicado en estos momentos de crisis”.
En ese sentido, siendo Bilbao una de las 14 ciudades del estado en las que, con la excusa del turismo, pretenden implantar estas medidas neoliberales, “cada vez son más las tiendas de barrio que cierran no pudiendo hacer frente a la actual situación, de crisis por un aparte pero también de competencia a la que les es imposible enfrentarse, lo que lleva a la quiebra de los pequeños negocios y a la desertización de nuestros barrios”. Así, la portavoz de la formación de izquierdas ha denunciado que la iniciativa del Partido Popular solo persigue la liberalización total del sector, que “solo beneficiará a las cadenas comerciales y a las grandes superficies, en ningún caso a la ciudadanía y menos aún al pequeño comercio”. Por ello, ha instado a las instituciones vascas a que “hagan cuanto esté en sus manos y en sus competencias para evitar estas medidas”.