En Alternatiba vemos con inmensa preocupación la aceleración que se está dando en la privatización de los servicios públicos. En lugar de dedicar dichos servicios, siempre desde la gestión pública, al bienestar de la ciudadanía, se traslada esa responsabilidad a intereses privados, lo que puede favorecer discriminaciones y dañar la imagen de los servicios públicos, posibilitando así la degeneración de su calidad. La sanidad, los cuidados o la educación, por ejemplo, son derechos fundamentales que han sido puestos al servicio de la ciudadanía gracias a años de lucha de las clases populares. En la historia se han dado grandes pasos en este sentido gracias a las movilizaciones y a las iniciativas ciudadanas. Ahora, en cambio, asistimos a grandes retrocesos en todos los niveles, impulsados por políticas neoliberales que, sin ningún pudor, benefician a intereses privados en detrimento de las personas.
La experiencia nos demuestra que, mediante gestiones racionales y eficaces, es más barato y eficiente invertir en servicios públicos universales, sin depender de la gestión privada. Sin embargo, los ideólogos de esta vía privatizadora nos quieren convencer de que se está favoreciendo la eficacia, el emprendimiento y la libertad. En realidad, pretenden dejar lo “rentable” en manos privadas, y lo “deficitario” a la esfera pública. Esto, en algunos casos, duplica la oferta para un mismo servicio, con el consiguiente perjuicio para los servicios públicos.
La educación no escapa a estas tendencias. En el sistema educativo vasco, la red privada supone casi la mitad del conjunto, pero el 100% del mismo se apoya en el dinero público. Cabe destacar que se da una notable segregación entre ambas redes, en función del poder adquisitivo de las familias y de su origen o etnia. Además, llama la atención que esta segregación en la escuela es mayor que la residencial; es decir, la concentración en centros determinados de personas de condiciones determinadas, es mayor en los colegios que en los barrios.
Del mismo modo que el daño de la exclusión se materializa en la discriminación, también se manifiesta en los problemas académicos y de convivencia. En la escuela, además de ofrecer preparación académica, se reflejan modelos de convivencia social. La escolarización al margen del entorno social, sin que se refleje en las aulas la diversidad económica, cultural y social existente en la sociedad, puede dar lugar a prejuicios, racismo, clasismo y hasta posible odio a lo desconocido. La escuela debería ser un reflejo de la diversidad de la sociedad. Aprendiendo en un mismo espacio, jugando y desarrollando las relaciones, el alumnado, a partir de sus experiencias, tendrá un conocimiento más amplio de esta realidad múltiple.
Por ello, potenciando, ampliando y dotando a la red pública de recursos sólidos, tanto económicos, materiales como personales, se facilitará profundizar en este camino. Por ejemplo, en los sectores que menos contacto tienen con la cultura vasca y el euskera, la escuela pública se ha mostrado en la CAPV como una herramienta útil y potente; siendo la red más euskaldún.
Sin embargo, estamos viendo una creciente dejadez hacia la red educativa pública, hasta el punto de permitir el cierre de centros públicos. En lugar de afrontar este problema, en el Anteproyecto de Ley de Educación que se ha dado a conocer, se mantienen los privilegios de la red privada, equiparándose esta con la red pública. Asimismo, en el camino hacia establecer el euskera como lengua vehicular en todo el sistema escolar, no se da un paso al frente ni se profundiza en lo conseguido hasta ahora. En este aspecto, cabe recordar que, hoy en día, en la práctica, en casi toda la red pública con modelo D, el euskera es el idioma estructural. En el proyecto de norma se menciona la importancia del euskera, pero deja entrever una paridad entre 3 lenguas vehiculares. Por lo tanto, no hay avances, pero sí posibilidades de retroceder, al no tomar en cuenta la cruda realidad diglósica del euskera. Junto con ello, no se menciona un sistema público que pueda tener en cuenta Euskal Herria en su totalidad, sin poner las vías a una relación colaborativa con los demás territorios vascos. Y, por si fuera poco, se confirman las próximas concertaciones para 6 años, incrementando las aportaciones económicas y reduciendo las ratios, en detrimento de la red pública.
Todo ello pone en cuestión que la escuela pública sea el eje y modelo de la educación en la CAPV, debilitándola y poniéndola en riesgo. En el plazo que se ha abierto para debatir el Anteproyecto de Ley de Educación presentado por el Gobierno Vasco, es imprescindible que se tengan en cuenta y no caigan en saco roto la voz y las reivindicaciones de los agentes educativos.
En Alternatiba tenemos claro que el clamor a favor de la educación pública es más necesario que nunca en estos tiempos; una escuela que eduque a la ciudadanía en la igualdad, la diversidad y la libertad; que se base en los intereses del bien común y de la sociedad. Como en otros ámbitos, la sanidad o los cuidados, por ejemplo, la defensa de lo público es la defensa de los intereses de la mayoría.
Todo esto no es baladí. Las políticas públicas que tienen en cuenta especialmente a los colectivos más vulnerables, empobrecidos o marginados, han sido un eje principal para la izquierda. En tiempos en los que el neoliberalismo y el individualismo se está filtrando por todos los resquicios de la sociedad, debemos reivindicar y defender como nunca el carácter universal, de calidad y no discriminatorio de la educación y, en general, de los servicios públicos.
Y es por eso que seguiremos aportando a los debates a abiertos, al igual que seguiremos apostando por la movilización en pro de la escuela pública vasca, como la que recorrerá las calles de Bilbao este 5 de noviembre y que volverá a contar con nuestra participación. Así como apoyaremos también las jornadas de huelga convocadas para los días 30 de noviembre y 14 de diciembre. Porque la escuela pública vasca requiere tanto del pulso de la calle y de la lucha de sus agentes, como de las deliberaciones parlamentarias. La defensa de lo público está en nuestro ADN, porque sin la misma entendemos imposible el desarrollo de una sociedad libre y justa.
Alba Fatuarte – Joxemari Carrere
Mesa de Educación de Alternatiba
Publicado en Hordago-El Salto