La grave situación de crisis y la continua dinámica de recortes son parte de la situación a la que nos enfrentamos. A esto se le suma la decisión de ayer del Tribunal Constitucional que impone el copago farmacéutico en Araba, Bizkaia y Gipuzkoa.
En estos últimos meses, hemos respondido en clave de país ante los recortes; una respuesta amplia desde agentes sociales y sindicales, y también desde Euskal Herria Bildu.
Este panorama supone la negación de Euskal Herria, un desprecio total a la opinión y a las decisiones de su ciudadanía y sus instituciones. Nuestros derechos individuales y como pueblo, están siendo vulnerados; se nos imponen reformas económicas, educativas y sanitarias que nos impiden desarrollar nuestras propias políticas. En esta situación, mediante la imposición de políticas de derechas, nuestro país carece de futuro.
Hoy es más evidente que nunca que Euskal Herria precisa de su reconocimiento como nación, que requiere de soberanía para desarrollar su marco institucional, su modelo económico, sus sistemas educativos, sanitarios, culturales e idiomáticos. A día de hoy, adoptar sus propias decisiones es para este país algo totalmente trascendental.
En medio de esta grave situación, vemos que existen dos caminos: por un lado, el modelo que favorece al capital y a las burbujas financieras en perjuicio de los derechos de la ciudadanía vasca y de Euskal Herria. Es el camino en el que suponemos a PNV, UPN o agentes económicos como Confebask.
Otro vía es tomar decisiones, organizarnos y acumular fuerzas; para responder a las necesidades de una sociedad a la que han situado en estado de alarma. Ante los poderes económicos europeos, la sumisión de Madrid y las imposiciones del capital, debemos actuar y responder como país.
Este segundo camino es el de Euskal Herria Bildu, el de hacer frente a las imposiciones y a los recortes, a la ofensiva neoliberal y la falta de soberanía. ¿Cómo hacerlo? Confrontando con el estado y desafiando a los ataques del sistema capitalista, haciendo frente a la falta de soberanía económica, cultural y educativa con decisiones soberanas.
Necesitamos poner en marcha un modelo que responda a las necesidades de las personas; y necesitamos decidir desde nuestras instituciones. Debemos actuar respondiendo como país a imposiciones injustas, levantando un muro de resistencia de la mano de agentes sociales, sindicales y políticos de Euskal Herria.
Nuestra actividad política está orientada en esta dirección. Estamos confrontando la política de la imposición pueblo a pueblo, institución a institución, adoptando decisiones para frenar o paliar los efectos sobre las personas de las decisiones que nos llegan desde Madrid. Medidas como la supresión de la 14ª paga no afectan solo a las y los trabajadores de la Diputación o la institución pertinente, sino a toda la ciudadanía a la que estas personas prestan servicio público; que posibilitan, en definitiva, lo que hasta ahora hemos entendido como Estado del Bienestar.
En este sentido, la decisión adoptada por la Diputación Foral de Gipuzkoa, que ya ha sido recurrida por la abogacía del estado español, supone un paso fundamental para profundizar en esa vía.
Ante este recurso solo nos queda decir, alto y claro, que no vamos a movernos ni un milímetro desde nuestra posición de defensa de los derechos laborales y de la capacidad de decisión de esta institución frente a las decisiones y las consecuencias que puedan venir de Madrid. Ese es el compromiso que adoptamos ante la ciudadanía de este país.
Y no lo hacemos tan solo por la mal llamada paga extraordinaria, porque no debemos olvidar que se trata sencilla y llanamente de una parte del total del salario de las y los trabajadores. Lo hacemos porque el auténtico problema son los próximos recortes que están por venir, y ante esa situación debemos plantarnos como país. Vamos a hacer frente a los que nos quieren hacer desaparecer imposición tras imposición.
Vamos a avanzar en el camino hacia la soberanía, trabajando en común desde las instituciones y desde la calle, los centros de trabajo y educativos; de la mano de todas las personas que nos representan en las instituciones y de la ciudadanía. Tenemos alternativa, la soberanía y la transformación del modelo socioeconómico; hemos puesto en marcha esa alternativa pueblo a pueblo y en las instituciones, y nos comprometemos avanzar en esa misma dirección.
EH Bildu llama al resto de agentes sociales, sindicales y al resto de partidos políticos e instituciones a responder como país. Ahora que todas las alarmas están encendidas, debemos aparcar los intereses partidistas para unir fuerzas. Debemos hacerlo para trabajar en el modo de preservar nuestro futuro político, económico y cultural. Tenemos una gran fortaleza si actuamos como país y con perspectiva de clase en el camino de la soberanía. Esa es la apuesta a la que queremos invitar al resto a sumarse.