Los últimos datos referidos al desempleo que sitúan a Bizkaia en el primer puesto de este nefasto ranking en el contexto de Hego Euskal Herrria, con un acumulado de 100.399 personas sin empleo, lo que supone un incremento del 1,19% (1.183 parados más que el mes de marzo) vienen a constatar que la pretensión del PNV de reactivar la economía y crear empleo y riqueza aplicando las mismas políticas neoliberales que nos han llevado a la actual situacións es una quimera.
Como no podía ser de otra manera, el partido que gobierna ininterrumpidamente Bizkaia desde la muerte del dictador sin una decidida vocación soberanista y preso de su ideología de derechas, es incapaz, en la actual situación de emergencia, de aplicar políticas socioeconómicas que hagan realmente frente a la desigualdad, abandonando las grandes infraestructuras, regulando una fiscalidad realmente progresiva y comenzando a crear riqueza y empleo desde los más cercano, desde los municipios y las comarcas.
Lejos de apostar por políticas sociales y de afrontar la creación de empleo, el PNV hace como que aquí no pasa nada y se enroca en su inacción. En su estrategia de mantenerse en el poder hasta que pase lo peor, intenta sacar adelante unos presupuestos con los que seguir ganando tiempo. Y no duda, para ello en acercarse a UpyD, de igual manera que en Bizkaia sacó adelante sus cuentas mediante el acuerdo que alcanzara con el PP.
La publicación de los datos del desempleo han coincidido en el tiempo con la inauguración de la planta de coque que Petronor ha puesto en marcha en Muskiz, mediante una inversión de 1.000 millones de euros que el portavoz del Ejecutivo, Josu Erkoreka, ha calificado de “inyección de confianza y base de la recuperación”. La alternativa del PNV para este pueblo es, por lo tanto, la contaminante escoria de un combustible fósil tratada en una refinería cuyo propietario mayoritario es la multinacional Repsol.
EH Bildu considera que esta operación ha sido una imposición de principio a fin. Tanto la construcción, como la actividad de la planta han sido declaradas ilegales por un juzgado, toda vez que los mandatarios jeltzales han vuelto a rendir pleitesía al representante de la presunta corrupta monarquía española encargado de inaugurar la planta.