El inminente acuerdo que puede producirse entre PNV y PSE no va a sorprender a nadie. Y es que el PNV ha reiterado desde el principio donde sitúa sus prioridades, y tras ganar tiempo en devaneos con el PP, al final parece esclarecerse su verdadero objetivo.
En estos meses nos han querido hacer partícipes de una escenificación que aún perdura. Al fin y al cabo, PNV y PSE comparten el mismo modelo y mediante este posible acuerdo, el PNV quiere cubrir su debilidad mientras que PSE quiere hacer lo propio con su necesidad; las mismas que tenían tras las elecciones pero que en su momento no fueron capaces de solventar.
El PNV, sumido en su deriva, requiere estabilidad; y el PSE, tras perder el poder institucional estaba necesitado de presencia política, de modo que lo que no pudo conseguir con los votos intentará conseguirlo de la mano del PNV. Ahora falta saber a cambio de qué va a dárselo el PNV, cuál será el premio a conceder al PSE para cerrar el acuerdo.
Pero además de las necesidades de ambos partidos, lo que es evidente es que no pretenden hablar de modelos ni de las necesidades de la ciudadanía; por el contrario, solo plantean acuerdos para sostener el modelo actual. Así, su prioridad será consensuar soluciones a la medida de sus intereses, y no en función de lo que la sociedad reclama.
Este país necesita acuerdos sí, y no farsas que solo persiguen el objetivo de perpetuar la difícil situación que vivimos. Son necesarios acuerdos para instaurar otro modelo: que garantice el reparto de la riqueza y crear empleo estable, que reconozca los derechos sociales y laborales de las personas; y que permita desarrollar una vida digna… Pero lo que PNV y PSE van a escenificar no irá por ese camino, porque ha sido el modelo y las políticas que han defendido las que nos han sumergido en este abismo. Su propuesta son el cemento, la precariedad y el recorte de derechos; EHBildu, por el contrario, sitúa la dignidad de las personas en el centro de su actividad política. Por eso no nos quieren al lado.
Tal y como lo hicieron en la huelga general del pasado jueves, les siguen dando la espalda a las personas desempleadas, a aquellas en riesgo de exclusión, a quienes sufren la precariedad laboral… y lo hacen para garantizar sus negocios. Se atrincheran en el parlamento para no dar la cara ante la ciudadanía. La política debe hacerse en contacto con las personas, las decisiones deben adoptarse con y para la sociedad, y no en función de determinados intereses de las élites económicas y políticas.
Ya hemos señalado con anterioridad que el PNV debía de aclarar qué modelo de país quiere construir y con quién quiere hacerlo. Es evidente que está tomando la decisión, y lamentablemente, va a pactar con un partido que ni siquiera reconoce ni respeta la identidad de este país. Pactan para seguir imponiéndonos las decisiones de Madrid y la Troika, evitando a toda costa el debate sobre la legalidad y la legitimidad de las mismas.
Euskal Herria debe tener derecho a decidir su futuro, pero el PNV niega una y otra vez la posibilidad de abordar ese camino junto con EHBildu. Es difícilmente comprensible que la primera fuerza política del parlamento de Gasteiz no solo no traslade ofertas para llegar a acuerdos a la segunda, sino que además renuncie a toda oportunidad de trabajo conjunto. Con sus decisiones, el PNV sigue concediéndoles a PSE y PP la llave para gobernar este país.
¿Cuál es la razón para esta falta de voluntad y este miedo a debatir las propuestas de EHBildu? Nosotras y nosotros hemos dejado claro en estos meses dónde situábamos las necesidades para salir de esta situación: una fiscalidad basada en la justicia social y una auténtica lucha contra el fraude fiscal; terminar con los recortes, proteger los servicios públicos, adoptar soluciones con los agentes sociales, fomentar nuevas políticas de empleo frente a la reforma laboral… ¿Qué problema tiene el PNV en hablar de todo esto con EHBildu?
Que le pregunte a sus votantes si realmente quieren que llegue a acuerdos con quienes niegan toda clase de derechos a la ciudadanía vasca, desde el derecho a decidir hasta el de tener una vivienda y un trabajo dignos. Le están dando la espalda a la mayoría de la sociedad. Existe, por tanto, o una clara intención de arrinconar a EHBildu, o bien, tal y como creemos, un esfuerzo por dulcificar el modelo neoliberal imperante para mantenerse en el mimo.
Euskal Herria necesita auténticos acuerdos de país, con todos los agentes sociales y políticos para superar este modelo regresivo y construir uno nuevo, basado en la justicia social, desde abajo y desde la izquierda.