En el dia de ayer el Ayuntamiento de Urduña hizo pública una decisión política de calado, una decisión histórica. El alcalde de Urduña, Carlos Arranz ha anunciado que van a priorizar los servicios sociales, el bienestar de los vecinos y vecinas de Urduña, por encima del voraz e insaciable apetito de la banca.
El Ayuntamiento de Urduña demuestra que asumir responsabilidades con la ciudadanía es cuestión de voluntad política y prioridades. EHBildu quiere felicitar al pueblo de Urduña por su valiente decisión. Hacemos un llamamiento, tanto a la Diputación foral de Bizkaia, como a los máximos responsables de Kutxabank (entidad que históricamente se ha caracterizado por su carácter social) que aporten su granito de arena en el camino emprendido por la Corporación de Urduña. Llevamos tiempo reivindicando públicamente que la única manera de salir de la situación económica que padece el Ayuntamiento de Urduña pasa por cambiar el orden del destino del dinero que sale de las maltrechas arcas municipales, por pensar y actuar con la referencia de las personas y no en función de los beneficios de una banca que es responsable directa de la situación.
Cabe recordar que esta misma semana hemos conocido dos momentos muy diferentes en Bizkaia, dos fotos muy clarificadoras. En Troquenor la Ertzaintza ha sacado de sus puestos de trabajo a los trabajadores para poner las dependencias de la fábrica al servicio del capital. En Urduña, la Corporación va a anteponer el pago de las nominas de los trabajadores y trabajadoras, va a anteponer su aportación al bienestar de la población sobre el pago a la banca.
Son dos maneras contrapuestas de entender la función pública a la que nos debemos todos aquellos que nos dedicamos a la política. La coherencia mostrada en la decisión del Ayuntamiento de Urduña es digna de reseñar.
Para EHBildu ambas situaciones se han desencadenado en base a situaciones extremas, de dejadez política e institucional. En el caso de Urduña, la responsabilidad de la Diputación de Bizkaia es incuestionable, ya que ha hecho dejación de su tutela efectiva sobre el Ayuntamiento. Queremos asimismo destacar que la negativa a asumir responsabilidad alguna por parte de la Diputación se ha prolongado sin solución en el tiempo, pese a que los vecinos y vecinas de Urduña llevan realizando esfuerzos económicos desde hace dos años.