El debate sobre el carácter de este tipo de productos financieros ya se ha dado en numerosas ocasiones en las diversas instituciones vascas. Aun así, para entender bien de qué tipo de productos estamos hablando, nos resulta imprescindible diferenciar las Participaciones Preferentes de algunas entidades financieras, de las Aportaciones Financieras Subordinadas, con las que se ha confundido a menudo.
A diferencia de las preferentes, las aportaciones financieras subordinadas no son títulos de deuda de los bancos, sino de las empresas emisoras. Otro aspecto a tener en cuenta son los intereses que, a diferencia de las preferentes, no van ligados a la obtención de beneficios por parte del emisor.
Aun así, y una vez hecha esta aclaración, Quizás me equivoque al realizar esta afirmación, pero no creo que ninguno de los grupos políticos con representación en estas JJGG avale las bondades de estos productos financieros, aunque quizá no tengamos la misma opinión sobre la necesidad o no de su erradicación.
Quienes me han precedido en el turno de palabra, ya nos han puesto en antecedentes para poder afrontar este debate sobre los problemas que se le han generado a los y las afectadas por la venta irregular de productos financieros de alto riesgo. Es decir, a las víctimas de la estafa de lo que públicamente se ha venido a llamar las aportaciones subordinadas de Eroski – Fagor.
Y es que a nadie se le escapa que por parte de las entidades comercializadoras, se han producido actuaciones impropias y fuera de lugar e incluso de la ley (tal y como dictan algunas sentencias) y que tales excesos debían han de ser corregidos y subsanados en su totalidad.
Pero desde EH Bildu, con el objeto de contextualizar esta situación problemática, consideramos importante señalar que las cooperativas Fagor y Eroski se pusieron en manos de Banco Santander y Banco Bilbao Vizcaya Argentaria para crear un producto financiero con unas características muy particulares y que debía colocarse en el menor tiempo posible.
No hace falta ser un lince para entender que la mejor manera de colocar estos productos era ofertándoselo a posibles clientes, utilizando para ello la confianza que los y las estafadas habían depositado en las entidades financieras durante años de gestión de ahorros, domiciliaciones forzosas y venta de productos especulativos de carácter financiero de bajo nivel.
Y si a eso le añadimos que corrían años en los que la gente pensaba una vez más, que el sistema financiero posibilitaba un mundo de oportunidades, también para los que menos tenían o para los que solo tenían unos ahorros, se daban todas las condiciones para que las entidades financieras pudieran colocar, sin ningún pudor, productos financieros de alto riesgo.
Pero para poder abordar este problema de forma integral y dar a conocer todas las partes de este triángulo amoroso formado por entidades colocadoras, comercializadoras y emisoras, desde EH Bildu consideramos importante mencionar los contratos que firmaron las entidades colocadoras con las cooperativas Fagor y Eroski. Es bueno que la gente conozca la verdad de ese subnegocio que encontraron el Banco Santander y el BBVA como colocadoras y el negocio suculento aunque menos rentable del resto de las entidades financieras como; Caja Laboral, Kutxabank, Caixabank, Banco Popular y Banc Sabadell, que pasaron a convertirse en entidades comercializadoras.
Y es que el BBVA y Banco Santander no adoptaron un papel secundario en esta trama sino que fueron actores principales, que participaron en la emisión de subordinadas como entidades directoras o coordinadoras de forma exclusiva, prestando asesoramiento en cuanto al diseño de las condiciones financieras de las subordinadas se refiere.
También actuaron como entidades aseguradoras de la emisión. Eso solo quiere decir una cosa; que en caso de que no colocar como mínimo la cantidad acordada con las entidades emisoras, es decir Fagor y Eroski, BBVA y Banco Santander deberían asumir la diferencia con los activos financieros de los propios bancos.
Pero lo que parecía que iba a ser un suculento negocio para estas entidades se topó con la explosión de la burbuja financiera y se hizo visible la miseria tan grande en la que habían y han convertido el mundo; y en esa miseria nos encontramos a los estafados y estafadas por engaños y malas artes del sector menos digno de la economía, que no es otro que el financiero.
Es decir, BBVA y Banco Santander – en el alto de la pirámide – dirigen y asesoran en el diseño de las condiciones financieras de las subordinadas. Las cooperativas Eroski y Fagor emiten Aportaciones Financieras Subordinadas que entidades financieras como Caja Laboral, BBVA y Santander comercializan de manera irregular, no ofreciendo la información necesaria a los compradores/as y colándoles estos productos a través de mentiras, aprovechando los altos intereses que se pagaban y publicidad engañosa.
Y como consecuencia de este triángulo amoroso, son una multitud las personas estafadas y engañadas. Y nohablamos solo de dinero, hablamos de situaciones personales. De casos donde son las personas las que sufren por haber sido estafadas y arruinadas.
Por todo ello, desde EH Bildu rechazamos toda práctica económica y financiera abusiva y vemos necesario que se prohíba la comercialización y emisión de productos financieros de riesgo por entidades financieras como por empresas.
También vemos la necesidad de un arbitraje público entre las entidades financieras y las afectadas/os en el caso de las Subordinadas de Eroski- Fagor con el fin de la devolución íntegra de lo aportado.
Así mismo, consideramos que las entidades comercializadoras deberían ponerse de acuerdo con Eroski y con Fagor para resolver el problema existente entre ellos una vez que las primeras devuelvan el dinero íntegro exigido por los y las afectadas.
Cuestiones estas, que vienen recogidas de alguna manera en la iniciativa presentada por el PSE y que aunque podríamos diferir o matizar alguna cuestión, compartimos el espíritu y el objetivo que persigue esta PNN.