El destino de la mayor parte de los fondos públicos para la agricultura hoy en día van dirigidos a implementar otra serie de servicios o habilitar infraestructuras no agrarias, que deberían de recibir fondos de otra serie de departamentos. De esta manera, los fondos de desarrollo rural no pueden servir para tapar la falta de inversión pública de muchos departamentos en el medio rural y la falta de financiación adecuada de nuestros Ayuntamientos.
Los fondos deben ir dirigidos a mejorar de la situación y las posibilidades productivas agrarias de las diferentes comarcas, mejora de accesos, luz, agua, apoyo a proyectos de transformación, comercialización, instalación de jóvenes en la agricultura y otra serie de servicios necesarios para que la actividad agraria sea posible y viable.