Son innumerables los ataques que desde diferentes ámbitos lleva sufriendo este pueblo a lo largo de su historia y que tampoco han cesado pese a la llegada del nuevo tiempo a Euskal Herria. No es, sin embargo, nuestra intención enumerar hoy y aquí todos ellos.
El Estado español agrede de manera brutal a la clase trabajadora. Bajo la excusa de afrontar la crisis económica, el gobierno del PP impone recortes que pretenden acabar con las conquistas sobre los trabajadores y trabajadoras, sobre quienes carga todo el peso de las consecuencias de la crisis. La crisis económica tan torpemente gestionada está creando situaciones insostenibles en Bizkaia.
Los ataques por parte de la patronal o del Gobierno central han sumado ya más de 100.000 parados y paradas en este herrialde, casi la mitad del total de Hego Euskal Herria. y la lista va en aumento, al igual que las empresas que van cerrando sus puertas gracias a la ineficacia de la institución foral. Incoesa, Formica, Troquenor, Virtisú, Ikets, La Naval son algunas de las decenas de empresas cerradas o que están pasando por difíciles situaciones a lo largo del último año. Miles de familias afectadas, en situación dramática.
Por otro lado, la falta de una oferta democrática para este país hace que el Estado español intente, por todos los medios a su alcance, hacer descarrilar el proceso abierto en Euskal Herria. Solo así se puede entender el mantenimiento de los juicios. Hace falta aunar fuerzas, ciudadanía, agentes sociales y políticos para hacer frente a los juicios políticos. Decenas de vizcainos y vizcainas serán juzgados por causa política a partir del próximo otoño. Se mantiene asimismo la criminalización de la solidaridad para con las presas y presos políticos vascos.
El modelo ha fracasado, pero el Estado español se empecina y elude acometer una auténtica transición a la democracia. El gobierno del PP ha optado por una involución sustentada en la vulneración de derechos y la violencia para hacer frente a los importantes pasos dados y compromisos adquiridos en Euskal Herria para la resolución del conflicto.
Esta falta de democracia posibilita asimismo que el delegado del Gobierno Carlos Urquijo se dedique a imponer lo que no le posibilitan hacer los votos, el estrecho apoyo a su partido en Euskal Herria, para recordarnos cada día la figura del gobernador en las provincias vascongadas. No pueden convencer, por lo que optan por la imposición, pese a que, como en el caso de Bilbo, se queden solos. Ayer mismo supimos que un juez de Gasteiz ha acordado mantener la suspensión cautelar del nombramiento de Pablo Gorostiaga como pregonero de las fiestas de Laudio. No habrá lectura de pregón. Lo que Carlos Urquijo nunca logrará, sin embargo, es ganarse por su trabajo y entrega hacia las y los vecinos de Laudio, como Gorostiaga ha hecho a lo largo de su vida.
Durante este verano estamos viviendo un sistemático ataque contra un modelo festivo diferente. Bajo excusas torticeras se ataca un modelo festivo popular y participativo, como hemos podido comprobar con el recurso interpuesto por el delegado del gobierno contra la txupinera. El modelo festivo, el respeto a la autorganización, popular es también reflejo de la sociedad a la que aspiramos, participativa y dueña de sus propias decisiones. En este contexto se requiere, asimismo, implicación social en defensa de un modelo festivo popular, participativo e igualitario, libre de acoso sexista hacia las mujeres.
Dichos ataques no lograrán, sin embargo, paralizar al pueblo de Euskal Herria ni el proceso político en marcha, ya que éste es un pueblo vivo, alegre y decidido a avanzar hacia un futuro mejor en todos y cada uno de los aspectos de su existencia. Pese a los obstáculos en el camino de quienes queremos construir una Euskal Herria basada en la justicia, la democracia y la libertad, la decisión esta tomada y la hoja de ruta marcada: Acuerdos amplios entre los agentes y la ciudadanía de Euskal Herria para la resolución del conflicto y el derecho a decidir.
En EHBildu creemos necesario aunar la fiesta y la reivindicación. Debe desaparecer la figura del delegado del gobierno para acabar así con cualquier tipo de imposición en contra la voluntad de este pueblo. El próximo día 23 de agosto realizaremos en Bilbo una manifestación bajo el lema «Sasi guztien gainetik, Euskal Herria martxan» en la que tendremos la oportunidad de decirle a Urquijo «Déjenos en paz, déjenos construir un futuro en libertad y democracia en Euskal Herria» y hacemos un llamamiento a la sociedad vasca a que participe en la misma para dejar claro a aquellos que han puesto en marcha la agenda de la involución que aquí hay un pueblo en marcha que, pese a todos los obstáculos, va a ser dueño de su destino.