Desde Alternatiba sabemos que el que acabamos de arrancar es un curso político difícil, y no por las circunstancias económicas adversas, sino porque quienes pueden adoptar decisiones para cambiar de raíz un modelo socioeconómico claramente fracasado, se empeñan en apostar por fórmulas que solo han servido para empobrecer a la ciudadanía, recortar sus derechos y preservar las ganancias de las elites financieras.
Insistía ayer Jose Luis Bilbao en vislumbrar un rayo de esperanza que el PNV quiere abanderar. El mismo PNV que ha hipotecado Bizkaia con infraestructuras innecesarias como la Super Sur, cuya deuda apenas hemos empezado a pagar y que heredarán generaciones venideras. El mismo PNV que habla de empleo mientras envía a la Ertzaintza a desalojar trabajadores que luchan por sus trabajos; la misma derecha que condona deuda a clubes deportivos mientras endurece el acceso y recorta la cuantía de las prestaciones sociales. La misma que permite que comarcas como Ezkerraldea tengan unas índices de paro intolerables porque en el fondo quiere formar un ejército dócil de trabajadores que acepte minijobs y salarios para jóvenes por debajo del SMI, tal y como pedían ayer los empresarios.
El próximo diciembre se cumplirán 5 años desde que Alternatiba echara a andar, y en la Asamblea Nacional de este sábado abordaremos cuestiones decisivas para seguir afrontando los retos con los que arrancamos en 2008. Y es que, lamentablemente, nos siguen atenazando las mismas crisis y estamos, si cabe, aun más sometidos. Decíamos entonces que no nacíamos para sumar una sigla más a la política vasca, si no para impulsar la articulación de la izquierda, una izquierda fuerte capaz de caminar de la mano de los sectores sociales y transformar el sistema también desde las instituciones, confrontando las políticas de la derecha conformada en este país por PNV, PP, PSOE y UPN, que no dudan en pactar lo necesario para seguir dictando políticas al servicio de las élites financieras y empresariales.
La primera de las cuestiones trascendentales que tratará la Asamblea de Alternatiba será la elección de una nueva Coordinadora Nacional, el órgano delegado de Alternatiba que toma las decisiones inmediatas y que debe cumplir criterios de paridad, territorialidad y participación en sus diferentes estructuras de elaboración colectiva. Son 9 miembros que van a aportar su trabajo y su militancia para fijar el rumbo de la organización en el día a día.Se han cumplido los 3 años marcados por nuestros estatutos para la renovación de la Coordinadora, y el sábado concluiremos este proceso para el que contamos con al menos una candidatura.
Y en este momento, también nos toca mirar adelante una vez más y decidir si concurrir a las Elecciones Europeas que se celebrarán el próximo año. Del mismo modo que nos reafirmamos en la apuesta por una izquierda soberanista fuerte en Euskal Herria, capaz de gobernar y comenzar a transformar instituciones como la Diputación de Gipuzkoa, también consideramos estratégico el proyecto europeo; tanto para reivindicar la soberanía de los pueblos, como para desarrollar una apuesta clara por una izquierda alternativa cuyo objetivo no sea modificar sino superar el sistema vigente; con el objetivo de buscar una sociedad emancipada que permita construir una Europa muy diferente a la actual. Estos serán algunos de los ejes que nos permitan deliberar y tomar una decisión en torno a la participación de Alternatiba en estos comicios.
Nuestro tercer reto, y probablemente el más importante para Alternatiba de cara a este nuevo curso, es el de apelar a la ciudadanía a no resignarse frente a los ataques. Queremos llamar a activarse frente a las reformas laborales, los recortes en las pensiones, las intenciones recentralizadoras que someten identidades nacionales y hasta eliminan municipios; llamamos a salir a la calle contra leyes como la del aborto que quieren hacer retornar los derechos reproductivos y sexuales de las mujeres a tiempos pretéritos. Debemos construir un muro frente a todos los ataques y hacerlo para disgusto de quienes hablan de mayorías silenciosas que se quedan en casa, incluso cuando un pueblo como el catalán se echa en masa a la calle para reivindicar su derecho a decidir.
https://fbcdn-sphotos-c-a.akamaihd.net/hphotos-ak-ash3/1265159_727619143922071_620574825_o.jpg
https://fbcdn-sphotos-b-a.akamaihd.net/hphotos-ak-frc3/1270509_727618870588765_1546285585_o.jpg
https://scontent-a-cdg.xx.fbcdn.net/hphotos-prn2/1378602_727618863922099_1681924343_n.jpg
https://fbcdn-sphotos-c-a.akamaihd.net/hphotos-ak-ash3/1262627_727618873922098_1890108951_o.jpg
https://scontent-b-cdg.xx.fbcdn.net/hphotos-ash3/1235973_727619057255413_96141940_n.jpg
https://fbcdn-sphotos-f-a.akamaihd.net/hphotos-ak-ash3/1040074_727619063922079_1938563950_o.jpg