Nuestra agenda dice que en unos minutos un representante de Herrira vendría a nuestra sede para tener una reunión. Si no hubiéramos tenido noticia alguna de la truculenta operación de ayer, si no leyéramos los periódicos, pensaríamos que Josean está a punto de llamar al timbre. Seguramente, nos iba a hablar del inmovilismo que sufren los derechos de las personas presas y sus familias, y quizá también de las movilizaciones de los próximos meses. Por supuesto, sabemos que no podrá venir, que el timbre no sonará o que de hacerlo no será él quien llame. No ha tenido oportunidad de decirnos que no iba a poder venir. Pese a todo, él y el resto de miembros de Herrira pueden estar tranquilos; vuestro mensaje nos ha vuelto a llegar, y con más claridad que nunca, vuestra apuesta por la solidaridad y el respeto a los derechos humanos cobró más voz que nunca ayer en las calles de toda Euskal Herria. No son solo palabras, el sábado la sociedad os lo va a volver a demostrar, y no hará falta esperar a enero para llenar las calles de Bilbo con vuestra reivindicación. El espacio vacío que nos habeís dejado en la agenda de hoy también lo llenaremos, en la plaza Arriaga. Estaremos con vosotros y vosotras, aunque sea en la distancia.
LA SOLIDARIDAD, TAMBIÉN CON LAS Y LOS PRESOS, NO ES DELITO
Atxilotuak askatu! Herrira Aurrera! Maite zaituztegu!