En la misma rueda de prensa en la que el portavoz del Gobierno Vasco, el señor Erkoreka, anunciaba la congelación por tercer año consecutivo del sueldo a los trabajadores del sector público, se ofrecía para adelantar las cantidades económicas necesarias para acabar las obras del Tren de Alta Velocidad en el tramo de Bizkaia cuya gestión corresponde al Gobierno de Madrid.
Es una buena foto del despropósito en el que se ha convertido la obra faraónica de Euskal Herria, una obra que a día de hoy no tiene ni un solo informe riguroso sobre el coste/beneficio que la misma va a suponer.
Nos encontramos ante una obra que en el año 2006 se presupuestó en 4.178 millones de euros. Sin embargo, y según datos del Ministerio de Fomento, ese coste ya ha engordado hasta los 4.615 cuando no se ha ejecutado ni el 50% de la infraestructura ferroviaria, eso sin contar los accesos a las capitales que no están presupuestados, ni la estructura necesaria (catenaria, andenes, instalaciones de comunicaciones…), ni la conexión con Iparralde.
4.615 millones, para hacernos una idea la deuda total de Fagor, más de 1.600 puestos de trabajo directo en Euskadi, son 800 millones. Se podría pagar hasta 5 veces esa deuda.
Un despilfarro ingente de dinero público para una infraestructura que va de ningún sitio a ninguna parte sin unir nada en su recorrido. Ya que tanto la conexión con Iparralde a día de hoy está descartada por el Gobierno francés, como la conexión con el estado español, redefinida como tercer hilo, dejan al descubierto la falta de planificación que ha existido en una obra que se nos ha impuesto.
Pero además, las condiciones en las que se realizan estas obras rozan la semiesclavitud, prueba de ello son las 6 muertes que se han producido en el trascurso de las mismas, con casos que se encuentran en investigación judicial, por una clara dejación de las más mínimas medidas de seguridad. Y por si todo esto fuera poco, las irregularidades a la hora de realizar las adjudicaciones son la pauta común. De esta manera, el propio TVCP, en el análisis de los contratos realizados en el año 2011, encuentra al menos 5 irregularidades en todos y cada uno de los contratos realizados.
Es por ello que, este miércoles comparecerá en el parlamento de Gasteiz, a petición de EH Bildu, el presidente del TVCP para desmenuzar los pormenores de esas irregularidades. En cualquier contrato público, la diligencia exigible debe de ser la más alta, pero cuanto hablamos de cifras que marean al común de los mortales, la exigencia se convierte en deber.
Por lo tanto, antes de seguir malgastando un solo euro público más y de hipotecar el desarrollo económico de este País, en una coyuntura socio-económica muy complicada, desde EH Bildu exigimos la paralización de las obras, para realizar un debate social y técnico, sobre la situación actual de las obras y la viabilidad de las diferentes opciones.
Paralización de las obras y debate social, es la hoja de ruta, la única hoja de ruta posible para no hipotecar definitivamente el desarrollo económico de Euskal Herria.