Miles de personas salieron ayer a las calles de las capitales de Hego Euskal Herria, (también en Eibar, símbolo republicano) al igual que lo hicieron cientos de miles en otros pueblos del estado para responder que no queremos regeneración falsa de un sistema podrido y anacrónico, que no queremos monarquías antidemocráticas y designadas por una sangrienta dictadura. Las imágenes son de la movilización de Bilbo. Doble cita, la primera convocada por Euskal Herria Bildu en la que intervenieron el portavoz de Alternatiba Oskar Matute y Maribi Ugarteburu, para reclamar independencia y una república vasca y libre. Ugarteburu llamó a secundar también la siguiente convocatoria realizada por diferentes agentes y a aunar esfuerzos para derrocar el régimen e instaurar en Euskal Herria la I.República Vasca y instaure la III República en España.
A partir del anuncio que ha hecho el monarca Juan Carlos de Borbón, las glosas dedicadas al rey serán una constante. Seguramente uno de los capitulos que más recordarán será aquel famoso lo siento, fue un error, no volverá a ocurrir. Si trasladáramos esas palabras al día de hoy, no nos cabe ninguna duda de que fue un error, un error de 39 años, lo que ha durado esta monarquía heredera de un régimen franquista y designada por el dictador Franco; no sabemos si lo siente o no pero lo que si sabemos es que se ha enriquecido de manera muy innoble mientras su ciudadanía se iba empobreciendo sistemáticamente; y desde luego que no vuelva a ocurrir depende de todos nosotros y nosotras, de toda la ciudadanía vasca.
Hoy EH Bildu quiere realizar un llamamiento a las fuerzas políticas que hace 35 años renegaron de una ruptura democrática: No realicen ahora la misma elección, que opten por el respeto a los derechos de los pueblos y las personas. Plantear pactos con la corona, un nuevo encaje de Euskal Herria en el Estado español… no es más que repetir los mismos errores que hace 35 años.
EH Bildu seguira trabajando por una verdadera ruptura democrática, es decir, seguiremos luchando por el derecho a decidir su futuro que le corresponde a nuestro pueblo y por todos los derechos de todas las personas. No caben negociaciones con la corona para buscar acomodos a Euskal Herria. Lo que cabe es la confrontación democrática, la suma de fuerzas y voluntades para recomponer una realidad democrática en un lugar donde la monarquía ha jugado un papel central para negarla, donde ha sido un cerrojo para las aspiraciones de los pueblos y el candado para las demandas sociales de la mayoría de la ciudadanía.
Se nos abre una ventana de oportunidad para construir una república vasca, de hombres y mujeres libres e iguales.