El miembro de Alternatiba y juntero por Bizkaia de EHBildu Asier Vega ha intervenido en rueda de prensa junto a Arantza Urkaregi para denunciar el proceso de privatización de las cajas vascas que llevará todo el patrimonio social y económico quedará en manos de unos pocos patronos.
EHBildu ve con gran preocupación lo que está sucediendo en este momento en torno a las cajas vascas y a Kutxabank. Si no cambian las cosas, el 30 de junio las asambleas de la BBK habrán desaparecido para siempre. Nos acusan de crear alarma social, pero no se le puede imputar crear alarma a quien grita FUEGO en medio de un incendio.
Todo el patrimonio social y económico quedará en manos de unos pocos patronos que dirigirán las fundaciones bancarias. Terminarán para siempre el control público y social de las cajas, así como sus objetivos fundacionales, principalmente el de ser una entidad financiera al servicio de la economía local y la ciudadanía vasca; todo eso terminará para siempre. Según el presidente y el vicepresidente de Kutxabank, Fernández e Iturbe, se va a producir la privatización, convirtiendo una caja creada con los ahorros de la ciudadanía y con el apoyo de las instituciones, en un banco que tendrá como único objetivo la especulación.
Ante esta situación, hace dos semanas EHBildu hizo un llamamiento para intentar llegar a un acuerdo nacional. Un llamamiento al que los sindicatos respondieron y ahora estamos en proceso de reunirnos. Sin embargo, no hemos recibido ninguna respuesta por parte del resto de partidos. Como hemos dicho, está prevista la asamblea de la BBK para el próximo 30 de junio. Según la ley, diciembre es la fecha límite para convertir las cajas en fundación. Por ello, desde EHBildu, una vez más, recordamos que todavía hay tiempo. Precisamente por eso instamos a suspender la asamblea de la BBK, porque un tema tan importante como este, debería garantizar un acuerdo nacional, o al menos intentarlo.
Y por eso, porque hay tiempo, teniendo en cuenta que el próximo día 30 en la BBK se votará la condición de patronato, proponemos lo siguiente:
– El acuerdo deberá adoptarse entre los tres territorios, ya que con el 57% de la BBK en contra, los objetivos que mencionamos serían inviables.
– En la asamblea de BBK convocada para el día 30 se retirará el punto que indica que las cajas pasarán a ser una fundación bancaria, para intentar de aquí a diciembre llegar a un posible acuerdo entre las tres cajas.
– Se llevará a cabo un análisis jurídico extenso, entre otros, sobre la posibilidad de volver a la situación anterior que marca el artículo 35.2. de la Ley 26/2013 de Cajas de ahorros y fundaciones bancarias del 27 de diciembre de 2013.
Si se acordara que no existe ninguna otra alternativa, solo entonces optaríamos por dar el paso hacía la conversión de las Cajas en fundación bancaria, siempre y cuando se cumplan estos dos puntos de mínimos:
Se garantizará el control social y público que históricamente han tenido las Cajas. Por lo que el patronato nombrado contará con representantes e intermediarios encargados de llevar un control.
? Representantes de las Instituciones Fundadoras
? Agentes sociales y sindicales de cada territorio.
? Representación proporcional de las Juntas Generales
? Al mismo tiempo, se conformará una Asamblea General encargada de hacer un seguimiento de la fundación y a la se deberá rendir cuentas.
? Cada cuatro años, con el cambio de legislatura se cambiarán los representantes mencionados.
? Se conformará una comisión pública propia de las Juntas Generales de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa encargada de garantizar el correcto funcionamiento de la gestión de la fundación, así como garantizar un control público, institucional y social.
Por otro lado, para impedir acuerdos que deriven en la privatización de las cajas y prevenir que la ley obligue a vender las acciones, EHBildu plantea crear instrumentos que garanticen que siga teniendo un control público. Para tal fin, planteamos:
– Que según se recogía en el contrato de integración de las tres cajas, se vaya preparando la autocartera o compra venta de acciones entre las propias cajas.
– Que, por si acaso, las instituciones hagan reservas de capital público para invertir.
– Que las tres diputaciones forales y el Gobierno vasco pongan en marcha una sociedad pública que si fuera necesario hiciera la inversión necesaria para impedir que entre en Kutxabank capital privado y garantizar así que cuente con capital público.
Finalizamos insistiendo en que si el día 30 BBK se convierte en fundación, desaparecerá el control público y social sobre la misma: Desaparecerá nuestra caja y no habrá garantía alguna de que se mantenga su vocación social porque las decisiones recaerán en 15 personas. Por eso subrayamos que ese punto debe ser retirado y debemos llegar a un acuerdo amplio que impida la privatización. Hoy mismo el subgobernador del Banco de España respondía a un compañero de Amaiur que la normativa europea no prohíbe a instituciones públicas ser propietarias de entidades bancarias.