En primer lugar queremos felicitar a la compañía Jaizkibel. Os habéis convertido en el referente del compromiso a favor de los derechos de la mujeres en Hondarribia y en toda Euskal Herria. Gracias a vuestro trabajo en estos años hoy estamos mucho más cerca que ayer de conseguir un alarde único e igualitario. Y por eso os habéis ganado un lugar privilegiado en la Historia de nuestro pueblo.
Sin embargo, hoy una vez más hemos tenido que presenciar los plásticos negros de la vergüenza contra la compañía Jaizkibel. Van pasando los años y cada vez está más claro que ni el Gobierno Vasco ni el ayuntamiento de Hondarribia están por la labor de solucionar este grave problema. Especialmente grave es la conducta del alcalde de Hondarribia. Su desprecio al alarde paritario y su vehemente apoyo al alarde discriminatorio le han inhabilitado de facto para seguir ocupando la alcaldía. Señor Kerejeta, el tiempo se le ha agotado. Debe dimitir hoy mismo.
Y es que la actitud de los cargos públicos del PNV en el conflicto del alarde es totalmente denunciable. Además del apoyo directo que da el alcalde al Alarde discriminatorio, otros cargos como Eider Mendoza y Kristina Uriarte también se han destacado este año por dar todo su apoyo y comprensión a los que impiden que las mujeres disfruten de la fiesta en igualdad.
- Eider Mendoza es hoy en día nada menos que la Presidenta de las Juntas de Gipuzkoa, ya que Lohitzune Txarola está de baja. Mendoza se ha negado expresamente a saludar a la Compañía Jaizkibel, tal y como le habíamos requerido desde distintos ámbitos. Para ella, que no se deje participar a las mujeres en el Alarde entra dentro de la normalidad.
- Otro tanto ha hecho la consejera de cultura Kristina Uriarte, que este verano se ha dedicado a dar su apoyo explícito al Alarde discriminatorio.
- El gobierno vasco no hace nada para solucionar este grave problema de convivencia. Cuando se cumplen más de diez años desde la aprobación de la ley de igualdad, Urkullu no la hace cumplir en el lugar donde más se necesita, que es Hondarribia. Es más, la pasividad de la Ertzaintza ante los plásticos negros de la vergüenza es interpretada por los sectores más reaccionarios de Hondarribia como una cheque en blanco para seguir insultando a Jaizkibel.
No debería haber ningún lugar para estos comportamientos machistas en las instituciones públicas y por eso al alcalde Kerejeta, pero también a Eider Mendoza y a Kristina Uriarte, solo les queda una salida: o se comprometen públicamente a respetar el derecho de las mujeres a participar en régimen de igualdad con el Alarde de Hondarribia, y dejan de dar su apoyo explícito al Alarde machista, o deben presentar su dimisión ya mismo.
En cuanto a los partidos políticos, una vez más nos debemos dirigir al PNV y al PSE para que de una vez por todas hagan las tareas internas que tienen pendientes en Hondarribia e Irun. Esta situación no se puede alargar más en en tiempo. Markel Olano, Egibar y Arirola deben ser meridianemente claros en este tema: los cargos públicos de sus partidos que no respeten el derecho de las mujeres a participar de las fiestas en igualdad deben ser cesados inmediatamente.
En nuestra opinión, se puede y se debe acabar con el conflicto del Alarde y, como consecuencia, en Hondarribia se puede conseguir disfrutar de las fiestas en igualdad. Para ello el ayuntamiento de Hondarribia debe hacer lo que han hecho otras instituciones como el Ararteko, Emakunde y la Diputación de Gipuzkoa y posicionarse claramente a favor de lo que representa Jaizkibel Konpainia. De hecho, hay experiencias en otras localidades de Gipuzkoa en la que se ha conseguido superar las situaciones de discriminación, como es el caso de Tolosa o Donostia.
Y es que los tiempos en los que las mujeres eran vetadas en las fiestas han pasado. Y en Hondarribia y en Irun pronto pasarán también. La propia ciudadanía de Hondarribia se muestra mayoritariamente de acuerdo con la participación de la mujer en el Alarde.
Ese es el objetivo y estamos convencidos que con el esfuerzo de todos y de todas lo vamos a a conseguir.