El portavoz de Alternatiba y parlamentario de EHBildu Oskar Matute, ha comparecido en rueda de prensa esta mañana en Donostia para valorar el teatro entre PNV y PSE a raíz de las declaraciones de Idoia Mendia realizadas en el congreso del PSE del pasado fin de semana
Tras el congreso celebrado el pasado fin de semana, el PSE pretende dar una imagen de renovación que es falsa; una renovación que no alcanza más que a un presunto cambio de nombres que garanticen la continuidad de una línea política fracasada.
A pesar de ser un partido sin proyecto, a la deriva, el PSE está en una escenificación permanente para tratar de situarse en el centro del debate y del escenario político, a pesar de carecer de propuesta para este país.
No es cierto aquello que afirmaba Mendia de que tienen las manos libres. No solo está atada a las políticas que vienen de Madrid, sino que las defiende e impulsa. Pero recordemos que muchas de esas políticas fueron puestas en marcha por el gobierno Zapatero. Y además no tiene ninguna intención de modificarlas ni activar otras.
Están escenificando un desencuentro que no buscan, porque necesita una tabla de salvación. Sin eso, no son nada. Porque carecen de propuesta, carecen de representación, y están cada vez más lejos de los postulados de la izquierda. Priorizan la comodidad frente a cualquier tipo de iniciativa que pueda poner en riesgo el sistema que ayudan a sostener.
No olvidemos que PSE tiene buena parte de responsabilidad en la actual situación que ha creado paro, destrucción de empleo, desprotección social, recortes… Medidas que se iniciaron en la anterior legislatura.
Así, mientras la situación política, económica y social exige estar a la altura, el pacto entre jeltzales y socialistas solo esconde cortoplacismo e intereses partidistas.
Tampoco podemos olvidar que el PSE no reconoce a este país, que le niega su derecho a decidir el futuro en paz y libertad. Frente a esa negación, defendemos que es la hora de alcanzar acuerdos de país con agentes políticos, sindicales y sociales para lograr el reconocimiento y el derecho a decidir.
Es hora de implementar iniciativas y compromisos para avanzar en la superación del conflicto y sus consecuencias, y de ofrecer a la sociedad políticas que hagan frente a las imposiciones de Madrid.
Pero lamentablemente el PSE no está en situación ni tiene voluntad de ofrecer nada de eso, porque no tiene propuesta ni proyecto de país; no ve más allá de lo que marca Madrid, ni en lo político ni en lo económico.