EH Bildu ha advertido hoy de que el proyecto de presupuestos del Gobierno vasco para 2015 condena a la sociedad vasca a seguir sufriendo recortes en áreas básicas como educación, sanidad y protección social. Leire Pinedo, Unai Urruzuno y Oskar Matute han dejado claro que «no estamos ante un presupuesto sin recortes» porque el Gabinete Urkullu insiste en repetir esquemas que han dado malos resultados. «Si hacemos lo mismo, el resultado será el mismo y profundizar en un modelo basado en recortes necesariamente traerá consigo más recortes», constatan.
Los parlamentarios de EH Bildu recuerdan que la negativa de PNV, PSE y PP a abordar la necesaria reforma fiscal niega al Gobierno vasco recursos financieros que hoy permitirían un mejor escenario económico. Aun así, sostienen que «es posible acabar con los recortes en las áreas que garantizan la cohesión social» e insisten en que ese será el objetivo de EH Bildu en la negociación presupuestaria. «Queremos tener la posibilidad de avalar un presupuesto sin recortes», para lo cual, añaden, «hace falta fijar prioridades de modo que esas prioridades coincidan con las necesidades básicas de la ciudadanía». En este sentido, subrayan que «la sociedad vasca no puede soportar más recortes en educación, sanidad y protección social».
A la vista de las líneas generales del proyecto presupuestario del Ejecutivo, Matute, Pinedo y Urruzuno admiten que «la negociación no va a ser sencilla» porque, a modo de ejemplo, con las cifras que maneja Lakua no se van a recuperar los empleos perdidos en Educación y Sanidad, ni se pagarán tampoco en 2015 las ayudas a la conciliación y se mantiene el recorte del 7% en la RGI.
En esta tesitura, los parlamentarios de EH Bildu critican la actitud del PSE porque es evidente que con 150 millones de euros –su condición para pactar con el PNV- no se acaba con los recortes. «Ese acuerdo con el PSE no para los recortes, aunque seguramente no es esa la mayor preocupación del PSE, que ve el presupuesto no como instrumento contra los recortes sociales, sino como escaparate para salir de su cada vez mayor irrelevancia política».