Compañeros de Alternatiba como Joxe Iriarte ‘Bikila’ y Kepa Olaiz, entre otros, participarán en la manifestación que se celebrará mañana por la tarde en Madrid.
Hace un año, las Marchas de la Dignidad convocadas desde Andalucía y secundadas por diferentes agentes sociales y sindicales de todo el estado español (incluidas las agrupadas en la columna Euskal Herria) llegaron a concentrar en Madrid a centenares de miles de personas que reclamaban pan, trabajo, techo y dignidad.
Las marchas iniciadas estos días y que confluirán mañana en una gran manifestación en Madrid, se plantean esta vez como paso previo para realizar en octubre una Huelga General laboral y de consumo en torno a reivindicaciones concretas, entre otras: El impago de la deuda según su origen; la defensa de los servicios públicos; trabajo digno y con derechos; defensa de los derechos de las mujeres; futuro para la juventud; no a las reformas laborales vigentes; contra la represión y las leyes mordaza; no a los tratados entre gobiernos y transnacionales como el TTIP; derecho a vivienda digna; derecho a decidir de personas, pueblos y naciones; etc.
Desde Alternatiba y EH Bildu coincidimos con tales objetivos, por más que nos hubiera satisfecho una mayor explicitación del apoyo y reconocimiento de los procesos de autodeterminación en curso en Euskal Herria y Catalunya. También coincidimos con el modo en el que se pretende conseguirlos, si bien corresponderá a los agentes sociales, políticos y sindicales de Euskal Herria decidir el modo, la forma y los tiempos para llevarlos a cabo. Aspectos estos, que deberán tomar en cuenta el resto de los agentes del resto del estado ya que no siempre se cumple.
Nos encontramos inmersos en un ciclo en el que es previsible que se den cambios políticos de entidad en el ámbito institucional, tanto en Euskal Herria como en el estado español. Pero tales cambios, sin una contrapoder ciudadano que transforme la correlación de fuerzas sociales y políticas, apenas podrán superar el umbral de deseo. Un contrapoder, solidario de los diferentes pueblos y naciones dentro y fuera del estado español. Es la lección de Grecia. Un gobierno de izquierdas, comprometido pese a las contradicciones con las demandas populares, es un gran paso, pero los obstáculos y presiones de la Troika pueden neutralizar tales cambios si no se cuenta con un pueblo movilizado y apoyado por la solidaridad internacional.
La izquierda soberanista vasca ve en estas movilizaciones una amplia alianza transversal entre los distintos pueblos y sus clases trabajadoras, con intereses comunes: establecer auténticas democracias, hacer frente a un sistema capitalista profundamente injusto y transformar de raíz un modelo de UE construido para la defensa del poder financiero.
Se trata de compaginar el impulso constituyente propio, formulado en la Euskal Bidea, con la necesidad de potenciar un frente político y social plural, internacionalista, anticapitalista y transversal a escala europea, y que agrupe a movimientos de diferente naturaleza: ecologismo, feminismo, movimiento obrero, de liberación nacional, de defensa de libertades democráticas básicas, etc.
Por todo ello, militantes de Alternatiba y EH Bildu estarán presentes en la columna Euskal Herria, y una delegación propia participará en la manifestación de mañana en Madrid.