Coincidiendo con la celebración de la Diada un total de ocho formaciones políticas de distintas naciones y pueblos del Estado celebraron, el 10 de setiembre, un encuentro en Barcelona destinado a dar un apoyo expreso al pueblo catalán y a abrir una vía de solidaridad activa ante “las amenazas y ataques” al proceso abierto en este país. Representantes de Galiza, Castilla, Mallorca, Valencia, Euskal Herria, Aragón y Asturias adoptaron una declaración en la que se reclama respeto hacia las decisiones que adopte la ciudadanía del Principat el 27 de Setiembre. Estas formaciones se comprometieron además a coordinar cara al futuro eventuales respuestas ante las medidas que pueda adoptar el Estado contra Catalunya, y más en general a compartir iniciativas para hacer avanzar las reivindicaciones soberanistas en sus respectivos países.
La reunión tuvo como escenario la sede de Ciemen (Centre Internacional Esquarré per a les Mkinories Etniques e les Nacions) y contó con la presencia, como anfitriones y observadores del encuentro, de representantes de CUP y ERC.
Con la vista puesta en las lecciones del 27 de Setiembre en el Principat, formaciones de Galiza, Euskal Herria, Castilla, Asturias, Aragón y también de Pais Valencià y Mallorca, reconocen expresamente el “caráter plebiscitario y/o constituyente” de esos comicios.
Andecha Astur, Bloque Nacionalista Galego (BNG), Bloc Nacionalista Valencià (Bloc), Chunta Aragonesista ( CHA), Euskal Herria Bildu ( EH Bildu), Izquierda Castellana ( Izca), Mes per Mallorca (MES) y Puyalón de Cuchas expresan con claridad que la situación en Catalunya, y el modo en que ésta se afronte por la comunidad internacional, la Unión Europea y el Estado español, “determinará en gran medida las posibilidades de que se habilite un marco de respeto al derecho de nuestras naciones a adoptar libremente las decisiones que afectan a su futuro”.
Del mismo modo, las organizaciones impulsoras del manifiesto entienden que “el respeto a la voluntad democrática y el reconocimiento de los derechos de los Pueblos deben ser las bases de un marco de relaciones más justas y solidarias” y manifiestan su aspiración a “construir una nueva Europa, en base a un modelo de justicia social y de buen vivir, que libre a los pueblosdel chantaje de la deuda y preserve los derechos sociales básicos y las libertades ciudadanas”.
Las formaciones participantes en el encuentro de comprometieron a mantener una interlocución permanente en torno al proceso abierto en Catalunya, máxime “cuando desde el Estado se cursan todo tipo de amenazas y se apuntan ya medidas coercitivas” contra Catalunya.
Igualmente, en la reunión se acordó abrir vías de “interlocución y colaboracion” entre las formaciones firmantes del manifiesto y “otras que puedan reconocerse en los términos de esta iniciativa”cara a hacer avanzar el debate en favor de una ruptura democrática al entender que “el cambio político se juega en las naciones y en el respeto a su derecho a decidir sobre todas las cuestiones que afectan a su futuro, o lo que es lo mismo en la habilitación de procesos constituyentes no subordinados a una eventual y, hoy por hoy, poco plausible reforma de la Constitución española de 1978”.