Intervención de nuestra compañera de Alternatiba y concejal de EH Bilbu Bilbo Alba Fatuarte en el último pleno municipal en torno a los puntos negros de la ciudad y a la falta de compromiso político del ayuntamiento para frenar las agresiones machistas.
Casos como este del Mapa de la ciudad Prohibida, son especialmente sangrantes después de leer en un periódico las declaraciones del señor Aburto, donde dice textualmente con respecto a la violencia machista contra las mujeres: “alguien me preguntaba qué más se puede hacer y yo respondo con absoluta franqueza que no lo sé. Si lo supiera y no lo estuviéramos haciendo, nos tendrían que mandar a casa”. Pues bien, he aquí un claro ejemplo de lo que se puede hacer y no se hace. Porque la violencia contra las mujeres va más allá de los malos tratos y las agresiones sexuales. También es violencia la socialización en el miedo como elemento de control de las mujeres que convierte en algo natural y normal que las mujeres no podamos transitar por algunos lugares a determinadas horas o que en el caso en que lo hagamos tengamos que hacerlo acompañadas.
La violencia contra las mujeres no es “una enfermedad” como el alcalde dice en esta entrevista. No es ni una pandemia, no es algo inevitable. Es un sistema de dominación, el más antiguo de la historia, sí, que es difícil que desaparezca sí, pero que se puede combatir, también desde las instituciones y este Ayuntamiento, como el resto de las instituciones, tiene la responsabilidad de hacerlo. Y de hacer más, y hacerlo mejor. Porque siempre se puede hacer más y siempre se puede mejorar. Y negar eso me parece que sería muy osado por su parte.