Una Unión Europea controlada y dirigida por las poderosas élites económicas y financieras. Una Unión Europea a merced de bancos y grandes multinacionales que ahoga sin miramientos a países y naciones negando los derechos más básicos a su ciudadanía. Una Europa con ciudadanos de primera, de segunda y ciudadanas invisibles. Una Europa con deberes y obligaciones, pero sin derechos ni libertades que presume ante el mundo de un bienestar que no asegura a sus propias gentes. Una Europa de la que hoy, la mayoría de personas que en ella vivimos renegamos.
La desregulación del sistema financiero, el poder entregado a los lobbies que miran por sus intereses, la venta de servicios públicos a empresas privadas o el estrangulamiento que supone el pago de la deuda generada por ellos con el que se somete a estados y naciones… son sólo algunas de las medidas que quienes se hacen llamar “instituciones europeas” han ido tomando sin preguntar o consultar a quienes las sufrimos. La construcción de muros y vallas, tanto físicos como legislativos, que dejan a merced de la suerte a miles de refugiados que necesitan de solidaridad y acogida y que sin embargo no encuentran más que rechazo y criminalización. El aumento de la pobreza, la miseria y la marginación social de muchas para el mantenimiento de los privilegios de unos pocos. Esta es la foto de la Europa de la austeridad y la pérdida de derechos contra la que debemos luchar.
Somos muchas las que durante años hemos denunciado la mentira sobre la que se construyó ese proyecto “común”. Hoy, 23 años después, somos muchas y muchos más quienes vemos la necesidad de cambiar de raíz la Europa del capital que han construido contra los intereses de la mayoría. Reivindicamos una Europa más justa y solidaria que garantice el acceso a los derechos básicos y ponga los mimbres para poder desarrollar una vida digna para todas. Una Europa que emprenda la senda de la democratización para hacer sujetos de decisión a todos los pueblos que la integran, así como a todas las personas que la conformamos. Una nueva Europa en la que seamos nosotras y nosotros quienes decidamos directamente nuestras instituciones y representantes democráticos.
Es hora de poner en valor los principios de la solidaridad y el internacionalismo como base para construir un nuevo futuro en el que seamos los pueblos y sus gentes quienes decidamos el camino a recorrer. En el que cada pueblo, cada nación, cada estado pueda soberanamente tomar sus propias decisiones sin que éstas supongan el ahogamiento económico de otros. Queremos construir una Europa que no deje atrás a nadie y que sea garantía de avance social para todas. Necesitamos un “reset” que devuelva la soberanía que nos ha sido robada para poder decidir y poner en práctica nuestras propias políticas sociales y económicas. Soberanía para que nadie negocie por nosotras el futuro de nuestra educación, sanidad o modelo energético. Queremos poder poner en práctica todos los derechos humanos, sociales y económicos sin que nadie nos amenace por ello. Queremos que todas aquellas a las que menosprecian y marginan volvamos a ser ciudadanas con todos los derechos, ya seamos mujeres, inmigrantes, jóvenes o refugiadas.
Y estamos dispuestas a recorrer el camino trabajando en común con todas aquellas fuerzas sociales y políticas que aspiren a cambiar de raíz el actual sistema europeo, alejado del modelo de quienes hoy nos gobiernan para recuperar la democracia a todos los niveles. Queremos construir el cambio para hacer de Euskal Herria un país mejor en una nueva Europa que comience por traer a las personas al centro y que respete las aspiraciones sociales, económicas y políticas de todos los pueblos que en ella conviviremos. Tenemos mucho que debatir y compartir unas con otras para el cambio que nuestro pequeño gran país y Europa necesitan. Si desde el respeto y asunción de las diferencias que nos separan somos capaces de poner en valor lo que nos une, estaremos ganando la batalla a quienes nos quieren amordazados merced de sus intereses.
Las jornadas “Un plan B para europa” en las que participaremos muchos y muy diversos agentes por el cambio supone un primer paso para compartir visiones y proyectos y explorar aquello que tenemos por ganar. Por todo ello, las personas que firmamos el “Llamamiento por un plan B para Europa” nos comprometemos a trabajar desde una actitud constructiva con todas aquellas fuerzas que desde la transformación, aspiramos a devolver a las clases populares, a la mayoría, aquello que un día intentaron robarnos.
Joseba Asirón, Marian Beitialarrangoitia, Sabino Cuadra, Miren Larrion y Aitziber Ibaibarriaga