PNV y PSOE unieron sus votos en el último pleno de Bilbao para oponerse a la creación de la Casa de las Mujeres, tal y como proponía en su moción la Coordinadora Feminista de Bilbo. Aquí os dejamos la intervención de nuestra compañera de Alternatiba y concejala de EH Bildu Alba Fatuarte:
No podemos empezar nuestra intervención sin felicitar y agradecer a las representantes feministas la propuesta que nos han trasladado hoy aquí.
El día hoy, tal y como dice la canción, puede ser una gran día. Y lo es señor alcalde, porque la moción que presenta hoy la Coordinadora feminista de Bilbao, podría servir para que este ayuntamiento llene de contenido todos los discursos vacíos que se escuchan en el mismo, al menos dos veces al año. En dos fechas muy concretas para más señas. Dos días al año en los que se les llena la boca de lo que ustedes convierten en entelequia, la igualdad. Podríamos decir que eso supone 363 días de silencio, pero lamentablemente la persistente sangría de agresiones contra la libertad sexual o la vida de las mujeres, les hace repetir los mismos discursos vacíos con frecuencia dolorosamente habitual.
Pero insistimos, la de hoy es una oportunidad de oro. Una que no debería dejar pasar, ni rechazándola, ni desdibujándola con enmiendas tan vacías como sus discursos y sus puntos morados de escaparate. Y es que siguiendo la popular canción del cantautor catalán, “aprovecharlo O que pase de largo, depende” de este ayuntamiento.
Hemos escuchado los argumentos, hemos escuchado las cifras. Tenemos referentes. Por eso desde EH Bildu pedimos encarecidamente que aprovechemos la oportunidad, porque lo que estaríamos dejando pasar de largo son nuestros derechos; los de la mitad de la población, los de nosotras.
Aprovechen la oportunidad para pasar de las palabras a los hechos al hablar de políticas de igualdad. Porque admítanlo, hasta la fecha su compromiso con la igualdad entre hombres y mujeres apenas supera el referirse a bilbaínos y bilbaínas cuando arrancan sus discursos. No tienen ninguna intención de abordar las causas estructurales, y reales, que someten a las mujeres en una sociedad donde el machismo nos precariza, nos invisibiliza, nos agrede y nos mata.
De lo primero ni se molestan en hacer valoraciones, porque les parece natural que las mujeres ocupen trabajos precarios, a tiempo parcial, como los que requiere su modelo de comercio de trabajar en festivos. Acaso les parece normal que las mujeres ganemos de media 8.000 euros menos que los hombres al año y que la brecha salarial diste mucho de disminuir? Qué van a hacer ustedes para que las mujeres dejemos de ocupar trabajos invisibles pero necesarios para sostener la vida, es decir, los trabajos de cuidados que ocupamos mayoritariamente y sin remuneración?
Lo único que les hace romper con sus agendas es la eventual muerte de una mujer en manos de su pareja. Cuestión que se produce con repugnante frecuencia, pero que no es más que la punta del iceberg de la desigualdad. Y ante esto; no pretenden ir más allá? No nos vale que nos digan que es difícil, no nos vale que nos digan no saber qué más se puede hacer, no nos vale que nos hablen de lacras ni de males sobrevenidos. Queremos compromisos serios ya. Compromisos presupuestarios y compromisos con el movimiento feminista.
Pero ustedes no quieren ni pretenden asumir compromisos reales. Por ejemplo, compromisos presupuestarios que pongan en pie políticas capaces de combatir esa desigualdad estructural y sus causas. Porque debemos recordar al gobierno que los presupuestos municipales arrojan la sonrojante cifra de 15.000 euros para subvencionar el movimiento asociativo feminista en la villa. Cifra irrisoria que queda por debajo, por seguir aportando ejemplos, de los 26.000 euros gastados por el señor Gil en su última ocurrencia que ha sido ese poste de ahí abajo, cuya indispensable función es la de contar las bicis que pasan por delante.
Asumir compromisos reales es mirar al entorno y ver como una veintena de municipios vascos ya cuentan con casas de las mujeres y con excelentes resultados. Capitales como Donostia ya cuentan con este servicio y en Gasteiz, el gobierno ya ha comprometido su puesta en marcha. Dolorosa excepción la nuestra señor Aburto.
Los compromisos se asumen, además con la ciudadanía protagonista de las reivindicaciones. Y hoy estamos hablando de una reivindicación histórica del movimiento feminista de esta ciudad. No entendemos por qué siguen cerrando las puertas en las narices de este colectivo. Porque debemos tener muy claro que si logramos vencer la desigualdad, será por las conquistas de las mujeres que individual y colectivamente luchan por sus derechos, y no por la acción de las áreas de igualdad de las instituciones.
No bastan palabras de condena; no basta con vestir las fechadas con puntos morados una vez al año. Debemos vestir tanto las calles como las instituciones de morado para combatir la desigualdad, y debemos hacerlo reconociendo al movimiento feminista como vanguardia de un cambio social que, recordamos, tan solo persigue la aparentemente peligrosa idea de que las mujeres somos personas y tenemos derechos.
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