Entrevista al diputado del Congreso electo por Bizkaia de Euskal Herria Bildu Oskar Matute, por el periodista Javier Nukez para el diario Deia.
Enhorabuena por su elección como diputado electo, pero la cosa no está como para echar cohetes en EH Bildu. Es evidente que no es el resultado que esperábamos, pero no vamos a estar continuamente envueltos en una especie de psicodrama. Ha sido un mal resultado, pero lo que tenemos que hacer es reconectar con la sociedad para ofrecerle una propuesta de país. Hay que dejar de hacer terapias y proponer un proyecto de país. EH Bildu tiene un proyecto para el conjunto de país, no solo para los que son soberanistas y de izquierdas. Los resultados no han sido buenos, de acuerdo, pero a partir de ahí, debemos ponernos en pie y afinar con la propuesta política.
¿Qué ha fallado, la apuesta por Arnaldo Otegi, el cambio de cabezas de lista…? ¿Dónde radica el problema? El contexto del 20 de diciembre ya nos enseñó algunas cosas. Nos enseñó que la polarización nos afectaba, que, además, el contexto de unas elecciones estatales con una fuerte penetración de los medios estatales en nuestra sociedad era evidente. Ahora, sabíamos que en este contexto, con la polarización entre PP y Podemos, era complicado para nosotros. A partir de ahí, las correcciones que hemos hecho tanto con el discurso como con las personas es evidente que no han servido para revertir la tendencia. ¿Es cuestión de tiempo? No lo sé. ¿Si lo hubiéramos hecho antes hubiera servido? Tampoco lo sé. Lo que sí sé es que estos contextos electorales marcados por una agenda y lectura de Estado a nosotros no nos viene bien porque mucha de nuestra gente quiere apostar por una oportunidad de cambio en el Estado español.
¿Son extrapolables estos resultados a las autonómicas para las que apenas quedan unos pocos meses? No conozco a nadie que diga que estos resultados son extrapolables. Mi sensación es que en absoluto son extrapolables. Me he encontrado con mucha gente que me ha reiterado su convicción y apoyo a EH Bildu en procesos locales, forales y autonómicos, pero que en las generales entendía que para lograr una mayor virtualidad se iba a decantar por otra opción. Estoy convencido de que EH Bildu va a sacar un resultado potente en las autonómicas porque no creo que exista un malestar enorme entre su gente. Ahora han votado otras opciones porque se han movido en clave estatal. Pero está claro que debemos trabajar y no vale sentarse a esperar a ver qué pasa. Lo que nos toca, sí o sí, es armar una propuesta política para el conjunto del país.
¿Qué le ha sorprendido más, el aumento del PP o que Unidos Podemos haya quedado tan lejos de lo que preveían las encuestas? La posibilidad de cambio real en el Estado español tal como se planteaba, con una ruptura con lo anterior a través de un apoyo masivo a una determinada opción, siempre me ha parecido muy difícil de lograr. Me ha sorprendido la capacidad de resistencia del PSOE y me ha sorprendido o, mejor dicho, hay que lamentar la existencia de una fuerte base sociológica de derechas en el Estado español. Ha quedado en evidencia que no hay una posibilidad de cambio real tal como alguna opción aseguraba y tal como nosotros estábamos dudando.
¿Considera ya un Gobierno del PP o cree que aún puede haber otras opciones? No lo sé. EH Bildu dijo por activa y por pasiva que iba a hacer todo lo posible para desalojar a Rajoy y el PP de La Moncloa y vamos a ser coherentes. A partir de ahí, lo que hagan otras opciones habrá que verlo. Me sorprendería que muchas opciones que han denunciado la política antisocial de Rajoy, ahora se avengan a procesos de negociación con líneas verdes, amarillas o azules.
¿Ve a Pedro Sánchez intentado llegar a la presidencia del Gobierno? Han sido unas elecciones muy extrañas. Quien puede tener una alegría contenida es el PP, porque tendrá dificultades para alcanzar los 176 escaños de la mayoría. Pero, paradójicamente, el propio PSOE, no es de los que peor parado sale porque todos le auguraban un desastre. Aunque, salvar los muebles y respirar es una cosa, pero poder articular con esa realidad un alternativa de gobierno se me antoja muy difícil.
Foto: José Mari Martínez