Intervención de nuestro compañero de Alternatiba y diputado de Euskal Herria Bildu en el Congreso de Madrid, Oskar Matute, en torno a la Proposición de Ley de modificación del artículo 42.1 del Estatuto de los Trabajadores para garantizar la igualdad en las condiciones laborales de los trabajadores subcontratados. Vídeo y texto de la intervención:
Comenzaré señalando algo que ya hemos dicho desde esta tribuna en nombre de Euskal Herria Bildu, y es que para nosotros el mejor marco posible para las y los trabajadores vascos es el marco vasco de relaciones laborales inserto en una realidad nacional soberana y propia, la de Euskal Herria. Pero en la medida en que eso todavía no es una realidad y en la medida en que las leyes que aquí se aprueban son leyes que afectan a las y los trabajadores de nuestro país, señalaremos algo muy obvio y que va a marcar toda nuestra intervención: que la subcontratación genera precariedad y pobreza. ¿Por qué? Porque la subcontratación se está utilizando para reducir costes salariales, destruyendo empleo propio y sustituyéndolo por empleo precario. Digo empleo precario porque tiene condiciones laborales y salariales mucho peores que las del empleo propio, y porque tiene condiciones de seguridad en el trabajo también mucho peores. Baste recordar a modo de inciso cómo en el año 2015 en la Comunidad Autónoma vasca un tercio de los trabajadores y trabajadoras fallecidas era personal subcontratado. Sobra decir que el peso porcentual de los subcontratados dentro del conjunto de la economía vasca no llega ni de lejos a un tercio.
¿Y dónde se está produciendo esa subcontratación? Como se ha señalado por parte de la proponente, en la hostelería y en los servicios sí, pero no solo en esos sectores, también en la industria, en la energía y en las telecomunicaciones. Así nos lo hizo ver con mayor claridad que otros sectores -por su nivel de movilización- la Marea Azul, la marea de los trabajadores y trabajadoras de Movistar. Ellos y ellas nos preguntaban -creo que también en esta Cámara lo señalaron- cómo era posible que en una empresa, desarrollando el mismo trabajo, unos trabajadores cobraran 1.000 euros y otros 2.000 euros, dependiendo de si eran subcontratados o personal de la empresa; cómo era posible que unos trabajadores trabajaran diez horas al día mientras otros lo hacían siete horas al día, dependiendo de si eran subcontratados o trabajadores de la empresa, y cómo era posible que, desempeñando el mismo puesto de trabajo, tuvieran condiciones de seguridad y salud en el trabajo diferentes, también en función de si eran subcontratados o personal de la empresa. Sobra decir que quienes gozaban de las peores condiciones eran los subcontratados.
Apoyaremos la proposición de ley porque siquiera en el papel puede ayudar a conseguir que a igual trabajo haya igual salario y porque puede frenar la destrucción de empleo digno en las grandes empresas, pero sinceramente creemos que más que leyes lo que falta es actitud y compromiso. Falta actitud cuando no se triplica el número de inspectores fiscales por ejemplo y a la vez se hace gala de músculo económico para los gastos de defensa. Falta actitud cuando no hay más jueces que sigan el camino de la jueza Garbiñe Biurrun, del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco, que equipara las indemnizaciones por despido entre personal temporal y personal fijo. Falta actitud cuando las instituciones públicas, en lo que pueden hacer, deciden seguir echando mano de la subcontratación tanto para las grandes obras, como podrían ser -lo que yo conozco- el tren de alta velocidad, la Supersur o San Mamés Barria, como para otro tipo de trabajos, como las residencias, el reciclaje de residuos en Bizkaia o la asistencia domiciliaria. Y falta actitud cuando esta iniciativa hace alusión al artículo 38 de la Constitución, el que blinda los derechos de las empresas, cuando podía haberlo hecho al artículo 35 de la Constitución, que es el que habla del derecho al trabajo digno y a una remuneración del mismo. Pero probablemente también la Constitución ha quedado en papel mojado.
D.S. texto íntegro PDF