Artículo publicado en Baserribizia
El papel como iniciativa para la transformación social y la importancia de crecer “sin prisa, pero sin pausa” al ritmo que marca la formación, tanto en el ámbito de la producción como políticamente, son algunas de las principales ideas a destacar del segundo encuentro de la red Nekasarea de baserritarras y personas consumidoras, llevado a cabo los días 15 y 16 de octubre en Orduña. En el último año se ha pasado de 13 a 24 grupos de consumo, que suponen alrededor de quinientas cestas semanales, a una media de 20 cestas/unidades familiares por colectivo, en cuyo abastecimiento participan cerca de 80 baserritarras.
La demanda de creación de nuevos grupos es importante, pero se tiene claro que hay que crecer sin ser desbordados, manteniendo la filosofía de la iniciativa, así como el “buen hacer” de la misma. En la reunión de baserritarras, que tuvo lugar el primer día, quedó claro que previa entrada a participar como persona productora en Nekasarea es preciso formarse, tanto productivamente como ideológicamente, en función de unos criterios que se definieron. En la reunión de los grupos de consumo del día siguiente, se acordó entre otras cosas la creación de una comisión de las personas consumidoras participantes en Nekasarea, fijándose la fecha del 23 de noviembre para ello.
Esta red es esencialmente una iniciativa de transformación concreta y práctica a favor de la soberanía alimentaria, basada en el consumo local de una producción agroecológica local -sana y de calidad nutritiva, social y medioambiental- a unos precios justos para ambos colectivos, que se concreta en el reparto de cestas de alimentos semanales retribuidos a través de una cuota y que se basa en el compromiso y la confianza mutua. Precisamente esta visión política fue subrayada en el encuentro y se valoró la importancia que tiene para motivar la instalación de jóvenes en el agro y generar dinámicas participativas en el medio rural. Se hizo un llamamiento explícito a implicarse como colectivo en la reivindicación en los pueblos a favor de una agricultura viva y sostenible y específicamente en la lucha por el uso agrario de la tierra y contra la especulación de la misma.