Me dicen los fascistas que ellos no lo son, que son patriotas. Que solo sienten amor por su patria y la defienden y que eso no es censurable. Y lo dicen mientras piden taxis por toda la geografía hispana. Mientras se reúnen alrededor de un edificio de congresos en Caesar Augusta pidiendo ejecuciones sumarísimas. Me aseveran que allí no había fascistas, solo familias normales (de bien), padres, madres y niños no adoctrinados, no como los hijos de los rojos y los separatistas que los adoctrinan desde la cuna.
Desde la equidistancia, en la ribera del Ebro, algunos claman y se cuestionan por qué no había policía que los defendiera. Quizá porque a 300.000€ el día más dietas, descansan a la espera en camarotes de la Warner para dar amor patrio a los catalanes. Ya nadie recuerda que la multa de la estiba iba a arruinar España por tener que pagar 24.000 euros diarios por culpa de unos estibadores insolidarios que son solidarios con su gente y no abastecen a las porras que las van a golpear. Que no es todo blanco o negro, que unos no son buenos porque los otros sean malos, pero unos están desarmados. Siempre tuve querencia por el bando equivocado, por el arrasado, por el perdedor.
Desde Huelva, Cádiz, Córdoba… salen caravanas de amor hacia Catalunya. Los rodean mesnadas de cristianos (de bien) enarbolando banderas, en ambiente festivo despiden a las tropas que van a la invasión. Llevan democracia a raudales, como antes llevaban civilización. Entonan cánticos de fondo, de Fondo Sur.
¿Cómo no me vas a querer?1
Si no lo haces te quitaré la vida.
¿Cómo no me vas a querer?
Si soy lo mejor que te pasó en la vida.
Venir a hostiarte es mi ilusión
Y qué ya nada nos pueda separar.
¿Qué podría salir mal? Odio tener razón, y siempre hay lugar para la esperanza, para estar equivocado, para no tener que lamentar “semanas trágicas”. 10.000, 15.000 policías, 5.000 arriba o abajo. Venceréis pero no convenceréis. Y continúa la escalada. Puigdemont interrogado en una sala en penumbra por un periodista, quizás entrenamiento para lo que vendrá. La contraparte no quiso ser interrogada, tiene mucho más que ocultar. Lo dije, lo digo y lo diré, no hay medias tintas, la abstención quemará el Bundestag y no valdrán lamentos.
Llevo varias semanas que no me concentro, quizás de ahí venga éste esperpento de post. Sinceramente lo lamento si te he hecho perder el tiempo, pero si no lo expreso reviento;
Alguien está sufriendo una confusión2
entre inspirar respeto y crear terror
he de acabar estas líneas
oigo sirenas sonar
echan abajo la puerta
alguien me viene a buscar.
Y aún quieren de mí, que les quiera.
1 Interpretación libre de un canto de animación de Indar Baskonia (perdón)
2Tema de Loquillo y los Trogloditas, La policía, de cuando no le molaba C´s