La propuesta socialista de Alternatiba está directamente vinculada a una sociedad profundamente democrática, donde la ciudadanía participa activamente en la toma de las decisiones estratégicas, así como en la elaboración de las políticas fundamentales.
Desgraciadamente, el sistema-mundo actual se basa en parámetros notablemente distantes de este objetivo. Así, el modelo propuesto –que ni siquiera es siempre alcanzado- es el de la democracia electoral, en el cual la ciudadanía elige a los partidos y personas que van a tomar las decisiones en su nombre; esta capacidad indirecta de decidir, de elegir a sus representantes, se circunscribe únicamente al ámbito de lo local, lo nacional o lo estatal, pero no al internacional –un espacio de creciente importancia para la toma de decisiones-, donde son los estados quienes les designan; por otro lado, la elección de los y las representantes se hace sin fórmulas concretas de control directo por parte de las y los representados; además, esas decisiones se toman en función de un acceso inequitativo a la información, sector convertido en mercancía en manos de los grandes mass media empresariales, que tienen sus propios objetivos e intereses por mantener el status quo.
Por lo tanto, es necesario que avancemos hacia una sociedad donde la ciudadanía sea el verdadero sujeto, el soberano en la toma de decisiones. En este sentido, sólo bajo está clave podemos definirnos como socialistas. Así, nuestro enfoque político está diametralmente opuesto a aquellos planteamientos que, aún manteniendo agendas políticas superadoras del actual sistema, mantienen intacto el concepto de poder en manos de unos –representantes- que deciden sobre otros –representados-, los cuales no participan de manera activa en la vida política. Si no se establece como objetivo en sí mismo el acercar lo máximo posible la toma de decisiones a la ciudadanía, estamos hablando de otra cosa, no de una propuesta alternativa de sociedad, ya que esta distancia es el germen de la generación de desigualdades y exclusiones
Alternatiba, por lo tanto, se plantea el reto de participar en la construcción de un nuevo modelo de sociedad desde nuevos parámetros de lo que es el poder y la participación. En este sentido, la mesa de democracia radical quiere incidir en dos objetivos fundamentales: por un lado, formular una estrategia de democracia directa y participativa desde lo local, como manera de construir el socialismo desde ya; por otro lado, definir todos los elementos necesarios que consoliden unas estructuras y una cultura política democrática y equitativa. Por lo tanto, esta Mesa desarrolla propuestas vinculadas a la democracia radical que afecten tanto a lo interno como a lo “externo” de la organización, estando ambas realidades estrechamente vinculadas.