- Apostamos porque la organización que estamos construyendo sea de carácter soberanista. Esto es, el autogobierno, hasta donde queramos y sin injerencias externas. O lo que es lo mismo, tener competencia para decidir sobre todas las competencias.
- Reivindicamos la capacidad para tener un poder político propio, controlado en todo momento por la ciudadanía.
- Atendiendo al momento histórico que vivimos y desde el respeto a la soberanía nacional que defendemos, ha de ser la ciudadanía vasca la que de forma democrática decida cuál es la forma de relación más optima con los pueblos y naciones que la circundan, aunque no podemos obviar los lazos y vínculos existentes con dichos pueblos.
- Nuestra apuesta por el soberanismo pretende superar las defensas del derecho de autodeterminación vinculadas a determinada opción que estamos acostumbrados a escuchar, entendiendo que la decisión a tomar ha de ser aquella que mejor convenga objetivamente a la clase a la que defendemos y sin renuncia a futuro de nuestra soberanía en el ejercicio de nuestra capacidad de decidir.
- La organización que queremos en función de la premisa expuesta en el punto anterior puede y debe ser un punto de encuentro de todas aquellas personas y colectivos de izquierda que antepongan el ejercicio democrático de su soberanía a su legitimo deseo de vertebración política e institucional.
Dicho de otro modo, nuestra aspiración es conformar un lugar en el que quepan federalistas, confederalistas, independentistas e incluso autonomistas, si lo desean, depositando en el pueblo el control, dominio y tiempos de su soberanía, que nosotros y nostras defendemos y reivindicamos.