- Reivindicamos la unificación política de los territorios que componen Euskal Herria, pero lo hacemos desde la asunción de la realidad actual.
- Aspiramos pues a una unidad basada en la voluntariedad de las partes, y respetuosa con los marcos en los que actualmente cohabitan.
- Reivindicamos un procedimiento democrático basado en la consulta ciudadana en cada uno de los territorios vascos por separado y sin injerencia de unos sobre otros –así como apostamos por las consultas y los referéndum para la mayoría de los temas estratégicos, que deberían ser regulados por ley, tal y como defendemos en la mesa de democracia radical-.
- La organización que estamos construyendo ha de aspirar a tener representación en el conjunto del país, siendo conscientes de las dificultades existentes y aceptando formas de organización flexibles que no lleven al conjunto a un dominio del debate CAV sobre el resto.
La unidad territorial que defendemos solo puede hacerse desde la voluntad de las partes y atendiendo a sus propios ritmos.