En este apartado se incluirán aquellas medidas y políticas vinculadas al control de los recursos naturales necesarios para la aplicación de un modelo agro-ecológico.
Gestión de la tierra
El problema de la falta de tierra es un condicionante general para el sector agrario de Hego Euskal Herria y supone un serio obstáculo para el desarrollo de una agricultura sostenible. Los motivos de esta perdida de tierra son el fuerte abandono de explotaciones sin relevo, la extensión de plantaciones forestales y especialmente el crecimiento de suelo urbano y urbanizable a costa del agrario. En ese sentido, las políticas encaminadas a conservar tierra agraria y frenar la urbanización son fundamentales.
Para ello, es necesario la Creación de un órgano, vinculante para todas las administraciones, interdepartamental y autónomo de la administración pública, con una dirección independiente y control político de todas las administraciones implicadas (Ayuntamientos, Diputaciones, Gobiernos, y una representación transversal del Ministerio de Hacienda, Medio Ambiente, Agricultura) y por los representantes del sector agrario. Este órgano asumiría las siguientes funciones:
- Realizar estudios de la tierra a fin de establecer la clasificación agrológica del suelo, teniendo en cuenta las funciones de protección del medio ambiente y creación de empleo en la agricultura y ganadería.
- Identificar del suelo público disponible y trabajar con las Administraciones que detenten ese suelo para conseguir la mayor rentabilidad social del mismo.
- Labor de mediación entre particulares para la compra/venta y/o alquiler de la tierra.
- Adquirir terrenos para su posterior redistribución a precios agrarios entre los agricultores/ganaderos que quieran acceder a ese recurso básico para dimensionar las explotaciones, con preferencia para los jóvenes con continuidad. Esta medida toma especial importancia en casos de recalificación de tierras definidas como de alto valor agrológico dentro del PTS Agroforestal.
- Informar continuamente a todos aquellos baserritarras que necesiten acceder a más tierra, así como a personas ajenas al sector (alumnos de Escuelas Agrarias, parados, etc) que quieran instalarse en esta profesión.
- Realizar un seguimiento a nivel estadístico sobre la evolución del suelo agrario en su ámbito territorial, número de explotaciones, niveles de rentabilidad, creación de empleo.
- Asesoramiento en las políticas públicas de agricultura y territorio.
- Seguimiento de las explotaciones de los titulares mayores, en especial en aquellas que no tengan relevo generacional para facilitar ese relavo.
- Intermediación en materia de cese anticipado de la actividad agraria.
- Puesta en marcha de un Programa de Recuperación y Régimen de cesión para usos agropecuarios de terrenos de titularidad pública.
Otras medidas son también:
- Freno a la extensión de la malla urbana e industrial: Intentar poner freno a la extensión de la malla urbana limitando la construcción de nueva vivienda, en la medida de lo posible, al relleno de casco o mediante operaciones de «cirugía urbanística» (recuperación de zonas degradadas, etc.). Idéntica dinámica con los polígonos industriales. Muchas veces los ayuntamientos consideran que deben ofertar suelo industrial como única receta contra el paro -entrando en absurdas competiciones con el resto de pueblos de la comarca sin una planificación real- y sin plantearse la recuperación de las zonas industriales degradada.
- Evitar la proliferación de edificios aislados y oposición a la construcción de zonas residenciales de baja densidad.
Gestión del agua
- Gestión pública del agua.
- Aplicación de una tasa reducida para el uso del agua de los agricultores/as.
- En caso de sequía, garantizar el abastecimiento de las explotaciones afectadas por la falta de agua.
- Estudiar el establecimiento de diferentes redes de distribución, uno para uso doméstico y otro para uso agro-ganadero. Posible aplicación de una tarifa reducida a la red destinada a la actividad agro-ganadera.
- Uso de agua adecuado a la extensión de tierra y al número de animales.