Es un principio ya asumido, debiéndose formular en un futuro un protocolo específico para la rotación de cargos, así como su inclusión en los estatutos. Éste debe impedir la conformación de estructuras burocráticas sostenidas por tiempo indefinido.
Por otro lado, se aboga por el sueldo único para personas liberadas y cargos públicos.
Finalmente, se deberán establecer un sistema de rendición de cuentas para los y las representantes.