¿Qué es Alternatiba y qué ofrece a la sociedad?
Alternatiba nace hace dos años de una escisión de Ezker Batua, aunque a lo largo de este tiempo es algo más que la mera escisión. Hay gente nueva que se ha ido sumando a un colectivo que quiere ser un partido de políticas de izquierda en Euskal Herria para hacer frente a la derecha de este país. Nuestra vocación siempre ha sido la de unirnos a otros partidos, a otros colectivos para reforzar esa izquierda.
La izquierda vasca parece una sopa de letras.
Entre los propios partidos que se definen de izquierdas, hay matices. Matices en la cuestión nacional, matices en los asuntos sociales… También está la experiencia de las personas que se encuentran en los cargos públicos, que es un bagaje a tener en cuenta también. Nosotros nos definimos como izquierda soberanista defensora del derecho de autodeterminación, defensora de las políticas públicas tanto a nivel teórico como de gestión, sacando proyectos adelante desde un prisma de izquierdas.
A priori, la crisis podría favorecer el crecimiento de la izquierda, pero en Europa no ocurre así. Suben la derecha y la ultraderecha
Hay un discurso que hace la derecha, muy populista y muy peligroso además, que roza la xenofobia y pone en cuestión los derechos sociales de los trabajadores. El miedo se ha instalado en algunos sectores de la sociedad y se dejan arrastrar por discursos fáciles. Tendemos a no hacer memoria y a olvidar que muchos sectores críticos con la inmigración también lo han sido alguna vez, o dentro su mismo país o de un lado a otro del continente. La gente tiene miedo a compartir sus privilegios con personas que llegan al primer mundo con graves necesidades económicas, sociales y de derechos civiles. Es importante que la izquierda siga marcando con su discurso todas estas conquistas.
La unidad de acción entre la izquierda abertzale, Aralar, EA y Alternatiba tiene en el acuerdo de Gernika su ejemplo más importante. ¿Estamos en la antesala de un convergencia en la izquierda vasca y soberanista?
La verdad es que todavía existen algunas incógnitas por despejar. Estamos todos a la espera de pasos importantes, revolucionarios diría yo, en la historia de Euskal Herria. La apuesta de Alternatiba es ésa, constituir una izquierda potente para hacer frente a una derecha que está consolidada.
Usted tiene la experiencia de la coalición de izquierdas con Aralar en el Ayuntamiento de Donostia.
Ha sido un laboratorio positivo como experiencia política. Sin ocultar que también han existido diferencias, ha primado la lealtad y la colaboración. Yo creo que es una muestra y un ejemplo de lo que puede hacer la izquierda en el futuro.
¿Y es extrapolable a otros municipios vascos o es una formula en clave donostiarra?
Cada municipio tiene sus propias características pero, sin duda, es una fórmula extrapolable a todas las realidades municipales de Euskal Herria.
¿Ha habido conversaciones para repetir la fórmula?
Aún no hay nada concreto. Nosotros no vamos a definirnos antes de la Asamblea de hoy. Estamos preparándonos para trabajar solos aunque con voluntad de hacerlo acompañados, con Aralar o con otras fuerzas que sintonicen con nuestro programa político.
¿No teme al desgaste de imagen que les puede ocasionar el pacto de gobierno con el PSE, que pacta con el PP en Vitoria?
Son dos realidades diferentes. Y el propio Odón Elorza supone una realidad distinta a la del PSE, con unas ideas políticas diferentes del cuerpo político al que representa. ¿Desgastar? La gestión siempre desgasta. No hemos hecho todo lo que nos hubiera gustado hacer pero tenemos que ver lo positivo. Además, no podemos olvidar que hay otros partidos en la ciudad y no sé cómo hubiera sido el gobierno con ellos.
La incineradora es un ejemplo de la unidad de acción de la izquierda
Y nuestra presencia en el Gobierno municipal nos ha llevado a la Mancomunidad de San Marcos y ha permitido que en municipios como Usurbil, Oiartzun o Hernani el puerta a puerta sea una realidad.
¿Cree que ETA se avendrá a la nueva estrategia de la izquierda aber-tzale?
Hay que reconocer que se están dando pasos hace tiempo impensables y que podemos superar esta fase de la historia.