Alternatiba quiere solidarizarse con las trabajadoras del Servicio de Atención al Domicilio (SAD), quienes se enfrentan al planteamiento de un ERE según ha comunicado la Unión Temporal de Empresas (UTE) y como fue anunciado en prensa el 17 de noviembre. Además, quiere también denunciar la actitud del Ayuntamiento de Bilbao en el tratamiento que hace de este servicio de vital importancia para la ciudadanía, ya sea para las personas con dependencia, como para las familias que las cuidan y dentro de estas, casi en su exclusividad mujeres. Por tanto, desde Alternatiba consideramos que este tipo de medidas afectan doblemente a las mujeres; como principales responsables del cuidado de personas dependientes, y por tanto, demandantes de este tipo de servicios para las personas a las que están cuidando; y como trabajadoras encargadas de prestar esta asistencia.
El Ayuntamiento de Bilbao argumenta el recorte de horas por la disminución de la demanda atribuyendo esta a que con la crisis económica las familias prefieren las ayudas económicas que la asistencia domiciliaria. Ante esta afirmación consideramos que, en primer lugar, resulta necesario estudiar en profundidad cuál es la demanda real de este Servicio (que no tiene por qué coincidir con el número de solicitudes) y cuáles son los motivos que llevan a no hacer uso del mismo. De la misma afirmación del ayuntamiento se entiende que el Servicio se considera caro, por unas familias que optan por la prestación económica, con lo cual puede haber personas que se inhiban de solicitar el mismo (lo que haría que, en otras condiciones, la demanda real fuera mayor). Ante esta posibilidad creemos que el Área de Acción Social, antes de realizar ningún recorte presupuestario, debería estudiar la demanda de servicios de atención a la dependencia existentes en su municipio y planificar con los programas, personas y presupuesto necesario para dar respuesta a la misma.
Además, Alternatiba considera que el Ayuntamiento promueve la precarización del empleo de las mujeres: su planteamiento de recortes en el SAD destruye y precariza el empleo llevado a cabo de manera exclusiva por mujeres. Además, en este análisis superficial que se hace de la situación basado en las preferencias de las personas, se olvida mencionar que, en no pocas ocasiones, las prestaciones económicas de las familias son empleadas para contratar a mujeres, por más horas y menos dinero de lo que supone el SAD, y en muchas ocasiones extranjeras, sin reconocimiento de derechos laborales y que entran a trabajar en condiciones precarias. Por tanto consideramos que este tipo de medidas contribuyen a precarizar un sector, el de cuidados, que resulta de vital importancia para toda la sociedad.
Por todos estos motivos mostramos nuestro apoyo a las acciones emprendidas y convocadas por el comité de empresa y solicitamos que el Ayuntamiento asuma este servicio y lo gestione de manera directa, reconociendo a las mujeres trabajadoras que hasta el momento han estado prestándolo y valorando la prestación de un servicio de calidad. La existencia de prestaciones económicas no puede ser nunca una justificación para la reducción en la oferta de servicios. Desde Alternatiba esto sólo puede estar garantizado desde la gestión pública de un derecho ciudadano como es la atención a la dependencia.