BILDU siente un fuerte compromiso con la lucha de nuestras y nuestros baserritarras por la soberanía alimentaria. Así, BILDU entiende que no hay soberanía política si un pueblo no es capaz de alimentarse a sí mismo, de potenciar las economías campesinas, si no es capaz de generar un ingreso y unas condiciones laborales justas para los y las baserritarras, de garantizar el consumo sano y responsable de la ciudadanía, si no es capaz de generar entornos ecológicamente sostenibles.
Lamentablemente, tenemos que reconocer que las izquierdas, históricamente, han dejado a un lado las reivindicaciones del campesinado; otros eran los sujetos de cambio, otras eran las prioridades, mientras que las y los baserritarras se debían conformar con un papel subsidiario, secundario. BILDU reconoce públicamente este error, y entiende que las luchas campesinas, las luchas por fortalecer nuestro agro, las luchas por defender nuestra AmaLurra, son parte fundamental de todo proceso de cambio, y señas de identidad de un pueblo que quiere decidir su futuro, bajo parámetros sólidos y sostenibles.
De esta manera, BILDU quiere responder a esta injusticia histórica poniendo a la soberanía alimentaria, a la agroecología, en el centro de su agenda política.
Y lo hacemos en un momento crucial, en el que está en juego, nada más y nada menos, que la desaparición de nuestro agro, la desaparición de nuestras y nuestros baserritarras…¿qué pueblo sería éste si dejamos desaparecer la base de nuestra vida?
Desgraciadamente, las políticas capitalistas y neoliberales del Señor Bilbao están marcando este camino de destrucción, además con actitudes prepotentes y de intransigencia con el sindicalismo agrario combativo. Frente a nuestra apuesta por la soberanía alimentaria, están imponiendo un modelo agroindustrial, en el que priman los intereses de las grandes empresas intermediarias; donde se prioriza el monocultivo para el consumo masivo y atemporal; donde se tiende a la privatización y a la especulación con los bienes naturales como el agua y la tierra; donde se criminaliza compartir semillas entre baserritarras; donde se importa alimentación que podría producirse en EH; donde la salud de las y los consumidores no es prioridad; y donde el contagio por transgénicos –o su introducción en piensos o en trazas pequeñases cada vez más una realidad.
¿Hasta cuándo vamos a aguantar que todo el ingreso se lo queden los intermediarios, y no los y las productoras? ¿Hasta cuándo vamos a criminalizar las economías campesinas, negando el intercambio de semillas o estableciendo medidas fitosanitarias imposibles? ¿Hasta cuándo vamos a obligar al pequeño productor/a a entrar en las cadenas de producción y venta que no controla, al no haber alternativas locales? ¿Hasta cuándo vamos a condenar a las mujeres baserritarras a no tener derechos de propiedad y de seguridad social?
BILDU dice ¡YA BASTA¡ queremos un nuevo modelo económico y social, y vamos a empezar por avanzar en la soberanía alimentaria, y tenemos propuestas para ello: generar espacios económicos locales, que posibiliten la potenciación de las economías campesinas y la ruptura con las grandes cadenas: así, proponemos la construcción de mercados locales, de mataderos locales, de créditos blandos para la producción agroecológica, de campañas de sensibilización para un consumo responsable, etc.; proponemos priorizar la tierra frente al suelo para la especulación, a través de planes locales participativos; proponemos declarar EH zona libre de transgénicos, ¡fuera los transgénicos de EH¡; proponemos garantizar los derechos laborales de las y los baserritarras; proponemos, en definitiva, dar una esperanza a nuestro agro.
Ama Lurra defenda dezagun!