Nos encontramos ante una crisis sistémica a nivel mundial. La vulneración de los derechos humanos, la destrucción del medio ambiente, el retroceso en las condiciones de vida, en el sistema de bienestar, en el sistema alimentario… se está produciendo sin cesar en los diferentes países.
La burbuja creada en torno a la economía especulativa y la construcción tanto en Euskal Herria como en todo Europa ha acabado por explotar, y ya han pasado tres años largos sin poder dar la vuelta a esta nueva situación. ¡Y cómo no! Todo esto se ha producido sin tener en cuenta las limitaciones de los recursos naturales.
En el caso de Euskal Herria a todo ello hay que añadirle la negación de nuestra soberanía política y económica. La modificación de la Constitución española, o lo que ha sucedido en Grecia, dejan bien claro hasta qué punto alcanza la dictadura de los mercados. Pero cuando a un pueblo se le niegan los recursos políticos, institucionales y económicos que sí tiene un Estado, se acrecienta esa dependencia, y más aún en nuestro caso conocidas las posiciones de Rajoy.
Las iniciativas anunciadas o puestas en marcha por el Gobierno de Rajoy tienen un objetivo claro: con la excusa del endeudamiento público pretende tomar una multitud de medidas para reducir el sector público y abrir paso a procesos de privatización de lo público. Al mismo tiempo, ya estamos ante una reforma para empeorar más todavía las condiciones laborales y liberalizar por completo el ámbito de relaciones laborales. Y por si eso fuera poco, se nos anuncia que van a inyectar dinero de todos nosotros al sector financiero. De este modo, las medidas del Gobierno de Rajoy están dirigidas contra los sectores más necesitados: contra los que tienen sueldos más bajos, contra las personas con discapacidad, contra las personas mayores con pensiones más reducidas y contra cualquier persona que quiera defender sus condiciones de trabajo.
Por último, es más que evidente la intención de abordar un proceso de centralización en el Estado español. Es decir, es clara la decisión y el intento de incrementar la dependencia política y económica.
Todo esto exige una respuesta contundente. Los agentes sociales, sindicales y políticos de este Pueblo, cada uno en su propio ámbito y, a ser posible, todos a una, deberíamos hacer frente a la reforma neoliberal que está en marcha y a este proceso de centralización.
Pero, además de una respuesta, esta cruda realidad precisa de una oferta alternativa que tenga como base la soberanía política y económica y que marque el camino hacia un nuevo modelo. Queremos y necesitamos la soberanía económica para construir un modelo social alternativo por los siguientes motivos.
– Es nuestra responsabilidad y derecho como nación, para garantizar la solidaridad debemos tener en nuestras manos la iniciativa económica.
– Para empezar a desarrollar otro modelo basado en una democracia verdadera.
– Para garantizar y ampliar los derechos y servicios sociales conseguidos tras años de trabajo. Para garantizar los derechos de educación, salud y vivienda.
– Para desarrollar una economía basada, más allá del mero desarrollo económico, en el desarrollo social y el respeto a la naturaleza.
– Para garantizar los derechos de los y las trabajadoras, así como políticas fiscales, laborales y públicas que creen riqueza y división del trabajo.
– Para el respeto efectivo de los derechos de las mujeres.
– En definitiva, para construir Euskal Herria desde la izquierda, para que todas las personas tengan los mismos derechos y oportunidades.
Para trabajar en esta dirección y con la mirada puesta en los citados objetivos, hacemos un llamamiento a la ciudadanía y a los agentes para salir a la calle para decir basta ya a las medidas que se están tomando y reivindicar otro modelo económico y social basado en la soberanía política y económica. Euskal Herria, como el resto del mundo, precisa un modelo socioeconómico alternativo, y vamos a trabajar de manera decidida en este camino para conseguirlo, para hacerlo realidad.
Por eso, los cuatro partidos nos adherimos a las manifestaciones convocadas por varios agentes para el día 4 de febrero en Bilbo contra los recortes y en Donostia contra el modelo basado en las grades infraestructuras.
Así mismo, aprovechamos esta comparecencia para informar de las manifestaciones que Alternatiba, Aralar, Eusko Alkartasuna e Izquierda Abertzale hemos convocado para el día 11 de febrero en Bilbo, Donostia, Gasteiz e Iruñea. Estas manifestaciones a favor del cambio social se desarrollarán bajo el lema “Erantzuna gure esku. Erabakia gure esku: Eraldaketa sozialaren alde”, “La respuesta está en nuestras manos. La decisión está en nuestras manos”.