Representantes de las cuatro formaciones que intervinieron ayer en el frontón Labrit coincidieron en el diagnóstico de la grave situación económica en la que se encuentra Euskal Herria, y también en que la salida o la solución para la crisis pasa por la profundización en la «soberanía política y económica» o, dicho de otra forma, en la aplicación del «derecho a decidir».
En el acto, que llevó por lema «Irtenbidea dago. Eraldaketa soziala era burujabetza», todos los intervinientes coincidieron en que la crisis, por más grave y profunda que parezca, «tiene salida, tiene alternativa» y esta solución está en la «soberanía». El último en intervenir, quien cerró el acto, fue Txelui Moreno y lo hizo precisamente defendiendo que «sí hay salida, pero exige poder decidir aquí, en Euskal Herria y no en París o Madrid. Exige la soberanía tanto política como económica». Moreno insistió en que «hay alternativa a la crisis, hay salida, solo que se necesita contar con la capacidad de decisión».
El dirigente de la izquierda abertzale inició su alocución apuntando a como responsables de la difícil situación económica a «los capitalistas y poderes financieros» y, como cómplices de los primeros a los partidos UPN, PNV, PP y PSOE «que dan su consentimiento y benefician a sus intereses». Moreno añadió con rotundidad que «España se hunde y nos quiere arrastrar con ella» y puso como ejemplo de este hundimiento el adelantamiento de la edad de jubilación, el cambio de baremos para calcular las jubilaciones, las reducciones de salarios, la precariedad de los nuevos contratos de trabajo, la supresión de prestaciones sociales y los recortes en Sanidad y Educación.
Moreno recordó también algunos aspectos de la situación en Nafarroa. Como ejemplo de la política que están llevando UPN y PSN, socios en el Gobierno foral, hizo hincapié en el caso de Caja de Navarra. El militante independentista calificó de «escandalosa» la absorción de la CAN, primero por parte de Banca Cívica y luego por Caixa Bank, un camino en el que, destacó, «Nafarroa ha perdido más de 1.000 millones de euros». Moreno denunció que la gestión de UPN y PSN en Caja de Navarra ha venido condicionada por «su obsesión de españolizarlo todo».
En relación a la coyuntura del herrialde declaró que el balance del Gobierno foral es «nefasto, con paro, deuda y corrupción» y subrayó que «al que protesta se le detiene». Sin embargo, insistió en que no se resignan ante esta situación y que van a luchar para cambiarla.
Opresión a las mujeres
Por su parte, el portavoz de Alternatiba, Oskar Matute, hizo hincapié en la necesidad de una «soberanía nacional económica plena para nuestro pueblo, con la que construir un modelo diferente. Jamás seremos un pueblo libre si nos gobiernan los mercados», afirmó .
Matute, tras señalar que «el recorte de derechos es la perversión de la sociedad», recordó que «la mayor opresión que se ha realizado es la que han sufrido las mujeres a los largo de la historia y Euskal Herria jamás será democrática si no supera el patriarcado». Apostó por asumir los principios feministas para lograr hacer realidad la transformación social, y reivindicó un marco vasco de relaciones laborales, así como un sistema fiscal «basado en la justicia y la progresividad»
El dirigente de Alternatiba explicó que la propuesta de la coalición se basa «en tres principios fundamentales; la libertad, la igualdad y la solidaridad», lo que aprovechó para tachar de xenófobas las declaraciones del presidente del PP en la CAV, Antonio Basagoiti -en las que hacía referencia a los inmigrantes diciendo que quiere una sanidad «para todos, pero primero para los de casa»-, a lo que respondió que «nosostros apostamos por una Euskal Herria plural y desde la iquierda» .
Matute remarcó también la importancia de la gestión de sectores estratégicos como la energía y el agua. «Tienen que estar en manos de los poderes públicos, como ya han entendido en Argentina y en Bolivia», en relación a la nacionalización de las empresas energéticas YPF y REE, referencia que levantó los aplausos de los asistentes al acto.
Asimismo, manifestó que rechazan la apuesta por infraestructuras «faraónicas» como «los superpuertos que atentan contra el medio ambiente, los trenes que no podemos pagar, ni las incineradoras para que empresas privadas crezcan mientras contaminan y ponen en peligro nuestra salud».
«Aquí nadie dimite»
La exposición y denuncia de la situación en Nafarroa estuvo presente en los discursos, especialmente en los de la coordinadora de Aralar en este herrialde, Asun Fernández de Garaialde, y la portavoz de la comisión territorial navarra de EA, Miren Aranoa.
Ambas insistieron en que no se puede dejar Nafarroa «en manos de UPN y PSN», acusaron al Gobierno de Yolanda Barcina de «aplicar las medidas de Rajoy que están hundiendo Nafarroa» y la responsabilizaron de la recesión en la que ha entrado la economía de este herrialde. En este sentido Aranoa mantuvo que es «escandaloso» que a estas alturas de la crisis no haya habido ni una sola dimisión por parte de los responsables del fracaso. «Aquí nadie dimite», apostilló.
También tuvo palabras para el caso de Caja de Navarra y su «pérdida para los navarros por parte de UPN y PSN. De la caja solo queda un 1,2% de participación en Caixa Bank. La han vendido a precio de saldo y lo han hecho llevados por sus fobias». Después, rechazó los recortes en Sanidad y Educación o medidas como privar de tarjeta sanitaria a los inmigrantes sin papeles. En este sentido, señaló que «hace unos años sería impensable dejar a la gente sin pensión y ahora lo están haciendo».
Fernández de Garaialde, por su parte, denunció que los dos partidos que sustentan el Ejecutivo quieren «desmantelar el estado de bienestar» y exigió una política fiscal progresiva, justa, redistributiva y rigurosa, que persiga el fraude fiscal. «No queremos amnistías fiscales para los delincuentes que defraudan», puntualizó. Al PSN le dijo que «ya vale» y le pidió que sea «coherente» y no trate de engañar a los navarros, que no vale «decir que se está en contra de los recortes y luego ser el brazo ejecutor de la derecha».
Finalmente, insistieron en que su alternativa está basada en «valores progresistas, de izquierdas, solidarios y democráticos»