Ante las asambleas de Caja Vital, BBK y Kutxa que se desarrollarán el miércoles día 21 EH Bildu quiere dar a conocer su opinión y posición acerca de lo que está aconteciendo en torno a Kutxabank.
Los partidos que conformamos Euskal Herria Bildu hemos sido muy críticos desde el principio con la configuración y creación de Kutxabank. A pesar de ello, hemos mantenido una actitud constructiva, a sabiendas de que existía la posibilidad de unir las tres cajas y crear una nueva caja más fuerte y que teníamos la voluntad y la posibilidad de participar en su definición.
Sin embargo, la maniobra efectuada por PNV y PP para dejar al margen a Bildu, evidencio que el PNV no deseaba garantizar la función social, la transparencia o el control institucional, sino que dirigir Kutxabank al modelo de la especulación, dejando los ámbitos de decisión en manos de intereses políticos y financieros, evitando el control desde los ámbitos públicos y debilitando la capacidad de decisión.
Ese fraude político del PNV y el PP es el que ha marcado los pasos y las decisiones que se han tomado a partir de entonces en torno a Kutxabank. Un fraude político al que se unió el PSE en Araba y en el que los tres partidos parecen estar dispuestos a ahondar pasado mañana llegando a excluir a la que es la primera fuerza en representación en Gipuzkoa.
Desde EH Bildu tenemos claro que desde Kutxabank se debe apostar por este pueblo y por su construcción, manteniendo e impulsando siempre el carácter público y social que tenían las cajas. Y eso es, precisamente, lo que está en peligro a día de hoy.
Consideramos que Kutxabank tiene que ser una herramienta básica para cambiar el modelo actual, garantizando la financiación para el desarrollo, impulsando políticas sociales y facilitando los créditos necesarios a las instituciones.
El ahorro creado en Euskal Herria debe quedarse aquí, y se debe gestionar aquí, más si cabe en la situación actual, cuando son necesarias estrategias concretas para hacer frente a la crisis. El dinero es de la ciudadanía, y debe volver a la ciudadanía.
Del mismo modo, defendemos que Kutxabank debe paralizar los desahucios de forma definitiva. Kutxabank no puede llevar a cabo un solo desahucio más.
Hay que parar la privatización de Kutxabank. Se debe recuperar fortalecer la función social que tenían las cajas y, a su vez, si carácter público, democrático y transparente.
Kutxabank debe trabajar en Euskal Herria y para Euskal Herria, para nuestros ayuntamientos, nuestra sociedad, y al servicios de los intereses y prioridades de la ciudadanía.
Kutxabank debe seguir siendo un agente activo, manteniendo abiertas líneas de crédito para nuestras pequeñas y medianas empresas, y potenciar así la economía.
Kutxabank debe mantener con especial fuerza y compromiso claro la obra social, sobre todo en estas circunstancias en la que estamos padeciendo una crisis global, manteniendo el compromiso adquirido con la ciudadanía y los municipios
Precisamente porque desde EHBildu tenemos un modelo diferente, porque saben que nos vamos a oponer firmemente a la privatización, a los desahucios y porque vamos a apostar por otro modelo y políticas sociales que ya hemos mencionado, se están produciendo todo tipo de movimientos para evitar que tengamos representación en los consejos de la BBK y Vital y sobre todo para evitar que obtengamos la mayoría en el Consejo de Administración de la Kutxa. Movimientos que van desde los acuerdos ya conocidos del PNV, PP y PSE, hasta el último movimiento de la dirección de la Kutxa de anular la única candidatura de agentes sociales existente, con una excusa ridícula y fuera de estatutos al más estilo bananero. Una decisión que a esperas de lo que ocurra nos pone a las puertas de un pucherazo para evitar que EHBildu obtenga la mayoría.
Por todo ello, además de denunciar la gravedad de lo que está ocurriendo queremos hacer un llamamiento público a CCOO y Pixkanaka dos sindicatos de trabajadores para que no den sus votos a una candidatura del PNV-PP-PSE que tienen como único objetivo afianzar la política neoliberal y que supone desahucios, privatización, fín de la función social y en definitiva el final de lo que fueron y debieran de ser la Kutxas.