En unos pocos días, el próximo domingo 3 de marzo, Gasteiz volverá a mirar al pasado, a aquel 3 de marzo de hace 37 años que tiñó de sangre las calles de Zaramaga. Lo hará con rabia e indignación pero, sobre todo, con orgullo.
Ya entonces Gasteiz demostró que era capaz de organizarse, de comprometerse, de mostrar dignidad. Esos valores siguen vigentes a día de hoy, cuando quieren borrar de un plumazo los derechos de trabajadoras y trabajadores.
Pero entonces, como ahora, no sólo eran las trabajadoras y trabajadores quienes luchaban por sus derechos. Se empezaron a generar las condiciones para el verdadero cambio social, económico y político, y se organizaron comités de solidaridad, donde las mujeres, como en otras tantas ocasiones, jugaron un papel fundamental, como también lo jugaron activamente entre jóvenes y estudiantes que también salieron a la calle.
Desgraciadamente, entonces, como ahora, nos quieren arrebatar nuestros derechos:
– En Araba son ya casi 28.000 las personas desempleadas
– Durante el pasado año, se aprobaron también en Araba cerca de 400 EREs. Un 124% más que el año anterior. Y todo ello, gracias a la reforma laboral que el gobierno del PP ha hecho a medida de la patronal.
– Laminaciones Arregui, Guardian, Gamesa… la lista de empresas es larga. Tan larga que sería imposible enumerarlas todas.
– Pero además, las oficinas de Lanbide se desbordan de personas que intentan acceder a un derecho como es el de recibir una prestación social que les aleje del riesgo de exclusión social, un riesgo presente, por desgracia, cada vez para más personas.
– Por si esto fuera poco, los planes para privatizar la sanidad siguen adelante, y los recortes en educación afectan ya a nuestras hijas e hijos. Todo ello, sin olvidar la reforma educativa del señor Wert que pretende convertir la escuela del siglo XXI en la escuela franquista. Frente a esa pretensión, la juventud tiene una cita para tomar las calles este viernes, y el sábado todas y todos saldremos también por el mismo motivo.
– Y no sólo se vulneran derechos básicos como la educación o la sanidad. La vivienda ha pasado de ser un derecho a convertirse en un lujo que cada vez menos personas se pueden permitir, mientras corren el riesgo de quedarse en la calle y seguir pagando deudas durante décadas, víctimas de una legislación anticuada e injusta que se resisten a modificar a pesar del clamor popular. Nos referimos, claro está, a los desahucios.
Todo esto ocurre mientras quienes deberían defendernos miran para otro lado. Hablamos del señor “De Andrés” que aplica, sin miramientos, los dictados de Madrid. Sin su inestimable ayuda y colaboración no sería posible sacar adelante todas las reformas hechas a medida de la patronal, de la banca, del capital.
Frente a esta situación, EH BILDU apuesta una vez más por la soberanía y por el cambio social. Porque hay salida. Detrás del debate sobre los recortes se esconde el debate sobre las competencias, la soberanía o la voluntad política para tomar decisiones. Los agentes políticos, sociales, sindicales e institucionales debemos mostrar una posición clara ante todo esto y ante sus consecuencias, porque Euskal Herria necesita un nuevo marco.
Y para explicar y profundizar en esa salida, y en la apuesta de EH BILDU, queremos presentar una charla que los diputados de Amaiur en Madrid Sabino Cuadra y Rafa Larreina ofrecerán la semana que viene en Gasteiz, en concreto el próximo jueves, 7 de marzo, a las 19.00 horas en el Palacio Villasuso.
El 3 de marzo no es sólo un símbolo de lucha, es también sinónimo de matanza. El resultado de aquella brutal intervención policial es de sobra conocido: cinco muertos y centenares de personas heridas.
37 años después, seguimos reclamando otro modelo policial. Lo ocurrido hace casi un año con Iñigo Cabacas o Xuban Nafarrate es la trágica punta del iceberg. Hoy como ayer, los agentes policiales no pueden creer que tienen total impunidad y utilizar la fuerza de manera injustificada. La violencia injustificada debe desaparecer del modelo policial, eliminando cualquier excusa que ampare la violencia.
El 3 de marzo también es sinónimo de represión, y por desgracia también de injusticia e impunidad. Porque han pasado ya 37 años, y el Estado todavía no ha reconocido su responsabilidad en aquella matanza que arrancó cinco claveles rojos del corazón del pueblo trabajador de Gasteiz. El domingo, por tanto, también recordaremos a los cinco trabajadores asesinados por la policía. Su memoria sigue viva y su lucha también.
Pedro Maria Martinez Ocio, Romualdo Barroso, Francisco Aznar, Jose Castillo y Bienvenido Pereda. A ellos y a todas las trabajadoras y trabajadores que antes y ahora han luchado y continúnan luchando por su dignidad, rendiremos un sencillo homenaje el domingo junto al monolito del 3 de marzo en Zaramaga. Será a las 11 de la mañana, antes de la tradicional manifestación que recorrerá las calles de Gasteiz. Desde aquí hacemos un llamamiento a participar en los actos convocados.
No olvidamos. Este 3 de marzo, renovaremos una vez más nuestro compromiso para mantener vivos el compromiso y la lucha de aquellos 5 trabajadores y de tantas personas como ellos. Reivindicamos su imagen, hoy ejemplo de compromiso, sacrificio y valentía que nos anima a continuar la lucha por los valores que defendieron y seguir avanzando en el camino del cambio político y social.